/ sábado 24 de abril de 2021

Crónica del poder │ ¡Cuidado con las mujeres!

Sin duda, el actual escenario electoral ya recibe el impacto político de las manifestaciones y movilización de las mujeres, que se muestran con más capacidades de adaptación al quehacer político, sea como candidatas que gozan de su derecho a la equidad de género o como militantes, activistas o ciudadanas que cada día más influyen en el ámbito académico, económico, social y cultural para alzarse con liderazgos propositivos y de vanguardia, que obligan o presionan a los políticos varones a un ajuste en sus estrategias y equilibrios desde su discurso hasta los proyectos, compromisos y ofertas de campaña, como el considerarlas esenciales en los gabinetes gubernamentales, porque darán certeza a la conducción apegadas a los valores políticos, principios democráticos y ética profesional y de servicio público.

No hace falta ir más lejos para verlas asumir decisiones conjuntas sin distinción política o ideológica, para unificadas y fortalecidas con la razón y la legalidad, repudiar y rechazar comportamientos de violencia política de género, como así sucedieron en Pinos y Juchipila, protagonizados por actores morenistas principales, Marco Flores, candidato a diputado federal plurinominal y David Monreal, candidato a gobernador. También ellas y sin que sea consigna electoral, buscan hacer historia en la lucha por alcanzar el respeto de sus diferentes, la dignidad en las batallas electorales, y una ciudadanía entera y sin discriminaciones.

Indicador político de riesgo para quienes ya se sienten en los pasillos del Palacio de Gobierno o en los espacios abiertos de la Ciudad Administrativa, es la unión solidaria que concretaron las candidatas a gobernar Zacatecas, Claudia Anaya Mota, del PRI, PAN y PRD, la coalición "Va por Zacatecas"; Ana María Romo Fonseca, del Partido Movimiento Ciudadano; y María Guadalupe Medina Padilla, del Partido Encuentro Solidario, un frente común, una fuerza femenil que con mucha contundencia, firmes argumentos e ineludibles razones, protestaron y se manifestaron en contra de los abusos de violencia política a través del juego del vocerío estridente en Pinos y el juego de manos en Juchipila, en ambos casos, claros testimonios de atentados a las libertades y derechos de las mujeres, que se expresaron víctimas de innecesarias e irracionales ofensivas, unas deliberadas y otras involuntarias, pero que no dejan de ser una contrariedad y alteración a la vida democrática.

Las diferencias políticas se hicieron a un lado para alzar la voz y pronunciarse contra flagrantes violaciones a los derechos políticos de ellas, de todas, porque así lo gritan en su lucha: "Si tocan a una, tocan a todas". Han sido acontecimientos que trascendieron la cobertura informativa estatal y llegaron a medios de comunicación nacionales para estigmatizar a los autores de violencia política género.

Más todavía, consecuentes con sus candidatas en Zacatecas, los dirigentes nacionales Alejandro Moreno, del PRI; Marko Cortés, del PAN; Jesús Zambrano, del PRD; Clemente Castañeda, del Movimiento Ciudadano y Erik Flores, del Partido Encuentro Solidario, se pronunciaron coincidentes en rechazar esos comportamientos morenistas que se extienden desde Félix Salgado Macedonio en Guerrero y Saúl Huerta, de Puebla, para llegar como un maldito contagio a estos escenarios que pensábamos más lejos del bien y del mal. La lección pues, que los candidatos y candidatas actúen con extrema sensibilidad y mucho respeto.

Sin duda, el actual escenario electoral ya recibe el impacto político de las manifestaciones y movilización de las mujeres, que se muestran con más capacidades de adaptación al quehacer político, sea como candidatas que gozan de su derecho a la equidad de género o como militantes, activistas o ciudadanas que cada día más influyen en el ámbito académico, económico, social y cultural para alzarse con liderazgos propositivos y de vanguardia, que obligan o presionan a los políticos varones a un ajuste en sus estrategias y equilibrios desde su discurso hasta los proyectos, compromisos y ofertas de campaña, como el considerarlas esenciales en los gabinetes gubernamentales, porque darán certeza a la conducción apegadas a los valores políticos, principios democráticos y ética profesional y de servicio público.

No hace falta ir más lejos para verlas asumir decisiones conjuntas sin distinción política o ideológica, para unificadas y fortalecidas con la razón y la legalidad, repudiar y rechazar comportamientos de violencia política de género, como así sucedieron en Pinos y Juchipila, protagonizados por actores morenistas principales, Marco Flores, candidato a diputado federal plurinominal y David Monreal, candidato a gobernador. También ellas y sin que sea consigna electoral, buscan hacer historia en la lucha por alcanzar el respeto de sus diferentes, la dignidad en las batallas electorales, y una ciudadanía entera y sin discriminaciones.

Indicador político de riesgo para quienes ya se sienten en los pasillos del Palacio de Gobierno o en los espacios abiertos de la Ciudad Administrativa, es la unión solidaria que concretaron las candidatas a gobernar Zacatecas, Claudia Anaya Mota, del PRI, PAN y PRD, la coalición "Va por Zacatecas"; Ana María Romo Fonseca, del Partido Movimiento Ciudadano; y María Guadalupe Medina Padilla, del Partido Encuentro Solidario, un frente común, una fuerza femenil que con mucha contundencia, firmes argumentos e ineludibles razones, protestaron y se manifestaron en contra de los abusos de violencia política a través del juego del vocerío estridente en Pinos y el juego de manos en Juchipila, en ambos casos, claros testimonios de atentados a las libertades y derechos de las mujeres, que se expresaron víctimas de innecesarias e irracionales ofensivas, unas deliberadas y otras involuntarias, pero que no dejan de ser una contrariedad y alteración a la vida democrática.

Las diferencias políticas se hicieron a un lado para alzar la voz y pronunciarse contra flagrantes violaciones a los derechos políticos de ellas, de todas, porque así lo gritan en su lucha: "Si tocan a una, tocan a todas". Han sido acontecimientos que trascendieron la cobertura informativa estatal y llegaron a medios de comunicación nacionales para estigmatizar a los autores de violencia política género.

Más todavía, consecuentes con sus candidatas en Zacatecas, los dirigentes nacionales Alejandro Moreno, del PRI; Marko Cortés, del PAN; Jesús Zambrano, del PRD; Clemente Castañeda, del Movimiento Ciudadano y Erik Flores, del Partido Encuentro Solidario, se pronunciaron coincidentes en rechazar esos comportamientos morenistas que se extienden desde Félix Salgado Macedonio en Guerrero y Saúl Huerta, de Puebla, para llegar como un maldito contagio a estos escenarios que pensábamos más lejos del bien y del mal. La lección pues, que los candidatos y candidatas actúen con extrema sensibilidad y mucho respeto.