/ viernes 6 de mayo de 2022

Crónica del poder │ En defensa de la Libertad de Expresión

Para los gobernantes, legisladores, alcaldes, líderes sociales y políticos, sindicalistas, funcionarios, empresarios, religiosos y partidos políticos, el 3 de mayo no pasó desapercibido como el Día de la Santa Cruz, pero ninguna referencia hubo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa, e hicieron bien el olvido o la indiferencia, porque nada hay que festejar, ningún motivo para celebrar, Zacatecas es escenario de libertades y más de la Libertad de Expresión, la madre de todas que se ejerce con pasión y mucha responsabilidad.

Muy apenas en su comparecencia ante la Legislatura, el Fiscal Francisco Murillo e ignorando la fecha conmemorativa, pudo decir que "no actúa en contra de la libertad de expresión" y párenle de contar, no hubo más y claro, ni falta que hace, es efeméride irrelevante, porque es como todos los días que son de libre expresión. En Zacatecas se respeta, se promueve, se defiende y se exalta con la práctica cotidiana. Otra referencia quedó registrada en el horizonte nacional, con la alerta de la organización Human Rights Watch y el resúmen previo de la Sociedad Interamericana de Prensa.

Sin embargo, el Embajador de los Estados Unidos en México, Ken Salarzar, un personaje diplomático que en todo está y en todo se mete, bien recordó y homenajeó a los periodistas mexicanos, a quienes les han arrebatado la vida, sin desconocer que, "al asesinar a un periodista no se asesina la verdad." Y en el marco de esa celebración, no podía faltar la obsesiva ofensiva del presidente Andrés Manuel López Obrador, en contra del comunicador Carlos Loret de Mola, a quien exhibió con su "lujosa residencia" en Valle de Bravo, un periodista que ni siquiera se inmutó porque ya es mención común en la famosa mañanera presidencial.

Desde Miami, Estados Unidos, la Sociedad Interamericana de Prensa, rechazó el discurso estigmatizante de López Obrador contra la prensa, porque coadyuva a que haya más violencia contra los periodistas en el país; señalaron que México es el país más peligroso para ejercer periodismo con alto índice de impunidad, en los tres primeros meses de este año, 8 comunicadores han sido asesinados en México, cifra alarmante que revela la deficiencia de los sistemas de protección y seguridad para los profesionales del periodismo que son críticos y cuestionan la crisis de efectividad en la batalla contra la violencia e inseguridad.

En Zacatecas existe un puente de comunicación entre el gobierno y la sociedad, que hace falta cruzar en doble vía, o sea, que la gente sea escuchada y que a la vez pueda emitir sus opiniones acerca del quehacer gubernamental, esto es un hecho de verdadera comunicación social, que tiene que ser entendido como intercambio de información, experiencias, dolencias, opiniones, propuestas, discusión y debate en torno de los graves problemas que aquejan a las comunidades y a los ciudadanos. Esta relación continúa inhibida por ausencia de credibilidad y de confianza sobre las instituciones gubernamentales, legislativas, judiciales y empresariales.

No se trata de manipular, ni controlar y mucho menos de minimizar los hechos y dichos, pero sí se trata de vivir con realismo una nueva cultura política de la información, orientación y opinión acerca del acontecer estatal y las expectativas de crecimiento y la recuperación de la paz y tranquilidad. Dar la voz a la sociedad es la fórmula.

Para los gobernantes, legisladores, alcaldes, líderes sociales y políticos, sindicalistas, funcionarios, empresarios, religiosos y partidos políticos, el 3 de mayo no pasó desapercibido como el Día de la Santa Cruz, pero ninguna referencia hubo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa, e hicieron bien el olvido o la indiferencia, porque nada hay que festejar, ningún motivo para celebrar, Zacatecas es escenario de libertades y más de la Libertad de Expresión, la madre de todas que se ejerce con pasión y mucha responsabilidad.

Muy apenas en su comparecencia ante la Legislatura, el Fiscal Francisco Murillo e ignorando la fecha conmemorativa, pudo decir que "no actúa en contra de la libertad de expresión" y párenle de contar, no hubo más y claro, ni falta que hace, es efeméride irrelevante, porque es como todos los días que son de libre expresión. En Zacatecas se respeta, se promueve, se defiende y se exalta con la práctica cotidiana. Otra referencia quedó registrada en el horizonte nacional, con la alerta de la organización Human Rights Watch y el resúmen previo de la Sociedad Interamericana de Prensa.

Sin embargo, el Embajador de los Estados Unidos en México, Ken Salarzar, un personaje diplomático que en todo está y en todo se mete, bien recordó y homenajeó a los periodistas mexicanos, a quienes les han arrebatado la vida, sin desconocer que, "al asesinar a un periodista no se asesina la verdad." Y en el marco de esa celebración, no podía faltar la obsesiva ofensiva del presidente Andrés Manuel López Obrador, en contra del comunicador Carlos Loret de Mola, a quien exhibió con su "lujosa residencia" en Valle de Bravo, un periodista que ni siquiera se inmutó porque ya es mención común en la famosa mañanera presidencial.

Desde Miami, Estados Unidos, la Sociedad Interamericana de Prensa, rechazó el discurso estigmatizante de López Obrador contra la prensa, porque coadyuva a que haya más violencia contra los periodistas en el país; señalaron que México es el país más peligroso para ejercer periodismo con alto índice de impunidad, en los tres primeros meses de este año, 8 comunicadores han sido asesinados en México, cifra alarmante que revela la deficiencia de los sistemas de protección y seguridad para los profesionales del periodismo que son críticos y cuestionan la crisis de efectividad en la batalla contra la violencia e inseguridad.

En Zacatecas existe un puente de comunicación entre el gobierno y la sociedad, que hace falta cruzar en doble vía, o sea, que la gente sea escuchada y que a la vez pueda emitir sus opiniones acerca del quehacer gubernamental, esto es un hecho de verdadera comunicación social, que tiene que ser entendido como intercambio de información, experiencias, dolencias, opiniones, propuestas, discusión y debate en torno de los graves problemas que aquejan a las comunidades y a los ciudadanos. Esta relación continúa inhibida por ausencia de credibilidad y de confianza sobre las instituciones gubernamentales, legislativas, judiciales y empresariales.

No se trata de manipular, ni controlar y mucho menos de minimizar los hechos y dichos, pero sí se trata de vivir con realismo una nueva cultura política de la información, orientación y opinión acerca del acontecer estatal y las expectativas de crecimiento y la recuperación de la paz y tranquilidad. Dar la voz a la sociedad es la fórmula.