/ domingo 31 de marzo de 2019

Compras de gobierno y contenido nacional, motor de la economía

Las compras que realizan los organismos e instituciones gubernamentales representan un egreso significativo de los recursos públicos, y cuando en ellas se privilegia la transparencia, libre competencia y contenido nacional, son un instrumento importante para el crecimiento socioeconómico del país, la activación de la economía y el impulso de las pymes.

La semana pasada se publicó la Evaluación del Sistema de Compras y Contrataciones Públicas de México, realizada por la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SESNA), con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Si bien existe un sistema robusto que garantiza el suministro regularizado de bienes y servicios al Gobierno, también “hay oportunidades de elevar los niveles de transparencia, ahorro y eficacia de sus contrataciones a través del fortalecimiento de algunos componentes de su sistema”.

Estas compras se realizan con los impuestos de todos los mexicanos, por lo que la opción más transparente y eficiente sería la licitación pública con la participación de todas las empresas nacionales, y en los casos necesarios también internacionales. Sin embargo, el estudio señala que la adjudicación directa representa alrededor del 80% del número de contratos, y más de 40% del monto total.

Estos señalamientos no son nuevos. Ya en 2017 la Cámara de Diputados publicó el libro “Riesgos y oportunidades en las compras del Gobierno Federal”, en donde se indica que una mayor transparencia generaría un ahorro de hasta 1% del PIB nacional. Con estos recursos fácilmente se podría triplicar el presupuesto destinado a CTI (actualmente 0.5% del PIB).

Y en 2018 el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) publicó el “Índice de Riesgos de Corrupción: El sistema mexicano de contrataciones públicas”, en donde se señala que CFE, Pemex, ISSSTE e IMSS concentran el 66% de las compras públicas, las cuales presentan un alto riesgo debido a su gran tamaño y el monto de los contratos.

Estas prácticas van en detrimento de la calidad de los servicios y productos que se adquieren, e impactan de manera negativa en la competitividad del sector productivo nacional. Por ello, para mejorar el Sistema de Compras Públicas es necesario trabajar en cuatro pilares: marco legislativo, capacidad de gestión, prácticas de mercado, y transparencia.

Entre las principales recomendaciones para fortalecerlos, el SESNA propone: 1) contar con una Ley General de Contrataciones Públicas, 2) una plataforma electrónica única de uso obligatorio, con funciones actualizadas (CompraNet); 3) profesionalización de los funcionarios y las unidades contratadoras; y 4) licitaciones públicas y compras a través de catálogos electrónicos.

Sin duda, las compras públicas son uno de los principales motores de la economía mexicana, por lo que es deseable que se realicen con la mayor transparencia, apostando por el talento de los mexicanos y la calidad de los productos nacionales.


*Tesorero de Canacintra Nacional

Las compras que realizan los organismos e instituciones gubernamentales representan un egreso significativo de los recursos públicos, y cuando en ellas se privilegia la transparencia, libre competencia y contenido nacional, son un instrumento importante para el crecimiento socioeconómico del país, la activación de la economía y el impulso de las pymes.

La semana pasada se publicó la Evaluación del Sistema de Compras y Contrataciones Públicas de México, realizada por la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SESNA), con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Si bien existe un sistema robusto que garantiza el suministro regularizado de bienes y servicios al Gobierno, también “hay oportunidades de elevar los niveles de transparencia, ahorro y eficacia de sus contrataciones a través del fortalecimiento de algunos componentes de su sistema”.

Estas compras se realizan con los impuestos de todos los mexicanos, por lo que la opción más transparente y eficiente sería la licitación pública con la participación de todas las empresas nacionales, y en los casos necesarios también internacionales. Sin embargo, el estudio señala que la adjudicación directa representa alrededor del 80% del número de contratos, y más de 40% del monto total.

Estos señalamientos no son nuevos. Ya en 2017 la Cámara de Diputados publicó el libro “Riesgos y oportunidades en las compras del Gobierno Federal”, en donde se indica que una mayor transparencia generaría un ahorro de hasta 1% del PIB nacional. Con estos recursos fácilmente se podría triplicar el presupuesto destinado a CTI (actualmente 0.5% del PIB).

Y en 2018 el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) publicó el “Índice de Riesgos de Corrupción: El sistema mexicano de contrataciones públicas”, en donde se señala que CFE, Pemex, ISSSTE e IMSS concentran el 66% de las compras públicas, las cuales presentan un alto riesgo debido a su gran tamaño y el monto de los contratos.

Estas prácticas van en detrimento de la calidad de los servicios y productos que se adquieren, e impactan de manera negativa en la competitividad del sector productivo nacional. Por ello, para mejorar el Sistema de Compras Públicas es necesario trabajar en cuatro pilares: marco legislativo, capacidad de gestión, prácticas de mercado, y transparencia.

Entre las principales recomendaciones para fortalecerlos, el SESNA propone: 1) contar con una Ley General de Contrataciones Públicas, 2) una plataforma electrónica única de uso obligatorio, con funciones actualizadas (CompraNet); 3) profesionalización de los funcionarios y las unidades contratadoras; y 4) licitaciones públicas y compras a través de catálogos electrónicos.

Sin duda, las compras públicas son uno de los principales motores de la economía mexicana, por lo que es deseable que se realicen con la mayor transparencia, apostando por el talento de los mexicanos y la calidad de los productos nacionales.


*Tesorero de Canacintra Nacional