Ante un modelo educativo 2018 que está por iniciar en el próximo ciclo escolar 2018-2019 en la educación obligatoria del Sistema Educativo Nacional, es inminente la posibilidad de que sea un documento no concluido, ya que, mucho se ha dicho sobre la llamada Reforma Educativa por el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Será fundamental el análisis sobre la estructurar del currículo, que responde a tres componentes y éstos a su vez a la naturaleza diferenciada de los aprendizajes propuestos para cada componente y a la especificidad de la gestión de cada espacio curricular.
Es preciso hacer notar que la denominación de los dos primeros se refiere al tipo de contenidos que cada uno abarca, mientras que el tercero se refiere específicamente a las decisiones de gestión sobre los contenidos de ese componente.
Si bien cada componente cuenta con espacios curriculares y tiempos lectivos específicos, los tres, según el currículo, interactúan para formar integralmente al educando.
Se entiende que los componentes curriculares, representan un esquema integrador de los tres componentes y permite visualizar de manera gráfica la articulación del currículo. Los tres son igualmente importantes y ningún componente debe tener mayor peso sobre los otros dos.
Es ante esta lógica curricular que se hace necesario que hoy se hable de un elemento que coadyuve a la integralidad en el conocimiento, y surge la concepción curricular, llamada: “aprendizaje clave”; que es entendido como un conjunto de conocimientos, prácticas, habilidades, actitudes y valores fundamentales que contribuyen sustancialmente al crecimiento integral del estudiante, los cuales se desarrollan específicamente en la escuela y que, de no ser aprendidos, dejarían carencias difíciles de compensar en aspectos cruciales para su vida.
Se tiene el convencimiento, en el modelo 2018, que el logro de aprendizajes clave posibilita que la persona desarrolle un proyecto de vida y disminuye el riesgo de que sea excluida socialmente.
En contraste, hay otros aprendizajes que, aunque contribuyan positivamente al desarrollo de la persona, pueden lograrse con posterioridad a la educación básica o por vías distintas a las escolares. Es aquí, donde el reto a la retroalimentación, es posible que sufra cambios; la última palabra la tiene la política educativa del Gobierno que encabezará a partir del 01 de diciembre, el Lic. Andrés Manuel López Obrador.
Estimado lector, agradezco de antemano la atención prestada al presente; y como siempre, ¡¡usted tiene la última palabra…VIVA LA VIDA!!