/ martes 20 de abril de 2021

¿A dónde vamos?

Dentro del Movimiento de Regeneración Nacional en varios estados del país, se ha cometido un error según yo lo veo; no vieron que es un movimiento nacional en donde siempre hay de todo, el partido existe en los documentos fundacionales, pero nunca ha existido en la realidad nacional; no lo podemos ubicar en el tiempo y en el espacio porque no existe. Quienes pensaron que si existía empezaron ha hacer reclamos a la dirección nacional partiendo de un supuesto inexistente, y a ver a otros grupos del Movimiento como su enemigo principal y por lo mismo, con mucho encono hasta estar seguros de no votar por su candidato “impuesto”. En el momento de hacer efectivo el voto se verá con más claridad ese error.

Lo anterior dio lugar a otras prácticas, un excesivo centralismo de parte del Comité Ejecutivo llevado a cabo por Mario Delgado, y atribuido también al presidente de México; un centralismo como único medio capaz de contener los conflictos internos que están surgiendo en varios estados, los mismos que la oposición destaca y los difunden varias televisoras nacionales. La oposición no tiene un proyecto alternativo al que se ha puesto en marcha, pero trae mucha determinación de ganar diputaciones para la Cámara de Diputados y de igual manera para ganar gobernaturas, pero en ningún momento han realizado un mínimo de autocritica y explicarle al pueblo por qué perdieron. Se comportan como si nunca hubiera pasado nada, pero el pueblo mexicano sabe que pasó mucho.

El centralismo del Movimiento se replica en otros estados, entre ellos Zacatecas, pero ahora en una envoltura casi religiosa, “Con la ayuda de Dios”, la “Trascendencia”, la “felicidad” “un nuevo mundo”. Como si ahora el líder carismático condujera a su pueblo a la tierra prometida donde abunda la “leche y la miel”. Despiertan expectativas que no van a cumplir, porque tan sólo para que el estado de Zacatecas logre un progreso equiparable a los estados circunvecinos se necesitan dos o más sexenios. El principal enemigo de estas posiciones eufóricas es la realidad zacatecana.

Aquí hay una tarea para quienes piensan que están conduciendo discretamente la campaña del Movimiento. Si aun no la ven, sus adversarios políticos partidarios, coaligados o no, pronto se la pondrán de manifiesto, y tendrán que responder no solo de palabra, si no conduciendo la campaña con más realismo y modestia para no exponerse al desgaste anticipado. Si se conducen con autosuficiencia seguirán en el error y los errores de conducción se pagan caros, aunque ganen la elección.

Dentro del Movimiento de Regeneración Nacional en varios estados del país, se ha cometido un error según yo lo veo; no vieron que es un movimiento nacional en donde siempre hay de todo, el partido existe en los documentos fundacionales, pero nunca ha existido en la realidad nacional; no lo podemos ubicar en el tiempo y en el espacio porque no existe. Quienes pensaron que si existía empezaron ha hacer reclamos a la dirección nacional partiendo de un supuesto inexistente, y a ver a otros grupos del Movimiento como su enemigo principal y por lo mismo, con mucho encono hasta estar seguros de no votar por su candidato “impuesto”. En el momento de hacer efectivo el voto se verá con más claridad ese error.

Lo anterior dio lugar a otras prácticas, un excesivo centralismo de parte del Comité Ejecutivo llevado a cabo por Mario Delgado, y atribuido también al presidente de México; un centralismo como único medio capaz de contener los conflictos internos que están surgiendo en varios estados, los mismos que la oposición destaca y los difunden varias televisoras nacionales. La oposición no tiene un proyecto alternativo al que se ha puesto en marcha, pero trae mucha determinación de ganar diputaciones para la Cámara de Diputados y de igual manera para ganar gobernaturas, pero en ningún momento han realizado un mínimo de autocritica y explicarle al pueblo por qué perdieron. Se comportan como si nunca hubiera pasado nada, pero el pueblo mexicano sabe que pasó mucho.

El centralismo del Movimiento se replica en otros estados, entre ellos Zacatecas, pero ahora en una envoltura casi religiosa, “Con la ayuda de Dios”, la “Trascendencia”, la “felicidad” “un nuevo mundo”. Como si ahora el líder carismático condujera a su pueblo a la tierra prometida donde abunda la “leche y la miel”. Despiertan expectativas que no van a cumplir, porque tan sólo para que el estado de Zacatecas logre un progreso equiparable a los estados circunvecinos se necesitan dos o más sexenios. El principal enemigo de estas posiciones eufóricas es la realidad zacatecana.

Aquí hay una tarea para quienes piensan que están conduciendo discretamente la campaña del Movimiento. Si aun no la ven, sus adversarios políticos partidarios, coaligados o no, pronto se la pondrán de manifiesto, y tendrán que responder no solo de palabra, si no conduciendo la campaña con más realismo y modestia para no exponerse al desgaste anticipado. Si se conducen con autosuficiencia seguirán en el error y los errores de conducción se pagan caros, aunque ganen la elección.