Esta pandemia por COVID-19 nos muestra como sociedad con múltiples debilidades culturales y de intereses político-económicos.
Las estadísticas al primero de febrero 2021 siguen preocupantes. Ese día se reportan 5 mil 448 nuevos casos, sumando 1 millón 869 mil 708 contagios confirmados (1.48% de la población total en 2020), de los cuales están recuperados 1 millón 452 mil 748 (77.70% de contagios), pero hay 83 mil 083 casos positivos estimados y desafortunadamente son 159 mil 100 decesos (8.51% de los contagios).
El Gobierno Federal realiza compras millonarias de dosis y de inversión (que no es gasto) en salud, ha iniciado vacunación nacional primero a personas vulnerables y de alto riesgo que trabajan en el sector de salud tanto público como privado. Ello debemos valorar en mucho, es preciso justipreciar en mucho a todas las personas involucradas desde el Gobierno Federal, los Gobiernos estatales y municipales, todo el sector salud mexicano, las fuerzas armadas y las personas que acuden a vacunarse. Este es un gran logro social, que en mi humilde opinión, resulta equiparable cuando sufrimos grandes terremotos. Pero también es menester precisar que en dicho proceso existen errores de logística como también no hay correcta responsabilidad ciudadana. Además un segmento de empresarios está muy molesto por no participar como negocio en la vacunación COVID-19.
Los errores de logística en recepción, distribución, preparación y aplicación para las dimensiones de millones de dosis y la participación en miles del personal de enfermería, médico, administrativo y de intendencia, todo proceso tiene estadísticamente cierto grado de error pero en este caso es numéricamente bajo, en pocos días se subsana en centros de vacunación.
El lado obscuro lo generan gentes que irresponsablemente no cumplen las medidas sanitarias demostrando pobre cultura ciudadana, incluso hasta malinchista como un comentarista de hablilla televisiva que desgraciadamente ocasionó impacto negativo en vacunación de nuestros compatriotas “ilegales” en Estados Unidos, o bien una senadora con mucho protagonismo y cuantía patológica mental, o un senador que publica pidiendo a ciudadanos que no se inyecten la vacuna sputnik V porque proviene de Rusia y por lo mismo se debe rechazar.
Los mexicanos además de padecer la pandemia en aspectos de salud, económicos, sociales y emocionales, ahora tenemos que padecer las declaraciones de políticos que por intereses electorales y empresarios desplazados desacreditan indiscriminadamente sin importar realmente la salud del pueblo mexicano, por ello reflexionemos nuestra intención del voto.
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