/ viernes 8 de abril de 2022

Cómo gastar…

En diferentes espacios tanto del mundo cibernético, electrónico como en publicaciones, aparecen sugerencias sobre la forma de cuidar tu dinero. Pocos, te dicen la forma de gastar el recurso. La idea es que mediante un adecuado control, es posible que se tenga la posibilidad de un ahorro importante.

Empecemos. Hay que elaborar una lista que contemple todos los gastos fijos. Esta erogación se constituye en lo que pagamos todos los meses, como renta, agua, gas, luz, teléfono, gasolina del auto, internet, etc. Es importante que la tengas a la vista, se sugiere en el refrigerador.

Ahora bien, antes de pagar los todos los gastos fijos, trata de reservar al menos el 10% de tu renta para invertirlo o ahorrarlo. Esta será una excelente medida para entender de forma simple cómo administrar el dinero, en caso que no tengas mucho tiempo para hacer algunos cálculos. Si ganas un sueldo fijo mensual, esto significa que debes separarlo del mismo. Si trabajas como autónomo, ese porcentaje se separa de todas tus ganancias del mes.

Otra forma de mantener tu dinero sin problemas, es que los préstamos o medios de financiamiento, deben aplicarse solamente en casos necesarios y que del dinero adecuadamente administrado, te permita poder realizar las amortizaciones oportunas para evitar retrasos que resultan costosos y lo peor, te boletinan de manera negativa ante el buró de crédito.

Aprende a invertir. Es una forma de asegurarse de que no gastarás tu dinero en algo superfluo. Pero cuando usamos la palabra “inversión”, puede parecer que estamos hablando de algo que requiere mucho conocimiento previo. No es así. Existen cuentas de ahorro y de inversión. Lo más importante es que preguntes a su ejecutivo o asesor los posibles factores que pudieran generar riesgo de tu dinero.

Finalmente, hay que establecer objetivos de carácter financiero, que pueden ser a corto, mediano y largo plazo. El consejo es evitar sorpresas desagradables que afecten la economía familiar y por consiguiente se genere un estrés que conlleve a enfermedades, que provocaría gastos no previstos.

En diferentes espacios tanto del mundo cibernético, electrónico como en publicaciones, aparecen sugerencias sobre la forma de cuidar tu dinero. Pocos, te dicen la forma de gastar el recurso. La idea es que mediante un adecuado control, es posible que se tenga la posibilidad de un ahorro importante.

Empecemos. Hay que elaborar una lista que contemple todos los gastos fijos. Esta erogación se constituye en lo que pagamos todos los meses, como renta, agua, gas, luz, teléfono, gasolina del auto, internet, etc. Es importante que la tengas a la vista, se sugiere en el refrigerador.

Ahora bien, antes de pagar los todos los gastos fijos, trata de reservar al menos el 10% de tu renta para invertirlo o ahorrarlo. Esta será una excelente medida para entender de forma simple cómo administrar el dinero, en caso que no tengas mucho tiempo para hacer algunos cálculos. Si ganas un sueldo fijo mensual, esto significa que debes separarlo del mismo. Si trabajas como autónomo, ese porcentaje se separa de todas tus ganancias del mes.

Otra forma de mantener tu dinero sin problemas, es que los préstamos o medios de financiamiento, deben aplicarse solamente en casos necesarios y que del dinero adecuadamente administrado, te permita poder realizar las amortizaciones oportunas para evitar retrasos que resultan costosos y lo peor, te boletinan de manera negativa ante el buró de crédito.

Aprende a invertir. Es una forma de asegurarse de que no gastarás tu dinero en algo superfluo. Pero cuando usamos la palabra “inversión”, puede parecer que estamos hablando de algo que requiere mucho conocimiento previo. No es así. Existen cuentas de ahorro y de inversión. Lo más importante es que preguntes a su ejecutivo o asesor los posibles factores que pudieran generar riesgo de tu dinero.

Finalmente, hay que establecer objetivos de carácter financiero, que pueden ser a corto, mediano y largo plazo. El consejo es evitar sorpresas desagradables que afecten la economía familiar y por consiguiente se genere un estrés que conlleve a enfermedades, que provocaría gastos no previstos.