/ jueves 15 de julio de 2021

Crónica del poder │ Ahora viene la consulta popular

El acontecer electoral no cesa en el país, la promoción del voto ciudadano ya es interminable, un proceso de continuidad que para la Cuarta Transformación terminará en las elecciones presidenciales de 2024, batalla para la cual ya hay actores y protagonistas de un mismo lado, de los intereses del poder de Andrés Manuel López Obrador, que buscará extender por dos o tres sexenios más, hasta consolidar su proyecto de Nación.

Justamente hoy se promueve el segundo episodio de la historia democrática de la sucesión, arranca la campaña de difusión de la consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, que para el presidente López Obrador significan 30 años funestos, trágicos para México, porque han sido liderazgos construidos a base de corrupción e impunidad. La gente, "el pueblo bueno y sabio" no sabe para qué la consulta y los pocos interesados se mueven en la confusión, pero más importa generar escenario de distracción ante los graves y críticos problemas que se padecen en todos los horizontes y que constituye un ensayo más para determinar el apoyo al Presidente una consulta antesala al proceso de revocación de mandato de marzo del 2022.

Hoy importa clarificar que el Congreso de la Unión, o sea, las Cámaras de Diputados y de Senadores, fueron los que decidieron que hasta hoy iniciará la difusión de la consulta que será el domingo primero de agosto y que nunca el Instituto Nacional Electoral, ni se resistió ni se pronunció contra el evento, al contrario, aún con reducción presupuestal ha procedido con puntualidad a programar, organizar y promover con profesionalismo, calidad técnica y certeza, la ubicación y próxima instalación de las 57 mil mesas receptoras, que estará a cargo de 236 mil funcionarios de casillas, otra vez a demostrar a México y al mundo, a los gobiernos e instituciones, que son los ciudadanos los que realizan las elecciones, las consultas populares auténticas y creíbles, o sea, una vez más quedará probado que la democracia en México la construyen los ciudadanos y las autoridades electorales como el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas.

Esta puede ser una de las transformaciones impulsadas por este régimen para consolidar la democracia electoral y aunque el acontecimiento sea enajenado por el poder, serán los ciudadanos los que van a realizar la hazaña, en la que ya lo ha reiterado López Obrador que no participará, pero sí la promueve como así la exigió para exhibir el retroceso, el conservadurismo y neoliberalismo de esos presidentes.

Otra vez el ridículo lo ha hecho el dirigente nacional que no es líder de Morena, Mario Delgado, quien siempre ha mentido al afirmar que el INE está contra la consulta popular del primero de agosto. La respuesta de Lorenzo Córdova fue pronta y contundente: el compromiso del INE con la democracia es indeclinable y siempre al servicio de la ciudadanía, como así ocurrió el pasado 6 de junio con la elección histórica de renovación de la Cámara de Diputados y en Zacatecas la elección del gobernador David Monreal, del Congreso del Estado y los 58 ayuntamientos. Un desenlace que redefinió rumbos, estableció equilibrios e hizo prevalecer las fuerzas de la pluralidad, que ya desembocan en una transición con estabilidad, certidumbre y normalidad democrática. Ahora, la consulta popular será el primero de agosto.

El acontecer electoral no cesa en el país, la promoción del voto ciudadano ya es interminable, un proceso de continuidad que para la Cuarta Transformación terminará en las elecciones presidenciales de 2024, batalla para la cual ya hay actores y protagonistas de un mismo lado, de los intereses del poder de Andrés Manuel López Obrador, que buscará extender por dos o tres sexenios más, hasta consolidar su proyecto de Nación.

Justamente hoy se promueve el segundo episodio de la historia democrática de la sucesión, arranca la campaña de difusión de la consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, que para el presidente López Obrador significan 30 años funestos, trágicos para México, porque han sido liderazgos construidos a base de corrupción e impunidad. La gente, "el pueblo bueno y sabio" no sabe para qué la consulta y los pocos interesados se mueven en la confusión, pero más importa generar escenario de distracción ante los graves y críticos problemas que se padecen en todos los horizontes y que constituye un ensayo más para determinar el apoyo al Presidente una consulta antesala al proceso de revocación de mandato de marzo del 2022.

Hoy importa clarificar que el Congreso de la Unión, o sea, las Cámaras de Diputados y de Senadores, fueron los que decidieron que hasta hoy iniciará la difusión de la consulta que será el domingo primero de agosto y que nunca el Instituto Nacional Electoral, ni se resistió ni se pronunció contra el evento, al contrario, aún con reducción presupuestal ha procedido con puntualidad a programar, organizar y promover con profesionalismo, calidad técnica y certeza, la ubicación y próxima instalación de las 57 mil mesas receptoras, que estará a cargo de 236 mil funcionarios de casillas, otra vez a demostrar a México y al mundo, a los gobiernos e instituciones, que son los ciudadanos los que realizan las elecciones, las consultas populares auténticas y creíbles, o sea, una vez más quedará probado que la democracia en México la construyen los ciudadanos y las autoridades electorales como el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas.

Esta puede ser una de las transformaciones impulsadas por este régimen para consolidar la democracia electoral y aunque el acontecimiento sea enajenado por el poder, serán los ciudadanos los que van a realizar la hazaña, en la que ya lo ha reiterado López Obrador que no participará, pero sí la promueve como así la exigió para exhibir el retroceso, el conservadurismo y neoliberalismo de esos presidentes.

Otra vez el ridículo lo ha hecho el dirigente nacional que no es líder de Morena, Mario Delgado, quien siempre ha mentido al afirmar que el INE está contra la consulta popular del primero de agosto. La respuesta de Lorenzo Córdova fue pronta y contundente: el compromiso del INE con la democracia es indeclinable y siempre al servicio de la ciudadanía, como así ocurrió el pasado 6 de junio con la elección histórica de renovación de la Cámara de Diputados y en Zacatecas la elección del gobernador David Monreal, del Congreso del Estado y los 58 ayuntamientos. Un desenlace que redefinió rumbos, estableció equilibrios e hizo prevalecer las fuerzas de la pluralidad, que ya desembocan en una transición con estabilidad, certidumbre y normalidad democrática. Ahora, la consulta popular será el primero de agosto.