/ miércoles 20 de febrero de 2019

Coordenadas políticas

Trabajo infantil

El trabajo infantil se convirtió en asunto de atención prioritaria en la agenda de los gobiernos de todo el mundo, ya que su impacto y daño a la niñez se traducen en altos costos económicos y sociales.

Por ello, el Pleno de la Cámara de Diputados exhortó a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y a dependencias homólogas de las entidades, a fortalecer acciones para detección, prevención y erradicación del trabajo infantil.

De acuerdo con el Módulo de Trabajo Infantil (MTI), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2017, el número de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años ascendió a 29.3 millones. De este universo, 3.2 millones (11 por ciento) realizaron trabajo infantil; 62.7 por ciento son hombres y 37.3 por ciento, mujeres.

La tasa de trabajo infantil por entidad federativa reportó que Nayarit tuvo mayor registro con 19.7 por ciento, seguido de Zacatecas, Campeche y Tabasco. Los índices más bajos se observaron en Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México y Querétaro.

El dictamen con punto de acuerdo, publicado en la Gaceta Parlamentaria, menciona que la tasa de trabajo infantil fue más alta en las áreas menos urbanizadas, con 13.6 por ciento, a diferencia de las áreas más urbanizadas, donde alcanzó al 7.6 por ciento de la población de 5 a 17 años de edad.

En relación con los motivos por los que trabajan los niños, niñas y adolescentes, destaca el pago de la escuela y gastos propios, con el 22.1 por ciento; el gusto de ayudar, 21.9 por ciento; para aprender un oficio, el 14.7 por ciento; pagar deudas, no estudiar u otra razón, 12.8 por ciento y porque el hogar necesita de su aportación económica, 10.7 por ciento.

Menciona que el trabajo infantil daña el desarrollo de niñas, niños y adolescentes, al comprometer su acceso a la educación y, por consiguiente, transgrede sus derechos humanos constitucionales, principalmente a la salud al bienestar y, sobre todo, a la educación.

El documento precisa que el trabajo infantil en México es una forma de violación a los derechos humanos de la niñez y adolescencia, ya que “entorpece su desarrollo, les produce daños físicos, psicológicos y emocionales, y les prohíbe acceder al derecho a la educación”.

Catalogación en La Purísima

Personal de la Junta de Protección a Monumentos y Zonas Típicas, realiza en el panteón de La Purísima, una ardua de catalogación y registro de las tumbas que se tienen en este lugar que recientemente fue declarado como “Zona de Monumentos Funerarios”.

Ante la falta de un registro fidedigno de los elementos como lápidas, esculturas y capillas ubicadas en el lugar, la Junta se dio a la tarea de elaborar el catálogo analizando in situ cada uno de estos.

La antigüedad de las tumbas y su deterioro, han dificulta el registro de los datos, sin embargo, se tiene ya un importante avance en este trabajo de investigación que será una herramienta para conocer y proteger el patrimonio.

En sus casi dos siglos de historia, el panteón La Purísima ha permanecido como un mudo testigo de las costumbres, creencias, manifestaciones artísticas y arquitectónicas de la sociedad.

Aún son pocos los que saben que sus 5.5 hectáreas fueron declaradas Zona de Monumentos Funerarios, con lo que la ley protege tumbas, esculturas, relieves, inscripciones y el trazo y conformación total del camposanto.

El decreto publicado el 16 de enero del 2016 establece –entre otras cosas- que la declaratoria debe ser divulgada ante la sociedad y que deben tomarse las medidas de protección para que no sufra modificaciones.

Trabajo infantil

El trabajo infantil se convirtió en asunto de atención prioritaria en la agenda de los gobiernos de todo el mundo, ya que su impacto y daño a la niñez se traducen en altos costos económicos y sociales.

Por ello, el Pleno de la Cámara de Diputados exhortó a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y a dependencias homólogas de las entidades, a fortalecer acciones para detección, prevención y erradicación del trabajo infantil.

De acuerdo con el Módulo de Trabajo Infantil (MTI), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2017, el número de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años ascendió a 29.3 millones. De este universo, 3.2 millones (11 por ciento) realizaron trabajo infantil; 62.7 por ciento son hombres y 37.3 por ciento, mujeres.

La tasa de trabajo infantil por entidad federativa reportó que Nayarit tuvo mayor registro con 19.7 por ciento, seguido de Zacatecas, Campeche y Tabasco. Los índices más bajos se observaron en Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México y Querétaro.

El dictamen con punto de acuerdo, publicado en la Gaceta Parlamentaria, menciona que la tasa de trabajo infantil fue más alta en las áreas menos urbanizadas, con 13.6 por ciento, a diferencia de las áreas más urbanizadas, donde alcanzó al 7.6 por ciento de la población de 5 a 17 años de edad.

En relación con los motivos por los que trabajan los niños, niñas y adolescentes, destaca el pago de la escuela y gastos propios, con el 22.1 por ciento; el gusto de ayudar, 21.9 por ciento; para aprender un oficio, el 14.7 por ciento; pagar deudas, no estudiar u otra razón, 12.8 por ciento y porque el hogar necesita de su aportación económica, 10.7 por ciento.

Menciona que el trabajo infantil daña el desarrollo de niñas, niños y adolescentes, al comprometer su acceso a la educación y, por consiguiente, transgrede sus derechos humanos constitucionales, principalmente a la salud al bienestar y, sobre todo, a la educación.

El documento precisa que el trabajo infantil en México es una forma de violación a los derechos humanos de la niñez y adolescencia, ya que “entorpece su desarrollo, les produce daños físicos, psicológicos y emocionales, y les prohíbe acceder al derecho a la educación”.

Catalogación en La Purísima

Personal de la Junta de Protección a Monumentos y Zonas Típicas, realiza en el panteón de La Purísima, una ardua de catalogación y registro de las tumbas que se tienen en este lugar que recientemente fue declarado como “Zona de Monumentos Funerarios”.

Ante la falta de un registro fidedigno de los elementos como lápidas, esculturas y capillas ubicadas en el lugar, la Junta se dio a la tarea de elaborar el catálogo analizando in situ cada uno de estos.

La antigüedad de las tumbas y su deterioro, han dificulta el registro de los datos, sin embargo, se tiene ya un importante avance en este trabajo de investigación que será una herramienta para conocer y proteger el patrimonio.

En sus casi dos siglos de historia, el panteón La Purísima ha permanecido como un mudo testigo de las costumbres, creencias, manifestaciones artísticas y arquitectónicas de la sociedad.

Aún son pocos los que saben que sus 5.5 hectáreas fueron declaradas Zona de Monumentos Funerarios, con lo que la ley protege tumbas, esculturas, relieves, inscripciones y el trazo y conformación total del camposanto.

El decreto publicado el 16 de enero del 2016 establece –entre otras cosas- que la declaratoria debe ser divulgada ante la sociedad y que deben tomarse las medidas de protección para que no sufra modificaciones.