Últimamente leemos mayor cantidad de declaraciones a favor y en contra del Presidente López Obrador, se perciben cada vez de mayor intensidad y sus efectos pudieran llevar al país a un conflicto de mayor escala con resultados negativos para la gobernabilidad y gobernanza.
Para comprender las actitudes gubernamentales y de la oposición, es menester conocer la situación prevaleciente, un mecanismo es conocer la correlación de fuerzas y en este contexto se tiene que en las elecciones federales del 2018 los resultados oficiales según sitio del INE (https://www.ine.mx/voto-y-elecciones/resultados-electorales/) en número y porcentaje del listado nominal definitivo (89 millones 123 mil 355 electores) para Presidente de la República son: PAN 9 millones 996 mil 514 (1.1% del listado nominal); PRI 7 millones 677 mil 180 (8.6%); PRD 1 millón 602 mil 715 (1.8%); PVEM 1 millón 051 mil 480 (1.2%); PT 3 millones 396 mil 805 (3.8%); MOVIMIENTO CIUDADANO 1 millón 010 mil 891 (1.1%); NUEVA ALIANZA 561 mil 193 (0.6%); MORENA 25 millones 186 mil 577 (28.3%) y ENCUENTRO SOCIAL 1 millón 530 mil 101 (1.7%). Para determinar la correlación electoral con la oposición se obtiene que MORENA ganó en 25.3 veces más votos que el PAN; 3.3 veces al PRI; 15.7 respecto a PRD; 24.0 al PVEM; a MC en 24.9 y NA quedó 44.9 veces menor a MORENA. El promedio del listado nominal de total de votación a Presidente, Senadores y Diputados Federales es: PAN 7.9%; PRI 9.7%; PRD 2.8%; PVEM 2.3%; PT 2.9%); MC 2.3%); NA 1.2%; MORENA 25.2%) y PES (1.6%). Por coalición el INE refiere PAN-PRD-MC el 22.3%; PRI-PVEM-NA el 16.4% (que sumando es el 38.7% opositor) y PT-MORENA-PES un 53.25%.
De lo anterior se desprende que MORENA tiene situación privilegiada en la actual fuerza electoral, es decir cuantitativamente. No así cualitativamente pues no tiene muchos militantes de alto desempeño partidista, ni en capacidad de gerencia pública, aunado a que en sus filas tiene a ex-perredistas acostumbrados a golpeteo interno y a oportunistas de otros partidos porque ahora MORENA está en el poder.
Desde la óptica de la oposición la estrategia obligada es unificar visiones electorales con un adversario en común, aumentar su cantidad de votos en próximas elecciones estatales y federal 2021. La acción más recurrida es atacar y desprestigiar al que está arriba, es criticarle todo muy fuerte, constante y sistemáticamente.
De lo anterior para el ciudadano común es menester que en el escenario de la gobernanza y gobernabilidad no existan pleitos por ambición sino en conjunto lograr un verdadero desarrollo humano sustentable y así alcanzar la calidad de vida que merecemos los mexicanos, es decir merecer nuestro voto.