Los ciudadanos de hoy, cada vez más informados y por ello más conscientes de las realidades, evalúan las obras de gobierno y las acciones legislativas con base en los hechos, no en los dichos, porque los planteamientos solo están llenos de promesas, expectativas y proyectos muchas veces inviables y otras creíbles, de manera que lo más razonable y justo es que la gente valore a gobernantes y legisladores en su consistencia, coherencia y exactitud acerca de los compromisos que se hicieron en campaña electoral, esto es, en los resultados.
Ya se han comentado y evaluado los informes del presidente Andrés Manuel López Obrador y del gobernador Alejandro Tello, pero los diputados también informan y fue la legisladora Carolina Dávila Ramírez, la que emitió el mensaje a nombre de los 30, una expresión contenida de esencia y sustancia políticas que vale la pena resaltar para que ejerzan sana autocrítica y analicen si en verdad están dando respuesta a sus representados y si han encontrado cómo servir mejor a Zacatecas, si han salvaguardado la institucionalidad orientada por el interés social , sin sesgos partidistas ni motivaciones personales, como así lo estableció la loretense en la máxima tribuna del estado.
Asegurar que "no a la improvisación, no a los retrocesos, no al autoritarismo ni a la concentración de las decisiones en México y que en Zacatecas ocupamos el diálogo, la concertación respetuosa y la práctica política de acuerdos," es un postura que se recibió por la pluralidad como una crítica consensada y sin censura; otra cosa será que los ciudadanos, la sociedad zacatecana puedan considerar que la diversidad de sus diputados locales, es consecuente y congruente y que han actuado en razón de principios y de las decisiones de los ciudadanos que representan en los distritos y municipios.
Muy acertado que Carolina Dávila convoque a sus colegas a pensar a Zacatecas desde una óptica diferente que conlleve a rebasar la miopía ante los nuevos desafíos en la democracia abierta, plena, respetuosa y tolerante, porque "ésta es la nueva normalidad democrática que se vive en Zacatecas." Escuchado así el compromiso y la convicción de los legisladores, puede ser que iniciado su tercer año de gestión busquen superar la mediocridad que los estigmatiza, que se decidan a recuperar el prestigio que sigue en los suelos y que unidos en las diferencias, sean capaces de alzar la voz por Zacatecas y sus graves problemas de inseguridad, parálisis económica y la crisis sanitaria, y asumir posiciones como en este informe, sin versiones partidarias y con alto nivel de representatividad y salvaguardando la real autonomía del Poder Legislativo.
¿Cómo servir mejor a Zacatecas?
Es una interrogante que se plantean los diputados en su informe y que en el ya poco tiempo que les queda, han de encontrar la ruta precisamente en el diálogo, la negociación y los acuerdos; sin olvidar que como fuerza política colectiva y unitaria, aún en las diferencias o discrepancias, han de sumarse a los esfuerzos del Poder Ejecutivo representado por Alejandro Tello, para que Zacatecas y los zacatecanos, ante el Ejecutivo Federal demuestren esa cohesión, consenso y unidad en la exigencia de un presupuesto más justo que impulse el crecimiento económico; tan solo vean a los gobernadores, exhibieron fractura y división, y así los tratan, con indiferencia, menosprecio, hasta humillaciones. Aquí y ahora, urgen cohesión y unidad entre los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial
