Los ciudadanos comunes estamos ante el riesgo de no incrementar nuestra calidad de vida ni se mejore la gobernabilidad pues para el proceso electoral 2021 observamos muchos precandidatos de poco talento, bajo nivel cultural, que no saben lo mínimo deseable de administración pública, son ambiciosos e hipócritas.
De lo anterior, resulta indispensable que al interior de cada partido y coalición se seleccionen mujeres y hombres muy capaces para ofrecer alternativas factibles de elección a la ciudadanía, ya no proponernos a personajes populares pero incompetentes, o quienes tienen dinero para comprar la candidatura ya que ven en ésta la oportunidad de hacer negocio con dinero público, tampoco a quienes sólo desean satisfacer un ego o mantener puestos de elección para un grupo que ostenta el poder al interior de cada partido.
Si bien constitucionalmente está mandatado que todo ciudadano tiene derecho a ser elegido sin distingo alguno por raza, género, religión, nivel educativo u orientación sexual, está demostrado que tenemos un exceso de gobernantes y legisladores corruptos y sin capacidad gubernamental no contribuyendo a un mejor municipio, estado o país. Hay buenos gobernantes y legisladores pero algunos luego responden a intereses personales o de grupo. Esto se observa en todos los partidos que ya tienen militantes en cargos de elección o designación, desafortunadamente los ciudadanos tenemos que soportar a senadoras con serios problemas emocionales, a diputados federales que tienen odio y rencor a adversarios políticos, a funcionarios que hacen negocios nada honestos con empresarios nada honorables, malos manejos que impactan negativamente en cantidades y orientación del gasto presupuestal, pero sobre todo en la confianza ciudadana.
Así, en esta etapa de precampañas o precandidaturas, quienes toman decisiones dentro de cada partido obligadamente ya deben atender el desarrollo humano sustentable mediante la estrategia de formulación de propuestas que sus miembros en cargos gubernamentales legislativos realicen, implementen y sobre todo asegurar sean exitosas. Ya no dar muestras de partidos que propone gente mediocre pues demuestran ser un partido mediocre y desafortunadamente ocasionan actividad legislativa y gubernamental mediocre que los mexicanos no merecemos, además la partidocracia nos cuesta miles de millones de pesos mantenerla.
Aún es momento propicio para que cada partido dignifique la actividad política seleccionando a mujeres y hombres con reales cualidades legislativas y de gobernabilidad. Es momento que cada instituto político asuma su responsabilidad ante su catástrofe ocasionada desde décadas. Hacer falta candidatos que dignifiquen la política mexicana.
