La adicción a los aparatos móviles, celulares y tabletas, nos haces infelices e improductivos. Es el resultado de numerosos estudios certificados, se analizaron personas que miraban su aparato celular cada 16 minutos en promedio. De hecho los mismos participantes se sorprendieron de estos resultados, esto es 88 veces al día contrarresta con la imagen que tenemos de nosotros mismos donde se supone que tenemos la capacidad de decidir y controlar lo que queremos hacer de nuestro día a día.
No se niega la herramienta que es el móvil, pero es innegable que su uso indiscriminado nos quita tiempo valioso a lo largo del día, cortamos la concentración en cada intervalo que miramos el celular, queremos evitar el aburrimiento cotidiano y el celular es un buen distractor, pero esas pausas que evitamos son valiosas para auto conocernos y disfrutar el presente.
Para saber quién soy yo, se necesita tedio.
El reto es estructurar nuestro día en sentido de unidades más largas con la posibilidad de concentrarse e interactuar socialmente de una manera más profunda.
Resumiendo:
Estructurar nuestro día con unidades sin interrupciones para poder concentrarse. (evitar interrupciones)
No publicar tanto en redes y dejar de pensar en uno como persona sino como personaje.
Hay aplicaciones que miden el tiempo que dedicamos en cada caso del celular, y valorar disminución su uso.
Evitar responder inmediatamente los mensajes para no caer en esta adicción promocionado por las empresas.
En conclusión valorar su relación con su celular, podría ser un buen paso para relacionarse de una manera más profunda con sus seres queridos.