/ miércoles 29 de julio de 2020

Complicado escenario económico zacatecano

Nuestra entidad tiene desaceleración económica, muestra bajo potencial de desarrollo y efectos de actual pandemia, por ende tendremos mayor dificultad para avanzar a estadio superior del bienestar deseable.

La afirmación anterior, no es mero supuesto sino realidad. Analicemos el escenario económico de Zacatecas.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), refiere que durante 2018 de cada 100 zacatecanos -en números enteros- 47 viven en pobreza, de los cuales 3 en pobreza extrema (miseria), 29 viven en vulnerabilidad económica, 8 en vulnerabilidad social, que sólo 17 de cada 100 zacatecanos no son pobres ni vulnerables (https://www.coneval.org.mx/coordinacion/entidades/Zacatecas/Paginas/Pobreza_20108.aspx). Del INEGI se obtiene que Zacatecas aporta 85 centavos de cada $100 de riqueza o producto interno bruto (PIB) generado durante 2018 en todo el país, agreguemos que en Zacatecas el sector de comercio y servicios es quien mayor aporta al PIB, seguido de la industria y en menor medida la actividad agropecuaria; el indicador trimestral de la actividad económica estatal (ITAEE) en 2019 fue de 101.4% respecto al 100.0% de 2013, pero bajó 4.2% respecto al año anterior (https://www.inegi.org.mx/app/areasgeograficas/?ag=32). A nivel nacional se pronostica que el PIB nacional disminuirá hasta un 10% por efectos económicos debido a la pandemia por COVID-19 (https://www.cepal.org/es/comunicados/pandemia-covid-19-llevara-la-mayor-contraccion-la-actividad-economica), así para nuestra entidad la disminución sería a 76 centavos.

Estos datos corresponden a un escenario estatal con severa disminución de dinámica económica, quizá resulte un mayor impacto negativo por nuestro bajo potencial de desarrollo afectando la economía del hogar y de empresas como también en finanzas públicas del Gobierno del Estado.

Un conjunto de soluciones oportunas y viables ante tal situación se perciben complicadas de implementar y más asegurar sean exitosas, pues nuestra entidad depende bastante de la economía nacional y polos de desarrollo regionales pues como sociedad importamos vestimenta, alimentación, maquinaria y refacciones industriales, energéticos, medicamentos, insumos tecnológicos mayormente de cómputo, servicios bancario-financieros y varios más insumos/bienes y servicios. Tal dependencia es científico-tecnológica, productiva, de cultura empresarial y presupuesto gubernamental que nos genera una inacción preocupante.

Para superar ello requerimos compromiso o pacto de todos los ciudadanos y coordinado por el Gobierno del Estado, que mediante foros de consulta utilizando internet y con carácter resolutivos, los empresarios, profesionales, académicos, investigadores y público en general propongan estrategias y acciones, sin posturas político-electorales del 2021. Es menester tener visión y acción integradas y acertadas para mejor desarrollo estatal.

Nuestra entidad tiene desaceleración económica, muestra bajo potencial de desarrollo y efectos de actual pandemia, por ende tendremos mayor dificultad para avanzar a estadio superior del bienestar deseable.

La afirmación anterior, no es mero supuesto sino realidad. Analicemos el escenario económico de Zacatecas.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), refiere que durante 2018 de cada 100 zacatecanos -en números enteros- 47 viven en pobreza, de los cuales 3 en pobreza extrema (miseria), 29 viven en vulnerabilidad económica, 8 en vulnerabilidad social, que sólo 17 de cada 100 zacatecanos no son pobres ni vulnerables (https://www.coneval.org.mx/coordinacion/entidades/Zacatecas/Paginas/Pobreza_20108.aspx). Del INEGI se obtiene que Zacatecas aporta 85 centavos de cada $100 de riqueza o producto interno bruto (PIB) generado durante 2018 en todo el país, agreguemos que en Zacatecas el sector de comercio y servicios es quien mayor aporta al PIB, seguido de la industria y en menor medida la actividad agropecuaria; el indicador trimestral de la actividad económica estatal (ITAEE) en 2019 fue de 101.4% respecto al 100.0% de 2013, pero bajó 4.2% respecto al año anterior (https://www.inegi.org.mx/app/areasgeograficas/?ag=32). A nivel nacional se pronostica que el PIB nacional disminuirá hasta un 10% por efectos económicos debido a la pandemia por COVID-19 (https://www.cepal.org/es/comunicados/pandemia-covid-19-llevara-la-mayor-contraccion-la-actividad-economica), así para nuestra entidad la disminución sería a 76 centavos.

Estos datos corresponden a un escenario estatal con severa disminución de dinámica económica, quizá resulte un mayor impacto negativo por nuestro bajo potencial de desarrollo afectando la economía del hogar y de empresas como también en finanzas públicas del Gobierno del Estado.

Un conjunto de soluciones oportunas y viables ante tal situación se perciben complicadas de implementar y más asegurar sean exitosas, pues nuestra entidad depende bastante de la economía nacional y polos de desarrollo regionales pues como sociedad importamos vestimenta, alimentación, maquinaria y refacciones industriales, energéticos, medicamentos, insumos tecnológicos mayormente de cómputo, servicios bancario-financieros y varios más insumos/bienes y servicios. Tal dependencia es científico-tecnológica, productiva, de cultura empresarial y presupuesto gubernamental que nos genera una inacción preocupante.

Para superar ello requerimos compromiso o pacto de todos los ciudadanos y coordinado por el Gobierno del Estado, que mediante foros de consulta utilizando internet y con carácter resolutivos, los empresarios, profesionales, académicos, investigadores y público en general propongan estrategias y acciones, sin posturas político-electorales del 2021. Es menester tener visión y acción integradas y acertadas para mejor desarrollo estatal.