/ miércoles 11 de mayo de 2022

Crónica del poder │ La alianza “Va por Zacatecas” frágil y débil

33 años cumplió el Partido de la Revolución Democrática el pasado 5 de mayo y puede decirse que desde Jesús Zambrano, el dirigente nacional, hasta Raymundo carrillo, el Presidente de la Dirección Ejecutiva Estatal de Zacatecas, que encabezaron sendos acontecimientos de celebración, la repercusión fue irrelevante, y de ahí están en riesgo de transitar a la insignificancia, porque sus horizontes otrora abiertos, amplios e intensos de activismo como partido socialdemócrata, ahora se han acortado, son cada día más estrechos y pierde la capacidad de convocatoria de hace 25 años.

Obvio que ambos líderes evocaron la gran hazaña de 1989, cuando los fundadores históricos y aún en vida políticamente activa, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, anunciaron el advenimiento de un vigoroso partido de izquierda, al que más tarde se unieron Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, Andrés Manuel López Obrador y Amalia García Medina. Recordemos que el hoy Presidente de México y líder absoluto de Morena, fue Presidente nacional del PRD entre 1996 y 1999, que en el 98 impulsó a Ricardo Monreal como candidato a gobernador de Zacatecas y alcanzó la contundente victoria, que elevó al perredismo a su mayor apogeo y luego lo sucedió Amalia García Medina, dos sexenios de enorme potencialidad del PRD en el estado.

Por la presidencia estatal del Partido de la Revolución Democrática, transitaron Luis Contreras Serrano, Jorge Eduardo Hiriart, Felipe Álvarez y Luis Medina Lizalde, Arturo Ortiz Méndez hasta Raymundo Carrillo Ramírez. Hoy el PRD está reducido en su estructura y a perdido fuerza municipalista, solo el alcalde de Río Grande, Mario Córdova resalta con excelente trabajo gubernamental. La celebración del 33 aniversario casi pasó desapercibida, carente de impacto político y social. Los más notables personajes, Camerino Eleazar Márquez Madrid y el diputado federal Miguel Torres, no alcanzan a recuperar potencialidad para darle más presencia ante su alianza con los Partido Acción Nacional y Revolucionario Institucional.

PAN, PRI y PRD han destacado como la principal fuerza opositora al régimen de López Obrador y ante los partidos en el poder, Morena y los Partidos del Trabajo y Verde Ecologista. Su desempeño legislativo evitó la aprobación de la Reforma Eléctrica del Presidente y han reiterado el compromiso de mantener unidad y cohesión para oponerse a las reformas electoral y de la Guardia Nacional. Más sin embargo, no parecen apuntalar fortaleza, se advierten diezmados, pasivos o inmovilizados, como así lo demuestran en Zacatecas los dirigentes estatal, la panista Verónica Alamillo, el priista Enrique Flores Mendoza y el perredista Raymundo Carrillo.

En el PRI se advierte abandono de la estructura histórica, de los grupos más leales y fieles al partido, Miguel Alonso, Carños Peña, Carlos Peña y Enrique Flores cometen el error de excluir a valiosos cuadros y activos militantes en los municipios, sobre todo en el corredor electoral, de Fresnillo, Zacatecas y Guadalupe. En el PAN, la nueva dirigente Verónica Alamillo, todavía no encaja en el comité estatal y no muestra calidad política para conciliar y convocar a la nueva y vieja militancia, que la verdad han sido pilares fundamentales para mantener la vigencia y latencia en numerosos municipios del estado. La alianza Va por México se ve frágil, débil por Zacatecas.

33 años cumplió el Partido de la Revolución Democrática el pasado 5 de mayo y puede decirse que desde Jesús Zambrano, el dirigente nacional, hasta Raymundo carrillo, el Presidente de la Dirección Ejecutiva Estatal de Zacatecas, que encabezaron sendos acontecimientos de celebración, la repercusión fue irrelevante, y de ahí están en riesgo de transitar a la insignificancia, porque sus horizontes otrora abiertos, amplios e intensos de activismo como partido socialdemócrata, ahora se han acortado, son cada día más estrechos y pierde la capacidad de convocatoria de hace 25 años.

Obvio que ambos líderes evocaron la gran hazaña de 1989, cuando los fundadores históricos y aún en vida políticamente activa, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, anunciaron el advenimiento de un vigoroso partido de izquierda, al que más tarde se unieron Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, Andrés Manuel López Obrador y Amalia García Medina. Recordemos que el hoy Presidente de México y líder absoluto de Morena, fue Presidente nacional del PRD entre 1996 y 1999, que en el 98 impulsó a Ricardo Monreal como candidato a gobernador de Zacatecas y alcanzó la contundente victoria, que elevó al perredismo a su mayor apogeo y luego lo sucedió Amalia García Medina, dos sexenios de enorme potencialidad del PRD en el estado.

Por la presidencia estatal del Partido de la Revolución Democrática, transitaron Luis Contreras Serrano, Jorge Eduardo Hiriart, Felipe Álvarez y Luis Medina Lizalde, Arturo Ortiz Méndez hasta Raymundo Carrillo Ramírez. Hoy el PRD está reducido en su estructura y a perdido fuerza municipalista, solo el alcalde de Río Grande, Mario Córdova resalta con excelente trabajo gubernamental. La celebración del 33 aniversario casi pasó desapercibida, carente de impacto político y social. Los más notables personajes, Camerino Eleazar Márquez Madrid y el diputado federal Miguel Torres, no alcanzan a recuperar potencialidad para darle más presencia ante su alianza con los Partido Acción Nacional y Revolucionario Institucional.

PAN, PRI y PRD han destacado como la principal fuerza opositora al régimen de López Obrador y ante los partidos en el poder, Morena y los Partidos del Trabajo y Verde Ecologista. Su desempeño legislativo evitó la aprobación de la Reforma Eléctrica del Presidente y han reiterado el compromiso de mantener unidad y cohesión para oponerse a las reformas electoral y de la Guardia Nacional. Más sin embargo, no parecen apuntalar fortaleza, se advierten diezmados, pasivos o inmovilizados, como así lo demuestran en Zacatecas los dirigentes estatal, la panista Verónica Alamillo, el priista Enrique Flores Mendoza y el perredista Raymundo Carrillo.

En el PRI se advierte abandono de la estructura histórica, de los grupos más leales y fieles al partido, Miguel Alonso, Carños Peña, Carlos Peña y Enrique Flores cometen el error de excluir a valiosos cuadros y activos militantes en los municipios, sobre todo en el corredor electoral, de Fresnillo, Zacatecas y Guadalupe. En el PAN, la nueva dirigente Verónica Alamillo, todavía no encaja en el comité estatal y no muestra calidad política para conciliar y convocar a la nueva y vieja militancia, que la verdad han sido pilares fundamentales para mantener la vigencia y latencia en numerosos municipios del estado. La alianza Va por México se ve frágil, débil por Zacatecas.