La Revista de la OMPI aporta un artículo que nos describe el valor trascendental de la fusión de la elegancia y sofisticación de los referentes culturales japoneses con los colores vibrantes y la exuberancia de África Occidental.
En tal sentido, refiere que, a finales de la década de 2000, el diseñador camerunés Serge Mouangue, fundador y director artístico de Wafrica, abandonó el mundo del diseño industrial y de los prototipos de automóviles para emprender el camino de una nueva narrativa estética que cuestiona la idea del origen y la identidad a través del diseño artístico.
Fascinado por su experiencia como africano residente en el Japón, y por las similitudes entre las culturas del Japón y África Occidental, resolvió crear una estética nueva que fusionara la elegancia y la sofisticación de los referentes culturales japoneses con los colores vibrantes y la exuberancia de África Occidental.
El diseñador comenta que cuando vivía en el Japón, vio algunas similitudes notables entre África y ese país. Los africanos y los japoneses pueden parecer diferentes, pero los dos países abrazan el mundo espiritual del animismo y poseen un fuerte sentido de los códigos y la jerarquía. Además se percató de que la relación que mantienen los africanos y los japoneses con sus mayores, también es la misma.
Dice el diseñador que Wafrica es una marca registrada, pero no es una marca de moda. Es una plataforma creativa en la que se pueden encontrar diversas colecciones de kimonos, actuaciones en vivo y una serie de obras de arte singulares que creamos con nuestros socios. La idea de combinar las estéticas de África Occidental y el Japón es un elemento fundamental de Wafrica. “Wa” es el antiguo nombre del Japón y significa armonía. El objetivo perseguido con Wafrica fue ir más allá del ámbito mercantil para crear un movimiento, o un fenómeno, que atraiga a la gente y le permita valorar la diversidad y verla como algo verdaderamente positivo.
Para el Sr. Mouangue, los diseñadores son gente creativa y necesitan proteger sus obras. Desafortunadamente, muchos creadores no son conscientes de la importancia que tiene ese aspecto. Los creadores existen porque aportan obras singulares al mercado. Tienen que proteger esa singularidad. Si alguien copia sus trabajos no podrán ganarse la vida ni sobrevivir como creadores.
Alude que: “Decir que los derechos de propiedad son importantes se queda corto. Los derechos de PI también obligan a los diseñadores a ser más creativos y a generar ideas y enfoques nuevos que destaquen con respecto a los de otros creadores. Si queremos seguir creando y ser de utilidad al mundo como seres humanos, tenemos que proteger nuestras creaciones. De lo contrario, no sobreviviremos. Nadie lo ha conseguido sin proteger sus obras”.
Este testimonio creativo es más que valioso para percatarnos de que la propiedad intelectual es de suma importancia para que todos los creadores y diseñadores aseguren su genio creativo.
Lo dicho… Proteger es ganar!!!