/ viernes 1 de julio de 2022

Crónica del poder │ El imperio de la impunidad se debe cancelar

Efectivamente, en su conferencia de prensa del martes la Secretaria de la Función Pública, Humbelina Elizabeth López Loera "se mató la nota" y atropelló las expectativas de los medios informativos y se generó una confusión temática suscitada por el lanzamiento de tres discursos a la vez, habiendo colocado el tema del combate a la corrupción en un extraviado punto medio que dejó margen a la especulación, las conjeturas, las dudas y las sospechas, un escenario de confusión.

El discurso de la impunidad lanzado por la funcionaria a los 4 vientos, paradójicamente quedó exaltado como una severa condena al ex gobernador Miguel Alonso Reyes, pero exonerado por los tiempos acumulados hasta la prescripción; pero también se registró como clara advertencia al ex gobernador Alejandro Tello Cristerna. O sea, "te lo digo Alejandro para que lo entienda Alonso", porque según las instancias fiscalizadoras de los recursos públicos, en el sexenio alonsista "despilfarraron, saquearon y robaron sin contemplación ni miramiento alguno; pagos excesivos en contratos, incumplimiento en las aportaciones estatales y municipales, irregularidades en la guarda y custodia de documentos comprobatorios de ingresos, pago de nómina a personas que no acreditaron plaza de trabajo". Actos de corrupción que nunca fueron sancionados por el gobierno de Alejandro Tello al contrario, los expedientes fueron archivados para protección y cuidado del antecesor por una deliberada omisión.

Por eso, Miguel Alonso no será castigado por actos de corrupción detectados en su administración, toda vez que los delitos prescribieron. Saquearon y robaron provocando un daño al erario público por 593 millones de pesos. Una declaración de Humbelina López que ha quedado registrada como una oda a la corrupción.

El discurso de la impunidad se tornó en discurso de la impotencia, ganas no le faltaron a la Zar Anticorrupción, le sobraron, pero el tiempo encima los rebasó y les ganó para que el ex gobernador saliera ileso, invicto, impecable e impoluto, solo con la degradante exhibición pública, una sanción que más debe doler al ex mandatario.

Fue una exposición pública para que la gente enjuicie, repudie y condene a los regímenes priístas de Miguel Alonso y Alejandro Tello, un testimonio de la más tersa transición, de la continuidad sexenal sin alteración de por medio, dos grandes e inseparables amigos desde la infancia, que en las batallas políticas dependen el uno del otro y el otro de aquel en sus diferentes tiempos. La prescripción cobija a los alonsistas y por lo visto y escuchado, no cubrirá a los tellistas.

El tema de la impunidad de Alonso mató el tema de la corrupción, la Secretaria Humbelina debió enfatizar contundente y desde el principio, que en el gobierno de David Monreal no se dará un paso atrás en el combate a la corrupción, para la Nueva Gobernanza la batalla contra la corrupción no quedará en el discurso, en los hechos es un compromiso frontal y total, cero tolerancia a la impunidad a efecto de lograr el anhelado objetivo de la transformación del estado; no se permitirá el abuso en el servicio público para beneficio personal, la vocación y trabajo por el estado y las instituciones, siempre será servir a la sociedad.

En esta etapa de la Cuarta Transformación no debe haber borrón y cuenta nueva, no al archivo muerto ni ocultamiento de expedientes, no más mentiras ni componendas, no a las complicidades o simulación, la línea de la honestidad no se debe perder, y tendrán que demostrar que pueden recuperar la confianza social.

Efectivamente, en su conferencia de prensa del martes la Secretaria de la Función Pública, Humbelina Elizabeth López Loera "se mató la nota" y atropelló las expectativas de los medios informativos y se generó una confusión temática suscitada por el lanzamiento de tres discursos a la vez, habiendo colocado el tema del combate a la corrupción en un extraviado punto medio que dejó margen a la especulación, las conjeturas, las dudas y las sospechas, un escenario de confusión.

El discurso de la impunidad lanzado por la funcionaria a los 4 vientos, paradójicamente quedó exaltado como una severa condena al ex gobernador Miguel Alonso Reyes, pero exonerado por los tiempos acumulados hasta la prescripción; pero también se registró como clara advertencia al ex gobernador Alejandro Tello Cristerna. O sea, "te lo digo Alejandro para que lo entienda Alonso", porque según las instancias fiscalizadoras de los recursos públicos, en el sexenio alonsista "despilfarraron, saquearon y robaron sin contemplación ni miramiento alguno; pagos excesivos en contratos, incumplimiento en las aportaciones estatales y municipales, irregularidades en la guarda y custodia de documentos comprobatorios de ingresos, pago de nómina a personas que no acreditaron plaza de trabajo". Actos de corrupción que nunca fueron sancionados por el gobierno de Alejandro Tello al contrario, los expedientes fueron archivados para protección y cuidado del antecesor por una deliberada omisión.

Por eso, Miguel Alonso no será castigado por actos de corrupción detectados en su administración, toda vez que los delitos prescribieron. Saquearon y robaron provocando un daño al erario público por 593 millones de pesos. Una declaración de Humbelina López que ha quedado registrada como una oda a la corrupción.

El discurso de la impunidad se tornó en discurso de la impotencia, ganas no le faltaron a la Zar Anticorrupción, le sobraron, pero el tiempo encima los rebasó y les ganó para que el ex gobernador saliera ileso, invicto, impecable e impoluto, solo con la degradante exhibición pública, una sanción que más debe doler al ex mandatario.

Fue una exposición pública para que la gente enjuicie, repudie y condene a los regímenes priístas de Miguel Alonso y Alejandro Tello, un testimonio de la más tersa transición, de la continuidad sexenal sin alteración de por medio, dos grandes e inseparables amigos desde la infancia, que en las batallas políticas dependen el uno del otro y el otro de aquel en sus diferentes tiempos. La prescripción cobija a los alonsistas y por lo visto y escuchado, no cubrirá a los tellistas.

El tema de la impunidad de Alonso mató el tema de la corrupción, la Secretaria Humbelina debió enfatizar contundente y desde el principio, que en el gobierno de David Monreal no se dará un paso atrás en el combate a la corrupción, para la Nueva Gobernanza la batalla contra la corrupción no quedará en el discurso, en los hechos es un compromiso frontal y total, cero tolerancia a la impunidad a efecto de lograr el anhelado objetivo de la transformación del estado; no se permitirá el abuso en el servicio público para beneficio personal, la vocación y trabajo por el estado y las instituciones, siempre será servir a la sociedad.

En esta etapa de la Cuarta Transformación no debe haber borrón y cuenta nueva, no al archivo muerto ni ocultamiento de expedientes, no más mentiras ni componendas, no a las complicidades o simulación, la línea de la honestidad no se debe perder, y tendrán que demostrar que pueden recuperar la confianza social.