No sé si esta democracia digital es mejor que la otra o no, pero sí sé que es diferente. Es un termómetro, no solo para medir a la gente —no sé si la más preparada, desocupada, entendida o la más motivada—, aunque sea mediante compra. Pero sí sé que es un indicativo de estados de ánimo y, en contra de lo que los políticos creen, en la política los estados de ánimo lo son todo.
Los pueblos no son niños, no se puede pretender convencerles de que se les va a aplicar el mejor tratamiento.
Un buen gobierno siempre será un buen gobierno, solo que no existe si el pueblo que gobierna no lo percibe como tal. Los pueblos no son niños, no se puede pretender convencerles de que se les va a aplicar el mejor tratamiento porque lo entenderán, cuando sean mayores.
¿Es muy difícil la democracia representativa en este sistema?¿Es esta democracia peor que aquella? No lo sé. Todas las democracias se basan en que podemos elegir a nuestros gobernantes, pero todas deberían, además, tener en cuenta que un mal paso, no debería ser una hipoteca de nuestra vida. ¡Sálvese la libertad!