/ viernes 8 de octubre de 2021

Banca por internet: nada la detiene

En el año 2021, el 98% de las transacciones financieras han sido electrónicas, con registro de más de 62 millones de usuarios de banca por internet y 58 millones de contratos de banca móvil. Las transferencias electrónicas se han multiplicado por casi 50 veces desde el año 2000; en ese mismo año el 86% de las operaciones eran con cheque físico.

Los datos anteriores se dieron a conocer en la apertura de la Semana Nacional de Educación Financiera (SNEF) de la CONDUSEF (es año se realiza en línea por la pandemia) que tiene como fin el sensibilizar a la población sobre la importancia de desarrollar capacidades financieras suficientes, para administrar y aprovechar de la mejor manera los recursos con los que cuenta, así como orientar a los mexicanos radicados en el exterior,

Se informó además que se han realizado más de 767 millones de transacciones por internet de enero-junio 2021 y a través de banca móvil 859 millones de transacciones; cifras que demuestran que la transformación digital de la banca en México es una realidad y la masificación de nuevos canales transaccionales genera grandes oportunidades, sin embargo, también grandes retos marcadamente en el tema de seguridad.

Ante ello, la educación financiera es una herramienta fundamental para cerrar las brechas de quienes ya se benefician de la bancarización y quienes aún están excluidos de esta, incluso debemos entenderla como un medio para generar riqueza y bienestar para los individuos, pero en el agregado, para nuestro país en su conjunto.

Existen estudios que revelan que un mayor nivel de educación financiera se traduce en un aumento del bienestar económico para el conjunto de la población; la gente con más conocimientos financieros tiene más probabilidades de planificar y ahorrar para la jubilación, tener ahorros y administrar mejor sus deudas.

En nuestro país, no contamos aún con esa educación financiera propiamente dicha, pero en el proceso de reforma curricular en el que ahora estamos inmersos, estamos tomando en cuenta el hecho de que, a través de ella, las y los estudiantes pueden obtener herramientas que les permitirá desenvolverse mejor y asegurar una mejor calidad de vida.

La educación financiera está incorporando cada vez más los temas de sustentabilidad, impacto ambiental, impacto social, criptoactivos, plataformas tecnológicas para comprar seguros, realizar pagos y levantar financiamiento, es decir, la educación financiera está incrementando su vinculación con el medio ambiente, la sociedad y la economía digital.

En el año 2021, el 98% de las transacciones financieras han sido electrónicas, con registro de más de 62 millones de usuarios de banca por internet y 58 millones de contratos de banca móvil. Las transferencias electrónicas se han multiplicado por casi 50 veces desde el año 2000; en ese mismo año el 86% de las operaciones eran con cheque físico.

Los datos anteriores se dieron a conocer en la apertura de la Semana Nacional de Educación Financiera (SNEF) de la CONDUSEF (es año se realiza en línea por la pandemia) que tiene como fin el sensibilizar a la población sobre la importancia de desarrollar capacidades financieras suficientes, para administrar y aprovechar de la mejor manera los recursos con los que cuenta, así como orientar a los mexicanos radicados en el exterior,

Se informó además que se han realizado más de 767 millones de transacciones por internet de enero-junio 2021 y a través de banca móvil 859 millones de transacciones; cifras que demuestran que la transformación digital de la banca en México es una realidad y la masificación de nuevos canales transaccionales genera grandes oportunidades, sin embargo, también grandes retos marcadamente en el tema de seguridad.

Ante ello, la educación financiera es una herramienta fundamental para cerrar las brechas de quienes ya se benefician de la bancarización y quienes aún están excluidos de esta, incluso debemos entenderla como un medio para generar riqueza y bienestar para los individuos, pero en el agregado, para nuestro país en su conjunto.

Existen estudios que revelan que un mayor nivel de educación financiera se traduce en un aumento del bienestar económico para el conjunto de la población; la gente con más conocimientos financieros tiene más probabilidades de planificar y ahorrar para la jubilación, tener ahorros y administrar mejor sus deudas.

En nuestro país, no contamos aún con esa educación financiera propiamente dicha, pero en el proceso de reforma curricular en el que ahora estamos inmersos, estamos tomando en cuenta el hecho de que, a través de ella, las y los estudiantes pueden obtener herramientas que les permitirá desenvolverse mejor y asegurar una mejor calidad de vida.

La educación financiera está incorporando cada vez más los temas de sustentabilidad, impacto ambiental, impacto social, criptoactivos, plataformas tecnológicas para comprar seguros, realizar pagos y levantar financiamiento, es decir, la educación financiera está incrementando su vinculación con el medio ambiente, la sociedad y la economía digital.