/ jueves 25 de febrero de 2021

Crónica del poder │ Las alianzas se sacuden y acomodan

Las encuestas son estrategias e instrumentos de la competencia electoral que tienden a influir en la percepción ciudadana acerca de partidos y candidatos. Cada vez o cada día es más claro que las distancias marcadas por los sondeos, se acortan o estrechan, de dos dígitos se reducen a uno y en descenso con cifras o datos distintos pero nunca definitivos, aunque sí generan entusiasmo y confianza colectiva entre los que se mantienen adelante o en la vanguardia, lo que implica que el candidato y su partido tengan que reformular pronunciamientos, discurso e imagen si es que quiere mantener esa posición adelante y bien orientada hacia la meta gubernamental o legislativa.

Desde hace dos años David pareció tomar forma imponente a través de las encuestas, una tras otra reafirmaba óptimas condiciones para la batalla, se acomodan tendencias, fuerzas y grupos hacia los objetivos trazados, desde Palacio de Gobierno hasta la Legislatura. Un avance sin debate real, pero con visión y perspectivas en crecimiento, una etapa de ganar y ganar tiempos con la creativa estrategia de las mediciones preferenciales en el campo y las ciudades.

Para estos momentos y cuando han entrado a la escena otros actores, la efectividad de esa estrategia viene a menos, bajan los niveles de respaldo y hacen ver debilidades y cambios en los números y tendencias. Por eso, al configurarse la candidatura de Claudia Anaya, los otros datos empiezan a aparecer, hay acercamiento de distancias, los dos dígitos se desvanecen y sobrevienen diferencias de 5 a 6 puntos, para abrir frentes de dificultades y complejidad para la postura vanguardista de David. De ahí la importancia política de siempre mantenerse arriba y no ceder un ápice ante las nuevas y vigorosas ofensivas de una oposición que se recompone y fortalece, así, hay encuestas que ya favorecen a la senadora.

Hoy, por ejemplo, en el escenario nacional la intención del voto todavía lo tiene Morena para ratificar la mayoría en la Cámara de Diputados, así lo han demostrado con la aprobación de la Ley de la Industria Eléctrica, por la suma de fuerzas legislativas con los Partidos del Trabajo y Encuentro Solidario, el PT y PES. Ya en Zacatecas, se advierte que la coalición PAN, PRI, PRD gana terreno y avanza, de manera que de aquí al inicio de la campaña el 4 de abril, van a cambiar las preferencias ciudadanas y asuntos álgidos, como la vacuna anticovid, la inseguridad pública, el asunto Félix Salgado Macedonio en Guerrero, que ha movilizado en contra a las mujeres; los fenomenales ruidos que ha metido la Auditoría Superior de la Federación; las divisiones internas que Morena todavía no supera, entre otros conflictos, necesariamente van a impactar en la gente y los ciudadanos pueden mover los números y cambiar sus inclinaciones, como ya lo hacen.

Es probable se reproduzcan

Cambios o reversiones en los otros datos que se manejan y que apuntan al triunfo electoral anticipado, porque mientras no haya resolución a los conflictos nacionales y regionales, la competencia electoral se atisba ardiente, para que las super coaliciones tengan que redefinir sus estrategias, porque los partidos menores, por así decirlo y con respeto, van a generar una fragmentación que les quitará fuerza y reducirá las expectativas triunfalistas. Hay niveles y límites que se van a rebasar y a cambiar las preferencias. Eso que ni qué.

Las encuestas son estrategias e instrumentos de la competencia electoral que tienden a influir en la percepción ciudadana acerca de partidos y candidatos. Cada vez o cada día es más claro que las distancias marcadas por los sondeos, se acortan o estrechan, de dos dígitos se reducen a uno y en descenso con cifras o datos distintos pero nunca definitivos, aunque sí generan entusiasmo y confianza colectiva entre los que se mantienen adelante o en la vanguardia, lo que implica que el candidato y su partido tengan que reformular pronunciamientos, discurso e imagen si es que quiere mantener esa posición adelante y bien orientada hacia la meta gubernamental o legislativa.

Desde hace dos años David pareció tomar forma imponente a través de las encuestas, una tras otra reafirmaba óptimas condiciones para la batalla, se acomodan tendencias, fuerzas y grupos hacia los objetivos trazados, desde Palacio de Gobierno hasta la Legislatura. Un avance sin debate real, pero con visión y perspectivas en crecimiento, una etapa de ganar y ganar tiempos con la creativa estrategia de las mediciones preferenciales en el campo y las ciudades.

Para estos momentos y cuando han entrado a la escena otros actores, la efectividad de esa estrategia viene a menos, bajan los niveles de respaldo y hacen ver debilidades y cambios en los números y tendencias. Por eso, al configurarse la candidatura de Claudia Anaya, los otros datos empiezan a aparecer, hay acercamiento de distancias, los dos dígitos se desvanecen y sobrevienen diferencias de 5 a 6 puntos, para abrir frentes de dificultades y complejidad para la postura vanguardista de David. De ahí la importancia política de siempre mantenerse arriba y no ceder un ápice ante las nuevas y vigorosas ofensivas de una oposición que se recompone y fortalece, así, hay encuestas que ya favorecen a la senadora.

Hoy, por ejemplo, en el escenario nacional la intención del voto todavía lo tiene Morena para ratificar la mayoría en la Cámara de Diputados, así lo han demostrado con la aprobación de la Ley de la Industria Eléctrica, por la suma de fuerzas legislativas con los Partidos del Trabajo y Encuentro Solidario, el PT y PES. Ya en Zacatecas, se advierte que la coalición PAN, PRI, PRD gana terreno y avanza, de manera que de aquí al inicio de la campaña el 4 de abril, van a cambiar las preferencias ciudadanas y asuntos álgidos, como la vacuna anticovid, la inseguridad pública, el asunto Félix Salgado Macedonio en Guerrero, que ha movilizado en contra a las mujeres; los fenomenales ruidos que ha metido la Auditoría Superior de la Federación; las divisiones internas que Morena todavía no supera, entre otros conflictos, necesariamente van a impactar en la gente y los ciudadanos pueden mover los números y cambiar sus inclinaciones, como ya lo hacen.

Es probable se reproduzcan

Cambios o reversiones en los otros datos que se manejan y que apuntan al triunfo electoral anticipado, porque mientras no haya resolución a los conflictos nacionales y regionales, la competencia electoral se atisba ardiente, para que las super coaliciones tengan que redefinir sus estrategias, porque los partidos menores, por así decirlo y con respeto, van a generar una fragmentación que les quitará fuerza y reducirá las expectativas triunfalistas. Hay niveles y límites que se van a rebasar y a cambiar las preferencias. Eso que ni qué.