/ martes 6 de agosto de 2019

Contra el Coneval…

El dedo absolutamente arbitrario en la selección de los cercanos colaboradores del presidente AMLO me parece que está indicando improcedentes y abusivas designaciones. Considero en ese sentido como criticable no sólo la presumible extinción del Coneval planteada por AMLO, sino los nombramientos de notables inexpertos(as) como cabezas en los organismos públicos.

Para esto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, o Coneval, es un organismo que está teniendo visibilidad para muchos a quienes nos interesa la lucha contra el agudo problema de la pobreza en México. Este organismo, creado en el sexenio de Vicente Fox, analiza sistemáticamente la evolución de la indigencia en nuestro país.

De acuerdo a lo que se lee en su sitio de Internet, el referido Coneval se ubica en el sector descentralizado del gobierno federal, con autonomía y capacidad técnica para generar información objetiva sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza en México.

Según esto, la metodología que usa el Coneval -nuevamente, conforme se registra en el sitio web de ese Consejo – ha sido imitada por diversos países, “ya que es el primer organismo en el mundo en tener una medida oficial de pobreza autónoma y multidimensional”.

Y sí, hace unos días, en el hospital rural de Zongolica, en Veracruz, el presidente AMLO, ante un auditorio abarrotado por trabajadores y campesinos, preguntó respecto de quiénes de los ahí reunidos sabían lo que era el Coneval.

La pregunta al “pueblo bueno”, consideran los críticos del presidente de la República, equivaldría a preguntar a los enfermos de cáncer si conocen lo que es el Acelerador Lineal de Partículas que los está radiando para curarlos del mal que padecen. Consúltese a este respecto: “¿Por qué contra el Coneval?” https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raul-cremoux/

Respecto del Coneval, el secretario ejecutivo de esa institución, José Nabor Cruz Marcelo, es mexicano, tiene la licenciatura, maestría y doctorado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Obtuvo, procede agregar, mención honorífica tanto en la licenciatura como en el doctorado. Es asimismo profesor en la Facultad de Economía, en el Posgrado en Economía y, hasta 2017, en la Facultad de Estudios Superiores de la ENEP Acatlán.

Para esto, AMLO acusó al Coneval de ser “(…) un organismo creado para simular atender la pobreza al igual que los organismos anticorrupción (...) y disque a favor de la transparencia; todos esos organismos con funcionarios bien pagados, oficinas lujosas. Edificio moderno (…) no conocen siquiera a las comunidades (...) ni a ellos ustedes los conocen”. Espetó con dureza, pero desde mi ciudadano punto de vista sin razón el presidente AMLO.

Más tarde AMLO arreció su crítica contra el secretario ejecutivo de ese organismo, al decir que ganaba 220 mil pesos al mes. Este último lo refutó más tarde y exhibió el monto de su salario: 90 mil pesos mensuales.

Creo finalmente que no se debe nombrar a quien, sin más, se le antoje a AMLO. Sino de lograr que con los referidos nombramientos funcione adecuadamente la estructura administrativa pública. ¿O no?

El dedo absolutamente arbitrario en la selección de los cercanos colaboradores del presidente AMLO me parece que está indicando improcedentes y abusivas designaciones. Considero en ese sentido como criticable no sólo la presumible extinción del Coneval planteada por AMLO, sino los nombramientos de notables inexpertos(as) como cabezas en los organismos públicos.

Para esto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, o Coneval, es un organismo que está teniendo visibilidad para muchos a quienes nos interesa la lucha contra el agudo problema de la pobreza en México. Este organismo, creado en el sexenio de Vicente Fox, analiza sistemáticamente la evolución de la indigencia en nuestro país.

De acuerdo a lo que se lee en su sitio de Internet, el referido Coneval se ubica en el sector descentralizado del gobierno federal, con autonomía y capacidad técnica para generar información objetiva sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza en México.

Según esto, la metodología que usa el Coneval -nuevamente, conforme se registra en el sitio web de ese Consejo – ha sido imitada por diversos países, “ya que es el primer organismo en el mundo en tener una medida oficial de pobreza autónoma y multidimensional”.

Y sí, hace unos días, en el hospital rural de Zongolica, en Veracruz, el presidente AMLO, ante un auditorio abarrotado por trabajadores y campesinos, preguntó respecto de quiénes de los ahí reunidos sabían lo que era el Coneval.

La pregunta al “pueblo bueno”, consideran los críticos del presidente de la República, equivaldría a preguntar a los enfermos de cáncer si conocen lo que es el Acelerador Lineal de Partículas que los está radiando para curarlos del mal que padecen. Consúltese a este respecto: “¿Por qué contra el Coneval?” https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raul-cremoux/

Respecto del Coneval, el secretario ejecutivo de esa institución, José Nabor Cruz Marcelo, es mexicano, tiene la licenciatura, maestría y doctorado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Obtuvo, procede agregar, mención honorífica tanto en la licenciatura como en el doctorado. Es asimismo profesor en la Facultad de Economía, en el Posgrado en Economía y, hasta 2017, en la Facultad de Estudios Superiores de la ENEP Acatlán.

Para esto, AMLO acusó al Coneval de ser “(…) un organismo creado para simular atender la pobreza al igual que los organismos anticorrupción (...) y disque a favor de la transparencia; todos esos organismos con funcionarios bien pagados, oficinas lujosas. Edificio moderno (…) no conocen siquiera a las comunidades (...) ni a ellos ustedes los conocen”. Espetó con dureza, pero desde mi ciudadano punto de vista sin razón el presidente AMLO.

Más tarde AMLO arreció su crítica contra el secretario ejecutivo de ese organismo, al decir que ganaba 220 mil pesos al mes. Este último lo refutó más tarde y exhibió el monto de su salario: 90 mil pesos mensuales.

Creo finalmente que no se debe nombrar a quien, sin más, se le antoje a AMLO. Sino de lograr que con los referidos nombramientos funcione adecuadamente la estructura administrativa pública. ¿O no?