Escuchar al gobernador Alejandro Tello Cristerna reconocer que no meterá las manos al fuego por nadie de sus colaboradores, debe llamar a la reflexión de todos los integrantes del gobierno y hacer un ejercicio de autoevaluación para redefinir el rumbo de su futuro en la política y en la administración pública estatal.
El propio gobernador de Zacatecas aseguró que no va a cargar con ningún sentimiento de culpa si el PRI no repite en el gobierno en las elecciones del 2021, ya que va a gobernar quien la gente quiera que gobierne.
Palabras todas de un profundo contenido político que deben sacudir no sólo a los integrantes de su gobierno, sino a los militantes del Partido Revolucionario Institucional que siguen creyendo que tienen una amplia ventaja sólo por ser el PRI.
Hoy el gobierno está desgastado, vive una profunda crisis política y de credibilidad, especialmente en algunas instituciones que ya no pueden soportar la política de la soberbia y la prepotencia, tal como ocurre, entre otras, en la secretaría de educación.
Alejandro Tello está consciente de eso y más.
Está consciente que su gobierno vive un desgaste natural del ejercicio de gobernar que ha propiciado una enorme desconfianza de la gente, incremento en la inseguridad y la violencia, y falta de conducción en los asuntos políticos del Estado.
Por ello, como el mismo advierte, los años por venir gobernará “con una mano mucho más firme, en donde con el respeto a amigos y colaboradores, no hay cabida a errores”.
Dice estar convencido de hacer un cierre muy fuerte del gobierno.
La entrevista que hoy se publica en nuestro diario “El Sol de Zacatecas” es muy reveladora de lo que será Zacatecas en los próximos meses. Se avecina un golpe de timón y hace falta un manotazo en la mesa para reconfigurar las líneas estratégicas de atención del Gobierno.
Y no sólo por dibujar una administración que pueda ganar la confianza de la gente de cara a las elecciones del 2021, sino por los resultados que debe entregarle a los zacatecanos en el combate a la pobreza y la inseguridad, entre otros temas.
Hoy la personalidad del gobernador parece que ha cambiado para bien de Zacatecas y sus ciudadanos. No tiene mucho tiempo, está obligado a dar resultados inmediatos sin esperar nada a cambio.
El tiempo de los compromisos personales y de amistad con algunos de los funcionarios o servidoras públicas llegó a su fin. Si no entienden que los tiempos son diferentes entonces no se pueden quedar. Siempre habrá alguien que si lo quiera entender.
Esperemos que Alejandro Tello se cumpla asimismo, Zacatecas lo merece; de lo contrario, Alejandro Tello lo lamentará para siempre.
