/ miércoles 6 de octubre de 2021

Crónica del poder │ Desafíos del corredor Fresnillo, Zacatecas y Guadalupe

Además de observar el ejercicio gubernamental de David Monreal Ávila, la sociedad está muy atenta al comportamiento de los alcaldes del corredor electoral, Jorge Miranda Castro, de Zacatecas, la Capital de la Transformación; Saúl Monreal Ávila, de Fresnillo, el municipio más progresista del estado; y Julio César Chávez, de Guadalupe, la ciudad cultural, tres escenarios donde la Cuarta Transformación deberá lucir con realismo y la objetividad de los hechos en obras y acciones de beneficio comunitarios, sobre todo para los más pobres.

Todo indica que son tres fuerzas políticas que caminarán en alianza y armonía para fortalecer a David Monreal y ayudarle a consolidar esa comunión social que promueve como el principal y más poderoso instrumento para vencer la enorme acumulación de problemas, crisis y conflictos que conforman una emergencia social que es obstáculo para las transformaciones de una modernización que no acaba de arrancar y que tiene que levantarse desde abajo y con nuevas formas de establecer mando y autoridad en medio y con liderazgo entre la pluralidad política e ideológica que hasta el momento se muestra respetuosa y consecuente con el nuevo régimen.

Está muy claro que el régimen priista no acaba de irse, pero está más claro que está debilitado y no significa obstáculo para que la Cuarta Transformación avance, incluso, se advierte dispuesto y con voluntad política para incorporarse a los cambios acordes con sus principios y para ello, más que los panistas y perredistas que se mantienen en la indeclinable oposición, los priistas se abren al diálogo y los acuerdos. Así por ejemplo, en la Capital de la Transformación, o sea, en la Bizarra Capital del Estado, Jorge Miranda logra una más productiva convivencia en el ayuntamiento, abismal contraste con la irracional, condenable y negativa confrontación que se vivió en el gobierno municipal de Ulises Mejía Haro, atmósfera que bien ilustra la capacidad de conciliación y la respetuosa conducción de las riendas municipales.

Ambiente similar se muestra en el mineral fresnillense, donde Saúl Monreal Ávila ha operado con inteligencia y más audacia para evitar la estéril polarización política, lo que ha quedado demostrado con el reciente equilibrio que el alcalde ha consolidado con la elección del órgano de Control Interno, porque respetuoso de la Ley y al no lograrse acuerdos entre los líderes y dirigentes del PRI, propició que fueran los propios regidores priistas los que integraron y propusieron la terna y mayoritariamente elegir a Arturo Torres Luna. Así pues, despojado de autoritarismo y prepotencia, más conciliador y negociador con las fuerzas políticas, el alcalde Monreal Ávila establece eficiencia política y respetable autoridad moral.

En Guadalupe, Julio César Chávez no cesa en su pasión por servir a través de obras de beneficio a las colonias y comunidades, aunque enfrenta un escenario político más beligerantes y con una real y severa oposición, el alcalde solo tienen que sacar madurez de los tres años de su primer mandato y con esa experiencia superar condiciones de encono, revanchismo y venganza, para alzarse capaz de conjuntar a todas las fuerzas en un marco de respeto e inducir desde su poder las cualidades renovadoras de la cuarta transformación. Tercia morenista urgidos de madurar las mejores condiciones para fortalecer a David Monreal y su gobierno.

Además de observar el ejercicio gubernamental de David Monreal Ávila, la sociedad está muy atenta al comportamiento de los alcaldes del corredor electoral, Jorge Miranda Castro, de Zacatecas, la Capital de la Transformación; Saúl Monreal Ávila, de Fresnillo, el municipio más progresista del estado; y Julio César Chávez, de Guadalupe, la ciudad cultural, tres escenarios donde la Cuarta Transformación deberá lucir con realismo y la objetividad de los hechos en obras y acciones de beneficio comunitarios, sobre todo para los más pobres.

Todo indica que son tres fuerzas políticas que caminarán en alianza y armonía para fortalecer a David Monreal y ayudarle a consolidar esa comunión social que promueve como el principal y más poderoso instrumento para vencer la enorme acumulación de problemas, crisis y conflictos que conforman una emergencia social que es obstáculo para las transformaciones de una modernización que no acaba de arrancar y que tiene que levantarse desde abajo y con nuevas formas de establecer mando y autoridad en medio y con liderazgo entre la pluralidad política e ideológica que hasta el momento se muestra respetuosa y consecuente con el nuevo régimen.

Está muy claro que el régimen priista no acaba de irse, pero está más claro que está debilitado y no significa obstáculo para que la Cuarta Transformación avance, incluso, se advierte dispuesto y con voluntad política para incorporarse a los cambios acordes con sus principios y para ello, más que los panistas y perredistas que se mantienen en la indeclinable oposición, los priistas se abren al diálogo y los acuerdos. Así por ejemplo, en la Capital de la Transformación, o sea, en la Bizarra Capital del Estado, Jorge Miranda logra una más productiva convivencia en el ayuntamiento, abismal contraste con la irracional, condenable y negativa confrontación que se vivió en el gobierno municipal de Ulises Mejía Haro, atmósfera que bien ilustra la capacidad de conciliación y la respetuosa conducción de las riendas municipales.

Ambiente similar se muestra en el mineral fresnillense, donde Saúl Monreal Ávila ha operado con inteligencia y más audacia para evitar la estéril polarización política, lo que ha quedado demostrado con el reciente equilibrio que el alcalde ha consolidado con la elección del órgano de Control Interno, porque respetuoso de la Ley y al no lograrse acuerdos entre los líderes y dirigentes del PRI, propició que fueran los propios regidores priistas los que integraron y propusieron la terna y mayoritariamente elegir a Arturo Torres Luna. Así pues, despojado de autoritarismo y prepotencia, más conciliador y negociador con las fuerzas políticas, el alcalde Monreal Ávila establece eficiencia política y respetable autoridad moral.

En Guadalupe, Julio César Chávez no cesa en su pasión por servir a través de obras de beneficio a las colonias y comunidades, aunque enfrenta un escenario político más beligerantes y con una real y severa oposición, el alcalde solo tienen que sacar madurez de los tres años de su primer mandato y con esa experiencia superar condiciones de encono, revanchismo y venganza, para alzarse capaz de conjuntar a todas las fuerzas en un marco de respeto e inducir desde su poder las cualidades renovadoras de la cuarta transformación. Tercia morenista urgidos de madurar las mejores condiciones para fortalecer a David Monreal y su gobierno.