/ miércoles 7 de octubre de 2020

Crónica del poder │ Empresarios aspirantes a políticos

Si en los últimos 20 años la acumulación de problemas y rezagos en Zacatecas era enorme, ahora y en la ruta hacia la elección de gobernador en 2021, se observa un dramático hacinamiento que tiende a tragedia por las graves crisis pandémica, económica y de inseguridad, una situación al borde del colapso, para agregar otra peligrosa amenaza que ya pende sobre la sociedad, la violencia política.

El decepcionante desempeño de los partidos políticos y sus actores han trazado esa oscura proyección atizada por las confrontaciones, la división interna y la polarización de los extremos, un panorama que lo mismo es creciente e intenso por el país, que álgido y degradante en el estado, condiciones que no permiten atisbar un elevado debate, ni propuestas de calidad ni de corresponsabilidad en las campañas electorales, cuyos efectos serán el desaliento, la desconfianza y la desesperanza, para finalmente cerrar con reducida participación ciudadana, con otra grave abstención ante las urnas del 6 de junio y la indeseable decadencia de la cultura política y democrática.

Ni para qué hablar de gobernantes y legisladores, la mejor ilustración o los peores reflejos los han registrado en éstas páginas los dirigentes empresariales Rodrigo Castañeda Miranda y Alejandro Enríquez Suárez del Real, miembros de una nueva generación de empresarios, que críticamente coinciden en lanzar un contundente ¡Ya basta que gobiernen los mismos! Los líderes de la Canacintra y la Coparmex reconocen que en Zacatecas hay talento y capacidad en todos los sectores y solo se requiere que los partidos se abran a la ciudadanía, que den oportunidad a gente distinta más allá de las diferencias políticas e ideológicas, porque en el proceso electoral en marcha ya no deben prevalecer "ni los caudillo, ni políticos improvisados, sin idea de cómo gobernar, se requiere de gente capaz y honesta.

Ninguno de los dos empresarios niegan la cruz de su parroquia; Castañeda no titubea al señalar que colabora de cerca con David Monreal y Enríquez Suárez del Real manifiesta aspiraciones a la presidencia municipal de Zacatecas capital e incluso no descarta la oferta política por una diputación local, ya que por su formación profesional y vocación de servicio, puede asumir digna representación popular. Se ostentan pues como cartas fuertes de la iniciativa privada para acceder a las batallas electorales, sea a través de los partidos políticos o las organizaciones sociales que promueven candidaturas ciudadanas. Si logran la participación en la lucha por el poder estatal y la legislatura, sin duda serían fórmulas novedosas que romperían con el tradicional desfile de nombres de la rancia clase política.

La experiencia empresarial en política

En Zacatecas ha sido leve e irrelevante, los perfiles que surgieron pronto fueron apagados por la avalancha partidista y por el rechazo a ver al poder económico posicionado o adueñado del poder político y gubernamental. Se pueden recordar casos de candidaturas empresariales que en Zacatecas pudieron intentar cambiar el sistema, como Florencio Quezada, Cuauhtémoc Calderón, y aspirantes que fueron como Juan Enríquez Rivera, José Aguirre ( Quiero que Pepe Quiera ) y ahora irrumpe el joven empresario fresnillense, Adolfo “Fito” Bonilla, de notable prestigio como radiodifusor y agropecuario, y que es una singular conjunción de político empresario o empresario político, una ambivalencia que en los dos horizontes convence.



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Si en los últimos 20 años la acumulación de problemas y rezagos en Zacatecas era enorme, ahora y en la ruta hacia la elección de gobernador en 2021, se observa un dramático hacinamiento que tiende a tragedia por las graves crisis pandémica, económica y de inseguridad, una situación al borde del colapso, para agregar otra peligrosa amenaza que ya pende sobre la sociedad, la violencia política.

El decepcionante desempeño de los partidos políticos y sus actores han trazado esa oscura proyección atizada por las confrontaciones, la división interna y la polarización de los extremos, un panorama que lo mismo es creciente e intenso por el país, que álgido y degradante en el estado, condiciones que no permiten atisbar un elevado debate, ni propuestas de calidad ni de corresponsabilidad en las campañas electorales, cuyos efectos serán el desaliento, la desconfianza y la desesperanza, para finalmente cerrar con reducida participación ciudadana, con otra grave abstención ante las urnas del 6 de junio y la indeseable decadencia de la cultura política y democrática.

Ni para qué hablar de gobernantes y legisladores, la mejor ilustración o los peores reflejos los han registrado en éstas páginas los dirigentes empresariales Rodrigo Castañeda Miranda y Alejandro Enríquez Suárez del Real, miembros de una nueva generación de empresarios, que críticamente coinciden en lanzar un contundente ¡Ya basta que gobiernen los mismos! Los líderes de la Canacintra y la Coparmex reconocen que en Zacatecas hay talento y capacidad en todos los sectores y solo se requiere que los partidos se abran a la ciudadanía, que den oportunidad a gente distinta más allá de las diferencias políticas e ideológicas, porque en el proceso electoral en marcha ya no deben prevalecer "ni los caudillo, ni políticos improvisados, sin idea de cómo gobernar, se requiere de gente capaz y honesta.

Ninguno de los dos empresarios niegan la cruz de su parroquia; Castañeda no titubea al señalar que colabora de cerca con David Monreal y Enríquez Suárez del Real manifiesta aspiraciones a la presidencia municipal de Zacatecas capital e incluso no descarta la oferta política por una diputación local, ya que por su formación profesional y vocación de servicio, puede asumir digna representación popular. Se ostentan pues como cartas fuertes de la iniciativa privada para acceder a las batallas electorales, sea a través de los partidos políticos o las organizaciones sociales que promueven candidaturas ciudadanas. Si logran la participación en la lucha por el poder estatal y la legislatura, sin duda serían fórmulas novedosas que romperían con el tradicional desfile de nombres de la rancia clase política.

La experiencia empresarial en política

En Zacatecas ha sido leve e irrelevante, los perfiles que surgieron pronto fueron apagados por la avalancha partidista y por el rechazo a ver al poder económico posicionado o adueñado del poder político y gubernamental. Se pueden recordar casos de candidaturas empresariales que en Zacatecas pudieron intentar cambiar el sistema, como Florencio Quezada, Cuauhtémoc Calderón, y aspirantes que fueron como Juan Enríquez Rivera, José Aguirre ( Quiero que Pepe Quiera ) y ahora irrumpe el joven empresario fresnillense, Adolfo “Fito” Bonilla, de notable prestigio como radiodifusor y agropecuario, y que es una singular conjunción de político empresario o empresario político, una ambivalencia que en los dos horizontes convence.



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