/ jueves 10 de junio de 2021

Crónica del poder │ Encauzar convergencia de fuerzas

Que el presidente Andrés Manuel López Obrador acepte que las del domingo fueron elecciones libre y limpias, es un acierto y tácita aprobación del excelente y democrático proceder del Instituto Nacional Electoral y del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas, lo que puede ser indicador de cambio en su comportamiento que siempre ha sido ofensivo y de descalificaciones a las instituciones electorales, evidente razonamiento político que abona a la democracia electoral.

De hecho y de Derecho se reivindica el trascendente desempeño del INE y el IEEZ, los imperativos de imparcialidad, eficiencia y eficacia que se les reconocen cancelan escenarios de incertidumbre y de inestabilidad en estados, distritos y municipios donde las rivalidades electorales todavía laten por datos muy parejos y porque puedan ingresar a las disputas judiciales. Lo importante será, que quedan a salvo los principios, valores e ideales que los ciudadanos han planteado a través del sufragio e ilustrado al país y al mundo que prevalecen la capacidad de conciliación política y de coexistencia ideológica en medio de condiciones de respeto y civilidad.

El ambiente peyorativo y degradante que en algunos momentos de campaña se vivieron entre las coaliciones Va por Zacatecas y Juntos Hacemos Historia, lideradas por el PRI y Morena, fue disipado por el voto popular que partió en dos la geografía política estatal, como así lo demuestran ambas fuerzas políticas al haberse adjudicado la victoria en 9 distritos locales electorales por bando; más todavía, esa equidad electoral también se exhibe en las diputaciones federales, 2 a 2, Benelly Hernández, de Morena y Alfredo Femat, del PT por la alianza lopezobradorista; Miguel Ángel Varela y Carolina Dávila, por la coalición PRI, PAN y PRD. Los municipios también están "a mita y mita" entre las dos coaliciones o de aliados en solitario, un todo político electoral que en el lenguaje presidencial, caben las tendencias conservadoras, liberales, progresistas, derechistas, de izquierda y de la cuarta transformación, una pluralidad política e ideológica de marcados equilibrios y contrapesos, que con talento, prudencia, esfuerzo y real voluntad de conciliación, sí han de ser posibles y viables el diálogo, las negociaciones y los acuerdos.

Lo importante es que todas las fuerzas políticas no solo coinciden sino que comparten la formidable responsabilidad de enfrentar juntos los flagelos de la inseguridad, la violencia, el retroceso económico y la pandemia, y para lograr esa conjunción y convergencia de potencialidades desde los ayuntamientos, las diputaciones federales y locales, David Monreal y los actores políticos como Claudia Anaya, Javier Valadez, Flavio Campos, Nany Romo, Lupita Medina y Miriam García, que han depuesto las armas, pueden hacer posible y realidad esa comunión social que se requiere para abatir la emergencia que se sufre en los sectores laborales, productivos, académicos, sociales, culturales y económicos, y claro, si es que son ciertos los pronunciamientos de primero Zacatecas, aún en las diferencias y discrepancias. Todas y todos tienen propuestas de desarrollo y ponerlas a revisión, análisis y discusión para reformular estrategias de progreso, será el gran ideal de consolidación democrática.

Es aquí donde los zacatecanos quieren ver el liderazgo del gobernador electo David Monreal, para convocar a la unidad y construirla en serio y con entera responsabilidad, porque solo así y con el respaldo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se podrán superar las décadas de atraso que exhiben Zacatecas y sus 58 municipios. Si son fuerzas políticas avanzadas y una sociedad progresista, podrán darle viabilidad y legitimidad al mandado del voto popular del domingo.

Que el presidente Andrés Manuel López Obrador acepte que las del domingo fueron elecciones libre y limpias, es un acierto y tácita aprobación del excelente y democrático proceder del Instituto Nacional Electoral y del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas, lo que puede ser indicador de cambio en su comportamiento que siempre ha sido ofensivo y de descalificaciones a las instituciones electorales, evidente razonamiento político que abona a la democracia electoral.

De hecho y de Derecho se reivindica el trascendente desempeño del INE y el IEEZ, los imperativos de imparcialidad, eficiencia y eficacia que se les reconocen cancelan escenarios de incertidumbre y de inestabilidad en estados, distritos y municipios donde las rivalidades electorales todavía laten por datos muy parejos y porque puedan ingresar a las disputas judiciales. Lo importante será, que quedan a salvo los principios, valores e ideales que los ciudadanos han planteado a través del sufragio e ilustrado al país y al mundo que prevalecen la capacidad de conciliación política y de coexistencia ideológica en medio de condiciones de respeto y civilidad.

El ambiente peyorativo y degradante que en algunos momentos de campaña se vivieron entre las coaliciones Va por Zacatecas y Juntos Hacemos Historia, lideradas por el PRI y Morena, fue disipado por el voto popular que partió en dos la geografía política estatal, como así lo demuestran ambas fuerzas políticas al haberse adjudicado la victoria en 9 distritos locales electorales por bando; más todavía, esa equidad electoral también se exhibe en las diputaciones federales, 2 a 2, Benelly Hernández, de Morena y Alfredo Femat, del PT por la alianza lopezobradorista; Miguel Ángel Varela y Carolina Dávila, por la coalición PRI, PAN y PRD. Los municipios también están "a mita y mita" entre las dos coaliciones o de aliados en solitario, un todo político electoral que en el lenguaje presidencial, caben las tendencias conservadoras, liberales, progresistas, derechistas, de izquierda y de la cuarta transformación, una pluralidad política e ideológica de marcados equilibrios y contrapesos, que con talento, prudencia, esfuerzo y real voluntad de conciliación, sí han de ser posibles y viables el diálogo, las negociaciones y los acuerdos.

Lo importante es que todas las fuerzas políticas no solo coinciden sino que comparten la formidable responsabilidad de enfrentar juntos los flagelos de la inseguridad, la violencia, el retroceso económico y la pandemia, y para lograr esa conjunción y convergencia de potencialidades desde los ayuntamientos, las diputaciones federales y locales, David Monreal y los actores políticos como Claudia Anaya, Javier Valadez, Flavio Campos, Nany Romo, Lupita Medina y Miriam García, que han depuesto las armas, pueden hacer posible y realidad esa comunión social que se requiere para abatir la emergencia que se sufre en los sectores laborales, productivos, académicos, sociales, culturales y económicos, y claro, si es que son ciertos los pronunciamientos de primero Zacatecas, aún en las diferencias y discrepancias. Todas y todos tienen propuestas de desarrollo y ponerlas a revisión, análisis y discusión para reformular estrategias de progreso, será el gran ideal de consolidación democrática.

Es aquí donde los zacatecanos quieren ver el liderazgo del gobernador electo David Monreal, para convocar a la unidad y construirla en serio y con entera responsabilidad, porque solo así y con el respaldo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se podrán superar las décadas de atraso que exhiben Zacatecas y sus 58 municipios. Si son fuerzas políticas avanzadas y una sociedad progresista, podrán darle viabilidad y legitimidad al mandado del voto popular del domingo.