/ lunes 11 de abril de 2022

Ahora sí va a discusión

Esta semana, a partir de mañana martes, comenzará la discusión en la Cámara de Diputados de la famosísima reforma eléctrica o “Ley Bartlett”.

Esa reforma fue propuesta por el Ejecutivo Federal en el mes de octubre de 2021, desde entonces, todos los días, el Presidente López Obrador aprovecha su show de las mañanas, ese que dista de ser informativo y resulta ser un programa en el cual el Presidente se da el permiso de injuriar a todo aquél que no comparte su autócrata visión.

Y en ese mismo sentido, todos los días aprovecha para decir que él es un patriota por esta iniciativa y quienes le decimos no, somos lo contrario.

¿Realmente es tan mala esta reforma?

Partamos de algo muy importante, llevar a cabo una reforma no es malo, desde la oposición también estamos de acuerdo en la necesidad de reformar la ley vigente para el tema eléctrico.

No obstante, la iniciativa propuesta por el Presidente, como ya mucho se ha dicho, implica varios riesgos que por espacio, no me alcanzaré a desarrollar uno a uno, pero que sin embargo, con el solo mencionarlos serán más que entendibles.

Primero, la CFE pretende eliminar toda competencia alguna. Consecuencia ¿Qué pasa cuando hay demanda, pero no oferta? Los precios suben, a menos que exista alguna autoridad que regule eso. Lo que nos lleva al segundo punto.

La CFE, pretende ser quien autoregule sus precios. ¿Qué va a pasar cuando haya demanda, la oferta se concentre solo en una empresa (CFE) y además sean estos mismos los que determinen el precio?

Tercera, la CFE se quiere hacer cargo del control de la mayor parte de generación de energía eléctrica, ojo, porque es de este punto, en donde se está colgando el Gobierno de la 4T para justificar su reforma y decir que “CFE para los Mexicanos”. Correcto, suena bien. Pero así, de botepronto, sin mayor estudio, se echará por la borda las inversiones privadas existentes, y ¿Cuál es el problema de eso? Que van a venir multas, ¿Adivine con qué dinero se van a pagar? Así es, con nuestros impuestos.

Ahora bien, la CFE no ha demostrado tener la capacidad para hacerse cargo del porcentaje que pretende el Gobierno que asuma, y si esto no se tiene, hay dos posibles caminos: o el servicio será deficiente o el costo tendrá que subir para que la CFE pueda hacerse cargo.

Lo anterior solo demuestra que el punto del Gobierno Federal aún no es lo suficientemente bueno como para aprobar una iniciativa así, sin mayor estudio por parte de ellos; precisamente porque el Presidente y diputados afines, desde octubre no escucharon una sola opinión proveniente de expertos en la materia.

Por otro lado, las y los Diputados de la alianza “Va por México”, sí lo hicimos, atendimos durante 45 días diversos foros con especialistas de diferentes sectores para poder formular un listado de propuestas que si y solo si los adopta la reforma del Presidente, podrá ser votada a favor, de lo contrario, eso no sucederá, porque no se va a arriesgar a las y los mexicanos a recibir un servicio deficiente y sucio a cambio de un recibo más caro.

Esta semana, a partir de mañana martes, comenzará la discusión en la Cámara de Diputados de la famosísima reforma eléctrica o “Ley Bartlett”.

Esa reforma fue propuesta por el Ejecutivo Federal en el mes de octubre de 2021, desde entonces, todos los días, el Presidente López Obrador aprovecha su show de las mañanas, ese que dista de ser informativo y resulta ser un programa en el cual el Presidente se da el permiso de injuriar a todo aquél que no comparte su autócrata visión.

Y en ese mismo sentido, todos los días aprovecha para decir que él es un patriota por esta iniciativa y quienes le decimos no, somos lo contrario.

¿Realmente es tan mala esta reforma?

Partamos de algo muy importante, llevar a cabo una reforma no es malo, desde la oposición también estamos de acuerdo en la necesidad de reformar la ley vigente para el tema eléctrico.

No obstante, la iniciativa propuesta por el Presidente, como ya mucho se ha dicho, implica varios riesgos que por espacio, no me alcanzaré a desarrollar uno a uno, pero que sin embargo, con el solo mencionarlos serán más que entendibles.

Primero, la CFE pretende eliminar toda competencia alguna. Consecuencia ¿Qué pasa cuando hay demanda, pero no oferta? Los precios suben, a menos que exista alguna autoridad que regule eso. Lo que nos lleva al segundo punto.

La CFE, pretende ser quien autoregule sus precios. ¿Qué va a pasar cuando haya demanda, la oferta se concentre solo en una empresa (CFE) y además sean estos mismos los que determinen el precio?

Tercera, la CFE se quiere hacer cargo del control de la mayor parte de generación de energía eléctrica, ojo, porque es de este punto, en donde se está colgando el Gobierno de la 4T para justificar su reforma y decir que “CFE para los Mexicanos”. Correcto, suena bien. Pero así, de botepronto, sin mayor estudio, se echará por la borda las inversiones privadas existentes, y ¿Cuál es el problema de eso? Que van a venir multas, ¿Adivine con qué dinero se van a pagar? Así es, con nuestros impuestos.

Ahora bien, la CFE no ha demostrado tener la capacidad para hacerse cargo del porcentaje que pretende el Gobierno que asuma, y si esto no se tiene, hay dos posibles caminos: o el servicio será deficiente o el costo tendrá que subir para que la CFE pueda hacerse cargo.

Lo anterior solo demuestra que el punto del Gobierno Federal aún no es lo suficientemente bueno como para aprobar una iniciativa así, sin mayor estudio por parte de ellos; precisamente porque el Presidente y diputados afines, desde octubre no escucharon una sola opinión proveniente de expertos en la materia.

Por otro lado, las y los Diputados de la alianza “Va por México”, sí lo hicimos, atendimos durante 45 días diversos foros con especialistas de diferentes sectores para poder formular un listado de propuestas que si y solo si los adopta la reforma del Presidente, podrá ser votada a favor, de lo contrario, eso no sucederá, porque no se va a arriesgar a las y los mexicanos a recibir un servicio deficiente y sucio a cambio de un recibo más caro.