/ viernes 26 de noviembre de 2021

AMLO en Zacatecas, una renovada esperanza

En Zacatecas se ha registrado un incremento en los hechos violentos que se presentan en la entidad. En la misma proporción, han aumentado las exigencias de los ciudadanos para regresar la paz y la tranquilidad a nuestras familias, pero también, se ha duplicado o incluso triplicado, el trabajo que deben hacer las corporaciones de seguridad y los órganos encargados de la impartición de justicia.

Y es que es preocupante que tan solo en la última semana, los medios de comunicación reportaron en sus secciones de nota roja, más de 45 homicidios dolosos que se registraron entre los municipios de Guadalupe, Zacatecas, Calera, Loreto, Villa de Cos, Ciudad Cuauhtémoc y Fresnillo. Ya no es de nadie desconocido que atravesamos una grave crisis de inseguridad.

Sin embargo, el incremento de estos lamentables sucesos no es el único elemento que conforma la situación que atraviesa Zacatecas, sino que a esto se le suma el evidente tortuguismo en los procesos de investigación de los hechos delictivos, así como la falta de una evaluación y corrección de las estrategias de seguridad.

Sé de las reuniones en las que participan las corporaciones, autoridades civiles y gobiernos de todos los niveles y tengo claro que la inseguridad no es un tema que se ignore deliberadamente. Pero lo he dicho en la mesa y hoy lo reitero en este espacio, estimado lector, el problema no es la falta de reuniones, ni siquiera de presencia y patrullaje. Lo que lastima y ha mermado la credibilidad en las instituciones ha sido la falta de resultados. Las cosas como son.

Ahora en Zacatecas, nos hemos convertido, solamente, en contadores y reconocedores de cuerpos. Ahora los boletines oficiales, a manera de logro y con triunfalismo, se regodean titulando en mayúsculas: “SE IDENTIFICARON LOS CUERPOS ENCONTRADOS EL DÍA DE AYER”. ¿En qué momento se comenzaron a eludir las responsabilidades y quedaron en letra muerta, las atribuciones que señala la ley?

¿En qué momento se fracturó y distanció la percepción ciudadana de la postura gubernamental? No podemos negar que hay una realidad, basta con pedir la opinión a cualquier zacatecano para evidenciar que hace falta mejorar las investigaciones, la atención, la comunicación entre ambos. Es lo que la gente por tanto tiempo ha suplicado, y con la visita del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, crece nuevamente la expectativa.

Porque, al igual que muchos zacatecanos que creen y conocen a nuestro Presidente, sé de su sensibilidad, y tengo una renovada confianza de que el recién anunciado “Plan de Apoyo para Zacatecas”, no será un mejoralito para la grave enfermedad de inseguridad y descomposición social que padecemos, sino que será lo que todos queremos, un verdadero despliegue de efectivos de las corporaciones y de acciones estratégicas de blindaje.

De nuestra parte, debemos continuar unidos, cerrando filas con nuestro Gobernador, David Monreal Ávila, y haciendo partícipes a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros hijos, a todos. Porque, como lo dijo nuestro primer mandatario estatal, todos somos corresponsables y debemos de cuidarnos, y seguir aportando nuestro granito de arena para regresar la paz y la tranquilidad a Zacatecas.

Nos leemos la próxima semana.

En Zacatecas se ha registrado un incremento en los hechos violentos que se presentan en la entidad. En la misma proporción, han aumentado las exigencias de los ciudadanos para regresar la paz y la tranquilidad a nuestras familias, pero también, se ha duplicado o incluso triplicado, el trabajo que deben hacer las corporaciones de seguridad y los órganos encargados de la impartición de justicia.

Y es que es preocupante que tan solo en la última semana, los medios de comunicación reportaron en sus secciones de nota roja, más de 45 homicidios dolosos que se registraron entre los municipios de Guadalupe, Zacatecas, Calera, Loreto, Villa de Cos, Ciudad Cuauhtémoc y Fresnillo. Ya no es de nadie desconocido que atravesamos una grave crisis de inseguridad.

Sin embargo, el incremento de estos lamentables sucesos no es el único elemento que conforma la situación que atraviesa Zacatecas, sino que a esto se le suma el evidente tortuguismo en los procesos de investigación de los hechos delictivos, así como la falta de una evaluación y corrección de las estrategias de seguridad.

Sé de las reuniones en las que participan las corporaciones, autoridades civiles y gobiernos de todos los niveles y tengo claro que la inseguridad no es un tema que se ignore deliberadamente. Pero lo he dicho en la mesa y hoy lo reitero en este espacio, estimado lector, el problema no es la falta de reuniones, ni siquiera de presencia y patrullaje. Lo que lastima y ha mermado la credibilidad en las instituciones ha sido la falta de resultados. Las cosas como son.

Ahora en Zacatecas, nos hemos convertido, solamente, en contadores y reconocedores de cuerpos. Ahora los boletines oficiales, a manera de logro y con triunfalismo, se regodean titulando en mayúsculas: “SE IDENTIFICARON LOS CUERPOS ENCONTRADOS EL DÍA DE AYER”. ¿En qué momento se comenzaron a eludir las responsabilidades y quedaron en letra muerta, las atribuciones que señala la ley?

¿En qué momento se fracturó y distanció la percepción ciudadana de la postura gubernamental? No podemos negar que hay una realidad, basta con pedir la opinión a cualquier zacatecano para evidenciar que hace falta mejorar las investigaciones, la atención, la comunicación entre ambos. Es lo que la gente por tanto tiempo ha suplicado, y con la visita del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, crece nuevamente la expectativa.

Porque, al igual que muchos zacatecanos que creen y conocen a nuestro Presidente, sé de su sensibilidad, y tengo una renovada confianza de que el recién anunciado “Plan de Apoyo para Zacatecas”, no será un mejoralito para la grave enfermedad de inseguridad y descomposición social que padecemos, sino que será lo que todos queremos, un verdadero despliegue de efectivos de las corporaciones y de acciones estratégicas de blindaje.

De nuestra parte, debemos continuar unidos, cerrando filas con nuestro Gobernador, David Monreal Ávila, y haciendo partícipes a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros hijos, a todos. Porque, como lo dijo nuestro primer mandatario estatal, todos somos corresponsables y debemos de cuidarnos, y seguir aportando nuestro granito de arena para regresar la paz y la tranquilidad a Zacatecas.

Nos leemos la próxima semana.