/ martes 11 de junio de 2019

AMLO y la relación de México con Estados Unidos

Aunque en los chistes que contamos, cuando menos los que se refieren a los norteamericanos, en los que el mexicano siempre ganaba en los albures y discusiones al gringo, ahora resulta que el gringo, en este caso el presidente Trump, nos alburea y lanza amenazas contra México y los mexicanos en las que sí, sin duda, llevamos las de perder.

En la actual situación, no obstante, las celebraciones del presidente AMLO por, supuestamente, haber contenido al presidente Trump, nos conmueve (supongo) a muchos mexicanos que los niños migrantes de otras latitudes del mundo que están atravesando nuestro territorio nacional no tengan para comer.

No me ha tocado hasta ahora ver algún grupo en el que también haya personas de la tercera edad haciendo largas caminatas y aguantando huelgas de hambre inhumanas. ¡Sería ya el colmo de la aflicción!

Me ha tocado ciertamente ver a caravanas de migrantes en las carreteras de Zacatecas y, de manera obligada (por estricta caridad humana, como me enseñaron mis padres) se apiada uno de ellos y aunque sea lo referente a lo que cuestan algunos tacos, pero uno suelta el dinero para tratar de mitigar sobre todo el hambre de los pequeños y de los mayores de edad.

En mi ciudadana opinión, debería, sí, darse un acuerdo para que los migrantes no permanecieran tanto tiempo nuestros espacios mexicanos sin el debido permiso migratorio, en este caso de los que quieren introducirse a Estados Unidos de América, estimo que la casi totalidad de ellos.

Porque los mexicanos no podemos, en la situación actual, procurar la ayuda a nuestros marginados –¡a nuestros propios marginados! –y estar al mismo tiempo ayudando a los relegados del mundo. No creo que haya disponible tan cuantiosas cantidades de dinero para ayudar a decenas de miles de migrantes en esas condiciones.

Pero también algo que debieran cuidar de manera diligente las autoridades mexicanas es evitar a toda costa que se introduzcan a nuestro territorio nacional peligrosos delincuentes internacionales o delincuentes perseguidos en otros países. ¿Qué cómo saber si son delincuentes los que quieren atravesar nuestro territorio nacional? Pues eso será cuestión de no sólo las policías, sino asimismo de nuestra Marina y Ejército, instancias que tienen a especialistas en esas materias.

El hecho incuestionable es que andamos mal en esos rubros, al margen de las rumbosas celebraciones de nuestro presidente AMLO en Tijuana.

Aunque en los chistes que contamos, cuando menos los que se refieren a los norteamericanos, en los que el mexicano siempre ganaba en los albures y discusiones al gringo, ahora resulta que el gringo, en este caso el presidente Trump, nos alburea y lanza amenazas contra México y los mexicanos en las que sí, sin duda, llevamos las de perder.

En la actual situación, no obstante, las celebraciones del presidente AMLO por, supuestamente, haber contenido al presidente Trump, nos conmueve (supongo) a muchos mexicanos que los niños migrantes de otras latitudes del mundo que están atravesando nuestro territorio nacional no tengan para comer.

No me ha tocado hasta ahora ver algún grupo en el que también haya personas de la tercera edad haciendo largas caminatas y aguantando huelgas de hambre inhumanas. ¡Sería ya el colmo de la aflicción!

Me ha tocado ciertamente ver a caravanas de migrantes en las carreteras de Zacatecas y, de manera obligada (por estricta caridad humana, como me enseñaron mis padres) se apiada uno de ellos y aunque sea lo referente a lo que cuestan algunos tacos, pero uno suelta el dinero para tratar de mitigar sobre todo el hambre de los pequeños y de los mayores de edad.

En mi ciudadana opinión, debería, sí, darse un acuerdo para que los migrantes no permanecieran tanto tiempo nuestros espacios mexicanos sin el debido permiso migratorio, en este caso de los que quieren introducirse a Estados Unidos de América, estimo que la casi totalidad de ellos.

Porque los mexicanos no podemos, en la situación actual, procurar la ayuda a nuestros marginados –¡a nuestros propios marginados! –y estar al mismo tiempo ayudando a los relegados del mundo. No creo que haya disponible tan cuantiosas cantidades de dinero para ayudar a decenas de miles de migrantes en esas condiciones.

Pero también algo que debieran cuidar de manera diligente las autoridades mexicanas es evitar a toda costa que se introduzcan a nuestro territorio nacional peligrosos delincuentes internacionales o delincuentes perseguidos en otros países. ¿Qué cómo saber si son delincuentes los que quieren atravesar nuestro territorio nacional? Pues eso será cuestión de no sólo las policías, sino asimismo de nuestra Marina y Ejército, instancias que tienen a especialistas en esas materias.

El hecho incuestionable es que andamos mal en esos rubros, al margen de las rumbosas celebraciones de nuestro presidente AMLO en Tijuana.