/ jueves 28 de julio de 2022

Crónica del poder │ La fiesta cultural urge por seguridad

Nadie tiene que llamarse ofendido o injuriado, ni ha de enojarse o irritarse por las opiniones vertidas desde la sociedad y la opinión pública, así sean críticas sustentadas y orientadas desde los sentimientos de gente afectada o lesionada o victimizada por las condiciones tortuosas que se viven frente a los escenarios cada vez más cercanos de violencia e inseguridad con resultados trágicos y brutales; ni las expresiones populares de malestar, protesta, clamor y exigencia, son peyorativas ni ofensivas o de una descalificación total a la función pública en esos ámbitos que parecen arraigar en algunas zonas, regiones y municipios del estado. Son manifestaciones ante la realidad.

Para enfrentar la historia actual de Zacatecas, obvio es que hay que conocer sus valores, su geografía, la realidad social y política, y muy seguramente entender e interpretar que la urgencia del momento es el combate a la violencia e inseguridad; bajo este panorama, debe ser que el general Adolfo Marín Marín, tiene como objetivo central garantizar la seguridad pública de los zacatecanos y el patrimonio de las familias y ciudadanos, eso es incuestionable, porque bien sabe y es consciente de los derechos civiles, el valor de las libertades y de la seguridad, que permitan transitar con tranquilidad por calles, plazas, carreteras, museos, antros, fiestas y ferias.

Y, por si el secretario de Seguridad Pública todavía no conoce Zacatecas, hay que decirle que aunque todo el año está cargado de una verdadera policromía cultural y religiosa, de julio a septiembre destacan las ferias y festivales más tradicionales, que son la recreación tradicional y alegre de los vecinos y las atracciones máximas del turismo, migrantes y visitantes. Ahora mismo cabe preguntar, ¿conoce la fiesta de los Tastoanesen los Cañones? Y las convivencias religiosas del Santo Santiago, Santa Ana, la Soledad, Judas Tadeo y las Morismas de Bracho. Son algunas de las celebraciones que se tornan multitudinarias y donde convergen miles y miles de zacatecanos de aquí y de afuera, las que se han visto reducidas por el deterioro provocado por la violencia y las que urge recuperar en su esencia y perseverancia.

Viene el Festival del Folclor Internacional, del 31 de julio al 7 de agosto, la próxima semana, 46 grupos de Argentina, Costa Rica, Chile, Bolivia, Colombia, Panamá y nuestro México, van a participar enlazados a los grupos artísticos municipales con extensión de sus bailes, desde Zacatecas Capital hasta 12 municipios más; viene la Feria Nacional de Fresnillo, el Festival Cultural y luego la Feria Nacional de Zacatecas, hasta el Congreso Nacional Charro y, necesaria y responsablemente, el Secretario Adolfo Marín, tiene que demostrar que la seguridad en Zacatecas no está secuestrada y que no es un estado fallido ni rehén de la criminalidad y para lograrlo, como así le reclaman y le urgen todos los sectores de la sociedad, los municipios y las instituciones, deberá fortalecer estrategias para hacerlas más efectivas y de resultados en favor de la paz y tranquilidad que todos los zacatecanos anhelamos, hasta revertir esa negativa imagen que se ha convertido en obstáculo al desarrollo.

Aunque no lo quiera aceptar, a la sociedad zacatecana a toda la población le resulta inconcebible e imperdonable, que la Presidenta Municipal de Apulco, Yanet Morales García, ante las amenazas de violencia tenga que gobernar desde Jalisco. Escenario que no debe repetirse ni registrarse en ningún rincón del estado.

Nadie tiene que llamarse ofendido o injuriado, ni ha de enojarse o irritarse por las opiniones vertidas desde la sociedad y la opinión pública, así sean críticas sustentadas y orientadas desde los sentimientos de gente afectada o lesionada o victimizada por las condiciones tortuosas que se viven frente a los escenarios cada vez más cercanos de violencia e inseguridad con resultados trágicos y brutales; ni las expresiones populares de malestar, protesta, clamor y exigencia, son peyorativas ni ofensivas o de una descalificación total a la función pública en esos ámbitos que parecen arraigar en algunas zonas, regiones y municipios del estado. Son manifestaciones ante la realidad.

Para enfrentar la historia actual de Zacatecas, obvio es que hay que conocer sus valores, su geografía, la realidad social y política, y muy seguramente entender e interpretar que la urgencia del momento es el combate a la violencia e inseguridad; bajo este panorama, debe ser que el general Adolfo Marín Marín, tiene como objetivo central garantizar la seguridad pública de los zacatecanos y el patrimonio de las familias y ciudadanos, eso es incuestionable, porque bien sabe y es consciente de los derechos civiles, el valor de las libertades y de la seguridad, que permitan transitar con tranquilidad por calles, plazas, carreteras, museos, antros, fiestas y ferias.

Y, por si el secretario de Seguridad Pública todavía no conoce Zacatecas, hay que decirle que aunque todo el año está cargado de una verdadera policromía cultural y religiosa, de julio a septiembre destacan las ferias y festivales más tradicionales, que son la recreación tradicional y alegre de los vecinos y las atracciones máximas del turismo, migrantes y visitantes. Ahora mismo cabe preguntar, ¿conoce la fiesta de los Tastoanesen los Cañones? Y las convivencias religiosas del Santo Santiago, Santa Ana, la Soledad, Judas Tadeo y las Morismas de Bracho. Son algunas de las celebraciones que se tornan multitudinarias y donde convergen miles y miles de zacatecanos de aquí y de afuera, las que se han visto reducidas por el deterioro provocado por la violencia y las que urge recuperar en su esencia y perseverancia.

Viene el Festival del Folclor Internacional, del 31 de julio al 7 de agosto, la próxima semana, 46 grupos de Argentina, Costa Rica, Chile, Bolivia, Colombia, Panamá y nuestro México, van a participar enlazados a los grupos artísticos municipales con extensión de sus bailes, desde Zacatecas Capital hasta 12 municipios más; viene la Feria Nacional de Fresnillo, el Festival Cultural y luego la Feria Nacional de Zacatecas, hasta el Congreso Nacional Charro y, necesaria y responsablemente, el Secretario Adolfo Marín, tiene que demostrar que la seguridad en Zacatecas no está secuestrada y que no es un estado fallido ni rehén de la criminalidad y para lograrlo, como así le reclaman y le urgen todos los sectores de la sociedad, los municipios y las instituciones, deberá fortalecer estrategias para hacerlas más efectivas y de resultados en favor de la paz y tranquilidad que todos los zacatecanos anhelamos, hasta revertir esa negativa imagen que se ha convertido en obstáculo al desarrollo.

Aunque no lo quiera aceptar, a la sociedad zacatecana a toda la población le resulta inconcebible e imperdonable, que la Presidenta Municipal de Apulco, Yanet Morales García, ante las amenazas de violencia tenga que gobernar desde Jalisco. Escenario que no debe repetirse ni registrarse en ningún rincón del estado.