En el escenario nacional, el nuevo dirigente de Morena, Mario Delgado, lleva adelante el proceso de alianza con los Partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México y la formaliza en los estados de Guerrero y San Luis Potosí, una tendencia que se extenderá hacia otras entidades bajo la consigna que han de apoyar al Presidente López Obrador y la Cuarta Transformación e imposición de sus candidatos.
En el negocio de enfrente, la alianza PAN-PRI-PRD que construyen los respectivos dirigentes Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, va más allá para integrar al Movimiento Ciudadano de Dante Delgado Rannauro; y más todavía, han pactado unidad con la agrupación "Sí por México" que lideran los empresarios Claudio X. González y Gustavo de Hoyos bajo el manto de la Coparmex y se han trazado el objetivo de alcanzar una nueva mayoría en la Cámara de Diputados para revertir y contener acciones y modificaciones que consideran desviaciones del gobierno federal en manos de Morena.
No obstante la descalificación que el Presidente lanza en contra de esa alianza "que busca el retroceso, y dicen sí a la corrupción, a la pobreza, al racismo, al clasismo, a la humillación del pueblo y a que el gobierno esté al servicio de una mayoría rapaz", de hecho esos partidos y organizaciones sociales y empresariales, le han tomado la palabra a López Obrador, se organizan, van a la competencia en las urnas del 6 de junio y dispuestos a una contundente victoria electoral, y al año siguiente, en 2022, por la revocación de mandato. Un panorama que refleja el crecimiento organizacional y aliancista de una oposición cada vez más fuerte y decidida a recuperar el poder.
Tal parece que la alianza PAN-PRI-PRD ya causa temor y preocupa a Morena, desde su liderazgo nacional hasta los locales así lo reflejan. Aquí en Zacatecas la ofensiva mediática demuestra que le temen a la coalición, que muy probablemente lidere Adolfo Bonilla como candidato con carisma, un priista bien visto en los sectores social, productivo y empresarial y entre las militancias de los tres partidos. Hay voces que la reducen a club de opositores de ocasión (Raymundo Cárdenas); como una confluencia muy maquillada (Gilberto del Real); y que es una confesión de impotencia (Luis Medina Lizalde). Voces que ya dejan entrever riesgos de un mayor rechazo a su proyecto político de la cuarta transformación.
En otras palabras, la alianza que edifican el PAN-PRI-PRD y Movimiento Ciudadano, es mera complicidad y más simulación; y en contraparte, la coalición Morena, PT y Verde Ecologista, es sólida unidad con el imbatible liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.
No es tema ideológico
La alianza del PRI-PAN-PRD-MC, es tema de suma de votos, de acuerdos, de inteligencia y estrategias para ganar las elecciones del 6 de junio, afirma el Presidente Nacional priista Alejandro Moreno, lo que se traduce en formidable reto al nuevo régimen y la insistencia en asumir posiciones inamovibles con una creciente polarización, y que habrán de llegar a las campañas a debatir sin concesiones, cada fuerza con la determinación de darle certeza a los cambios, que la sociedad y los ciudadanos exigen sean siempre por la vía democrática y a través de las urnas, pero en condiciones de respeto, legalidad, debate de las ideas, y en medio de una pluralidad que respete diferencias y sume las coincidencias.
