/ viernes 21 de enero de 2022

Adiós…Valedor

Definitivamente en este mes las letras se vistieron de luto. Falleció el periodista, escritor, ensayista y poeta zacatecano Tomás Mojarro. La gente lo conocía como “El Valedor”. Tenía una manera de expresión irónica, donde el formalismo quedaba a un lado para exponer sus ideas de manera inteligente, clara y directa que sus radioescuchas aceptaron generando gran número de seguidores.

Tomás Mojarro Medina nació en Jalpa, Zacatecas el 21 de septiembre de 1932. Nunca olvidó sus orígenes por ello escribió “Cañón de Juchipila”, con textos que evocan el paisaje provinciano como una forma de rendir su homenaje a través de las letras. Por cierto, existe una calle en honor al escritor.

¿De dónde le vinieron las letras? Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar de Querétaro así como Filosofía y Letras en Bellas Artes de Guadalajara. Desde joven incursionó en el periodisimo, quehacer que siempre ejerció.

Fue comentarista por muchos años de Radio UNAM; profesor en el Centro Universitario de Teatro; coordinador de talleres de lectura y de creación. Colaborador del periódico El Sol de México, Revista Mexicana de Literatura, Revista Universidad de México, Summa y Unomásuno. Becario de El Colegio de México en 1958, y del CME en narrativa, 1958 y 1959. Premio México 1973 por Trasterra.

Tomás Mojarro, tuvo una idea que llevó a la práctica. Publicó por varios años una historieta titulada “El Valedor”, que abordaba la temática de la Ciudad de México de una manera cómica y entretenida. Era muy común encontrarla en todos los kioskos los fines de semana. En el periódico Reforma, publicó la columna El Valedor.

Es importante señalar que tuvo participaciones en el cine. Actuó en el filme experimental Figuras de la Pasión, del realizador inconoclasta Rafael Corkidi en el año de 1983, como una suerte de Jesucristo pauperizado.

Dadas sus poderosas convicciones personales, siempre humilde, acostumbraba evitar los reconocimientos, galardones y declinaba los premios. “El premio coopta”, solía decir. En 1985 colaboró con Televisión Mexiquense al participar como conductor en más 100 cápsulas con temas variados bajo el nombre de "Charlas sin sentido", con guiones de su autoría.

Triste su partida, pero deja un gran legado y ejemplo. Hay voces que ya comienzan a formular ideas para rendir homenaje a este Hombre de Letras en los próximos meses. Estaremos atentos para rendirle tributo.

Definitivamente en este mes las letras se vistieron de luto. Falleció el periodista, escritor, ensayista y poeta zacatecano Tomás Mojarro. La gente lo conocía como “El Valedor”. Tenía una manera de expresión irónica, donde el formalismo quedaba a un lado para exponer sus ideas de manera inteligente, clara y directa que sus radioescuchas aceptaron generando gran número de seguidores.

Tomás Mojarro Medina nació en Jalpa, Zacatecas el 21 de septiembre de 1932. Nunca olvidó sus orígenes por ello escribió “Cañón de Juchipila”, con textos que evocan el paisaje provinciano como una forma de rendir su homenaje a través de las letras. Por cierto, existe una calle en honor al escritor.

¿De dónde le vinieron las letras? Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar de Querétaro así como Filosofía y Letras en Bellas Artes de Guadalajara. Desde joven incursionó en el periodisimo, quehacer que siempre ejerció.

Fue comentarista por muchos años de Radio UNAM; profesor en el Centro Universitario de Teatro; coordinador de talleres de lectura y de creación. Colaborador del periódico El Sol de México, Revista Mexicana de Literatura, Revista Universidad de México, Summa y Unomásuno. Becario de El Colegio de México en 1958, y del CME en narrativa, 1958 y 1959. Premio México 1973 por Trasterra.

Tomás Mojarro, tuvo una idea que llevó a la práctica. Publicó por varios años una historieta titulada “El Valedor”, que abordaba la temática de la Ciudad de México de una manera cómica y entretenida. Era muy común encontrarla en todos los kioskos los fines de semana. En el periódico Reforma, publicó la columna El Valedor.

Es importante señalar que tuvo participaciones en el cine. Actuó en el filme experimental Figuras de la Pasión, del realizador inconoclasta Rafael Corkidi en el año de 1983, como una suerte de Jesucristo pauperizado.

Dadas sus poderosas convicciones personales, siempre humilde, acostumbraba evitar los reconocimientos, galardones y declinaba los premios. “El premio coopta”, solía decir. En 1985 colaboró con Televisión Mexiquense al participar como conductor en más 100 cápsulas con temas variados bajo el nombre de "Charlas sin sentido", con guiones de su autoría.

Triste su partida, pero deja un gran legado y ejemplo. Hay voces que ya comienzan a formular ideas para rendir homenaje a este Hombre de Letras en los próximos meses. Estaremos atentos para rendirle tributo.