/ viernes 19 de marzo de 2021

Confrontación entre Poderes Judicial y Ejecutivo

Hay fuerte pugna entre el Poder Judicial de la Federación y el Poder Ejecutivo Federal, situación desfavorable para la gobernabilidad de nuestro país, por ello la necesidad de dialogo exitoso y convivencia entre estos Poderes.

La decisión de un juez en detener el proceso de modificación en comercialización y distribución de energía eléctrica por el Estado-Gobierno, generó serias diferencias entre el Poder Ejecutivo con el Poder Judicial, vemos un contexto retador pues ya hay más decisiones de jueces en detener lo anterior, una reacción en cadena.

De acuerdo con INEGI (2015), en la Suprema Corte de Justicia, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y en el Consejo de la Judicatura Federal, laboran 44 mil 560 personas. También de INEGI (2018) la percepción ciudadana sobre nivel de “muy efectivo” de los jueces es 11.6% y el nivel de “mucha confianza” en los jueces es 14.8%. Números que indican sobre la calidad del desempeño de los jueces ahora motivo de fuertes señalamientos, además es necesario precisar que en realidad son muy pocos jueces y magistrados señalados de corrupción y toma de decisiones tendenciosas, pero impactan desfavorablemente en el Poder Judicial.

El Estado-Nación a través de su estructura gubernamental federal debe cumplir y hacer cumplir con la filosofía humanista de nuestra Constitución, propiciar empresas (desde micro hasta grandes) con rentabilidad financiera y que nuestros recursos naturales pertenezcan al pueblo mexicano y no a empresas extranjeras, por ello personalmente considero correcto disminuir la participación extranjera y privada en sectores estratégicos como el energético, urbanismo, salud o educación. Ante la pérdida de utilidades por dejar de invertir en condiciones muy favorables, grandes empresas internacionales y nacionales están molestas y por ende elaboran estrategias y realizan acciones para evitar el avance de la participación del Estado-Nación en rubros económicos claves, pues ya no tienen utilidades multimillonarias mensualmente, hay un poder económico que imponía condiciones o reglas en lo político y gubernamental, incluyendo la legislación y la impartición de justicia. Este es el tema principal que argumenta el Gobierno Federal y que causa molestia en el Poder Judicial, pero en realidad se percibe pugna entre una izquierda que quiere transformaciones contra una derecha que pretende mantener privilegios a las élites.

No conviene ninguna confrontación, es mejor evitar un “choque de trenes” estableciendo esquemas de convivencia y armonía en ambos Poderes anteponiendo “la patria es primero”.


Hay fuerte pugna entre el Poder Judicial de la Federación y el Poder Ejecutivo Federal, situación desfavorable para la gobernabilidad de nuestro país, por ello la necesidad de dialogo exitoso y convivencia entre estos Poderes.

La decisión de un juez en detener el proceso de modificación en comercialización y distribución de energía eléctrica por el Estado-Gobierno, generó serias diferencias entre el Poder Ejecutivo con el Poder Judicial, vemos un contexto retador pues ya hay más decisiones de jueces en detener lo anterior, una reacción en cadena.

De acuerdo con INEGI (2015), en la Suprema Corte de Justicia, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y en el Consejo de la Judicatura Federal, laboran 44 mil 560 personas. También de INEGI (2018) la percepción ciudadana sobre nivel de “muy efectivo” de los jueces es 11.6% y el nivel de “mucha confianza” en los jueces es 14.8%. Números que indican sobre la calidad del desempeño de los jueces ahora motivo de fuertes señalamientos, además es necesario precisar que en realidad son muy pocos jueces y magistrados señalados de corrupción y toma de decisiones tendenciosas, pero impactan desfavorablemente en el Poder Judicial.

El Estado-Nación a través de su estructura gubernamental federal debe cumplir y hacer cumplir con la filosofía humanista de nuestra Constitución, propiciar empresas (desde micro hasta grandes) con rentabilidad financiera y que nuestros recursos naturales pertenezcan al pueblo mexicano y no a empresas extranjeras, por ello personalmente considero correcto disminuir la participación extranjera y privada en sectores estratégicos como el energético, urbanismo, salud o educación. Ante la pérdida de utilidades por dejar de invertir en condiciones muy favorables, grandes empresas internacionales y nacionales están molestas y por ende elaboran estrategias y realizan acciones para evitar el avance de la participación del Estado-Nación en rubros económicos claves, pues ya no tienen utilidades multimillonarias mensualmente, hay un poder económico que imponía condiciones o reglas en lo político y gubernamental, incluyendo la legislación y la impartición de justicia. Este es el tema principal que argumenta el Gobierno Federal y que causa molestia en el Poder Judicial, pero en realidad se percibe pugna entre una izquierda que quiere transformaciones contra una derecha que pretende mantener privilegios a las élites.

No conviene ninguna confrontación, es mejor evitar un “choque de trenes” estableciendo esquemas de convivencia y armonía en ambos Poderes anteponiendo “la patria es primero”.