/ sábado 11 de junio de 2022

Crónica del poder │ Cisma sacude al PRI y Alianza con PAN y PRD

Otro negativo efecto de las elecciones del domingo en 6 estados, que es demoledor sobre el Partido Revolucionario Institucional, es el resurgimiento de grupos y corrientes disidentes que exigen la inmediata renuncia de Alejandro Moreno a la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, a fin de que pague las consecuencias del desastre electoral que reduce al partido a gobernar en solo 2 estado, Coahuila y Estado de México, tras de ejercer el poder en 20 entidades.

Después del 5 de junio el horizonte priista se ha desdibujado y las expectativas son minimizadas por un giro de 180 grados que ahora coloca al partido Morena en la cima del poder y en condiciones hegemónicas y avasallantes, y al PRI en un proceso de hundimiento que parece imparable y que se podrá comprobar en las elecciones estatales de 2023. Las últimas derrotas electorales del PRI y su alianza, sobre todo en Hidalgo y Oaxaca con más de 80 años de gobernanza, dan tremenda sacudida a toda su estructura y ya se presentan desesperantes desencuentros internos que si no se controlan, habrá una batalla de todos contra todos con riesgo de su desvanecimiento o un debilitamiento que los borre casi totalmente del mapa electoral. Obvio que esta situación de debacle o decadencia en el otrora poderoso y hegemónico Partido Revolucionario Institucional, ha provocado reacciones de intolerancia y condena a través de reclamos de cambios en la dirigencia nacional que tiene a la organización política en condiciones de sobrevivencia. Aunque Alejandro Moreno insiste en actitudes de arrojo y desafío a las fuerzas políticas del presidente López Obrador, sus expresiones retadoras y envalentonadas ya no son apreciadas por sus cuadros militantes ni liderazgos en los estados e incluso desde el Partido Acción Nacional, como el caso del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, ya pide analizar la alianza con el PRI y PRD, a los que ya siente como un lastre que pone en duda la fortaleza de la coalición Va por México. Hay recelo entre los coalicionados, sobre todo en el PAN que ya se sienten la primera y única potencialidad opositora al gobierno de la Cuarta Transformación y al partido Morena y aliados del PT y Verde.

Por lo pronto, el Frente Nacional Democracia y Justicia Social, integrado por el Movimiento Líder de José Encarnación Alfaro; la Alianza Generacional que lidera José Ramón Martell; y la Plataforma de Refundación del PRI, con Fernando Lerdo de Tejada a la cabeza, han firmado y lanzado un pronunciamiento nacional que asegura que Alejandro Moreno ya no es el piloto adecuado en el PRI, que se proceda a la inmediata renovación del Comité Ejecutivo Nacional y que sean revisados los Consejos Nacional y Estatales. De avanzar la protesta y propuesta del Frente, en la línea de quiebre están los zacatecanos Miguel Alonso Reyes y Carlos Peña Badillo, secretario y subsecretario de Operación Política, cuya tabla de salvación puede ser el trabajo realizado en Aguascalientes y Durango, donde triunfaron.

En Zacatecas, es conocido que los políticos priistas Guillermo Ulloa Carreón, Jaime Santoyo Castro y Juan Carlos Pérez Frías, son afines a esas corrientes políticas disidentes que por cuestión de ética política, de honestidad responsable, de dignidad y de atención al interés superior del partido, demandan la renuncia de Alejandro Moreno y la renovación de la dirigencia nacional. Enrique Flores Mendoza y el comité estatal ya establecen activismo y estrategias.

Otro negativo efecto de las elecciones del domingo en 6 estados, que es demoledor sobre el Partido Revolucionario Institucional, es el resurgimiento de grupos y corrientes disidentes que exigen la inmediata renuncia de Alejandro Moreno a la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, a fin de que pague las consecuencias del desastre electoral que reduce al partido a gobernar en solo 2 estado, Coahuila y Estado de México, tras de ejercer el poder en 20 entidades.

Después del 5 de junio el horizonte priista se ha desdibujado y las expectativas son minimizadas por un giro de 180 grados que ahora coloca al partido Morena en la cima del poder y en condiciones hegemónicas y avasallantes, y al PRI en un proceso de hundimiento que parece imparable y que se podrá comprobar en las elecciones estatales de 2023. Las últimas derrotas electorales del PRI y su alianza, sobre todo en Hidalgo y Oaxaca con más de 80 años de gobernanza, dan tremenda sacudida a toda su estructura y ya se presentan desesperantes desencuentros internos que si no se controlan, habrá una batalla de todos contra todos con riesgo de su desvanecimiento o un debilitamiento que los borre casi totalmente del mapa electoral. Obvio que esta situación de debacle o decadencia en el otrora poderoso y hegemónico Partido Revolucionario Institucional, ha provocado reacciones de intolerancia y condena a través de reclamos de cambios en la dirigencia nacional que tiene a la organización política en condiciones de sobrevivencia. Aunque Alejandro Moreno insiste en actitudes de arrojo y desafío a las fuerzas políticas del presidente López Obrador, sus expresiones retadoras y envalentonadas ya no son apreciadas por sus cuadros militantes ni liderazgos en los estados e incluso desde el Partido Acción Nacional, como el caso del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, ya pide analizar la alianza con el PRI y PRD, a los que ya siente como un lastre que pone en duda la fortaleza de la coalición Va por México. Hay recelo entre los coalicionados, sobre todo en el PAN que ya se sienten la primera y única potencialidad opositora al gobierno de la Cuarta Transformación y al partido Morena y aliados del PT y Verde.

Por lo pronto, el Frente Nacional Democracia y Justicia Social, integrado por el Movimiento Líder de José Encarnación Alfaro; la Alianza Generacional que lidera José Ramón Martell; y la Plataforma de Refundación del PRI, con Fernando Lerdo de Tejada a la cabeza, han firmado y lanzado un pronunciamiento nacional que asegura que Alejandro Moreno ya no es el piloto adecuado en el PRI, que se proceda a la inmediata renovación del Comité Ejecutivo Nacional y que sean revisados los Consejos Nacional y Estatales. De avanzar la protesta y propuesta del Frente, en la línea de quiebre están los zacatecanos Miguel Alonso Reyes y Carlos Peña Badillo, secretario y subsecretario de Operación Política, cuya tabla de salvación puede ser el trabajo realizado en Aguascalientes y Durango, donde triunfaron.

En Zacatecas, es conocido que los políticos priistas Guillermo Ulloa Carreón, Jaime Santoyo Castro y Juan Carlos Pérez Frías, son afines a esas corrientes políticas disidentes que por cuestión de ética política, de honestidad responsable, de dignidad y de atención al interés superior del partido, demandan la renuncia de Alejandro Moreno y la renovación de la dirigencia nacional. Enrique Flores Mendoza y el comité estatal ya establecen activismo y estrategias.