/ viernes 20 de noviembre de 2020

Afectación del Covid-19 ante el capital humano y logros obtenidos en salud

La pandemia del covid-19 ha traído daños no solo en la salud, también ha ocasionado un desequilibrio en los procesos médicos y sanitarios, poniendo en riesgo logros obtenidos durante décadas en protocolos médicos y de prevención establecidos previamente, derivando de ello pérdidas millonarias en inversión de los mismos y por supuesto en capital humano; agregado a esto también se disipó el avance en el control de miles de pacientes crónicos y de enfermedades graves como el cáncer, ya que el estar enfocados en la atención al problema de covid-19 se han desatendido otras acciones que sustentan al sistema de salud en nuestro país, mismo que ha costado, dinero, esfuerzo y mucho tiempo construir.

Ante el embate del covid-19 es necesario aplicar acciones enfocadas hacia una recuperación resilente, lo que significa crecer ante la adversidad y adaptarse ante las pérdidas, puesto que en muchas ocasiones el ser humano ha demostrado fuerza ante circunstancias adversas a través de su historia.

Resulta muy importante y trascendente considerar prioritariamente la atención al capital humano dedicado a la atención de la salud, ya que en este momento de pandemia y ante la lamentable pérdida de muchos de sus miembros por muerte o contagio, estos equipos están siendo desarticulados en calidad y cantidad ocasionando falta de personal que ha sido capacitado y entrenado durante muchos años de estudio y práctica clínica, disminuyendo el número de personal médico y de enfermería (principalmente) en este momento tan difícil donde se requiere de ellos en la tarea de coadyuvar en la lucha diaria contra este perverso virus y sus efectos, debido a ello es necesario se replanteen los programas de capacitación y entrenamiento para todo el personal activo después de la pandemia, ya que el propio esquema de morbilidad y mortalidad ha cambiado drásticamente, ubicando a las secuelas del covid-19 como nuevos padecimientos crónico-degenerativos que habrá que atender de manera especializada para evitar se disminuya la calidad de vida de los sobrevivientes del covid-19.

Es claro que el gran reto de todos los gobiernos no solo será invertir en crear una vacuna para detener los contagios y muertes ocasionadas por este virus, el gran reto será restaurar todo el sistema de salud tan deteriorado y lograr que este siga siendo competitivo en la solución de los padecimientos médicos y sanitarios de la población que siempre han estado vigentes, agregados a estos los que se sumen al cuadro de morbilidad después de la pandemia de covit-19.

Lo cierto es que la realidad de la humanidad ha cambiado, los paradigmas han desaparecido y la cotidianidad del hombre en la tierra se transformó de manera dramática, dando un giro profundo en todos los ámbitos de su vida. Para reflexionar


La pandemia del covid-19 ha traído daños no solo en la salud, también ha ocasionado un desequilibrio en los procesos médicos y sanitarios, poniendo en riesgo logros obtenidos durante décadas en protocolos médicos y de prevención establecidos previamente, derivando de ello pérdidas millonarias en inversión de los mismos y por supuesto en capital humano; agregado a esto también se disipó el avance en el control de miles de pacientes crónicos y de enfermedades graves como el cáncer, ya que el estar enfocados en la atención al problema de covid-19 se han desatendido otras acciones que sustentan al sistema de salud en nuestro país, mismo que ha costado, dinero, esfuerzo y mucho tiempo construir.

Ante el embate del covid-19 es necesario aplicar acciones enfocadas hacia una recuperación resilente, lo que significa crecer ante la adversidad y adaptarse ante las pérdidas, puesto que en muchas ocasiones el ser humano ha demostrado fuerza ante circunstancias adversas a través de su historia.

Resulta muy importante y trascendente considerar prioritariamente la atención al capital humano dedicado a la atención de la salud, ya que en este momento de pandemia y ante la lamentable pérdida de muchos de sus miembros por muerte o contagio, estos equipos están siendo desarticulados en calidad y cantidad ocasionando falta de personal que ha sido capacitado y entrenado durante muchos años de estudio y práctica clínica, disminuyendo el número de personal médico y de enfermería (principalmente) en este momento tan difícil donde se requiere de ellos en la tarea de coadyuvar en la lucha diaria contra este perverso virus y sus efectos, debido a ello es necesario se replanteen los programas de capacitación y entrenamiento para todo el personal activo después de la pandemia, ya que el propio esquema de morbilidad y mortalidad ha cambiado drásticamente, ubicando a las secuelas del covid-19 como nuevos padecimientos crónico-degenerativos que habrá que atender de manera especializada para evitar se disminuya la calidad de vida de los sobrevivientes del covid-19.

Es claro que el gran reto de todos los gobiernos no solo será invertir en crear una vacuna para detener los contagios y muertes ocasionadas por este virus, el gran reto será restaurar todo el sistema de salud tan deteriorado y lograr que este siga siendo competitivo en la solución de los padecimientos médicos y sanitarios de la población que siempre han estado vigentes, agregados a estos los que se sumen al cuadro de morbilidad después de la pandemia de covit-19.

Lo cierto es que la realidad de la humanidad ha cambiado, los paradigmas han desaparecido y la cotidianidad del hombre en la tierra se transformó de manera dramática, dando un giro profundo en todos los ámbitos de su vida. Para reflexionar