/ miércoles 29 de junio de 2022

Crónica del poder │ Lo electoral se calienta, la violencia es lo de menos

Cada día que pasa hay entre la sociedad y con los ciudadanos la convicción de que la adelantada campaña electoral por la Presidencia de la República en 2024, es una estratégica distracción frente a las crisis económica, pandémica, de violencia e inseguridad que soporta el país en diferentes escenarios y horizontes, incluido nuestro Zacatecas, entre los estados más golpeados por la criminalidad, las tragedias sangrientas, el persistente luto y el ambiente de miedos y de terror.

Es inevitable que la gente tenga que convivir en los episodios político electorales que son verdaderos espectáculos sin seriedad, con mucha irresponsabilidad, simulación e hipocresía entre los actores, sean partidos o aspirantes. Esas turbulencias políticas que por ahora se concentran sobre Coahuila y el Estado de México, que el próximo año tendrán elección de gobernador, nos recuerdan aquel grito espontáneo y calientito del Frente Popular, ¡ somos un chingo y seremos más !, consigna que cada una de las corcholatas presidenciales, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y el rebelde con causa Ricardo Moneal, que a diario intentan y tratan de cumplir hasta consolidar ascensos estadísticos en las encuestas.

La competencia electoral ya es intensa y con pasión elevada y, por faltar todavía mucho tiempo para los tiempos formales de la batalla, no se descartan sorpresas e impactos impresionantes. Así por ejemplo, el desplante morenista de la exclusión para sacar a Monreal de la jugada, el domingo pareció terminar, porque seguramente que le pensaron, reflexionaron, analizaron y razonaron, que más conveniente es mantener dentro del show al Senador zacatecano, hasta donde se pueda y para ganarle tiempo sobre el inminente rompimiento, porque nunca será una indignante corcholata y porque estará en la boleta electoral 2024, a como dé lugar, con Morena o por Morena, por eso, llamó a abandonar la simulación y la hipocresía, así como la exclusión, dogmatismos y sectarismos, a evitar ventajas ilegales.

El domingo pasado en Coahuila, a Ricardo Monreal ya se le vió en el estrado de la llamada Asamblea por la Unidad y Movilidad para que siga la Transformación y en las fotos al lado del dirigente Mario Delgado, las corcholatas Claudia y Adán Augusto y frente a ellos y ante miles de coahuilenses, exigió reglas claras, porque dijo, "en democracia soy un rebelde con causa", lo que provocó que morenistas y no, le ovacionaron como Presidente, las huestes del senador Armando Guadiana, aliado del fresnillense, operó las manifestaciones de apoyo, y no cesó en pedir la unidad, no la exclusión, el piso parejo para todos los aspirantes.

En este ambiente de calenturas electorales desde el desierto de Coahuila, el Senador José Narro Céspedes, descartó a Ricardo Monreal de la contienda presidencial y como siempre y como buen tamaulipeco nunca zacatecano, se pronunció por las corcholatas presidenciales; igual proceder exhibió el Senador por el estado de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, le dio la espalda a Monreal y se sumó a favor de la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, actitud que ha sido interpretada como esperada, porque el senador zacatecano no necesita de amigos o aliados de esa calaña. Y desde Guadalajara, Jalisco, al seno del Movimiento Ciudadano que lidera Dante Delgado Rannauro, el gobernador Enrique Alfaro afirmó que su partido y él, están listos para el 2024. A verlos vamos.

Cada día que pasa hay entre la sociedad y con los ciudadanos la convicción de que la adelantada campaña electoral por la Presidencia de la República en 2024, es una estratégica distracción frente a las crisis económica, pandémica, de violencia e inseguridad que soporta el país en diferentes escenarios y horizontes, incluido nuestro Zacatecas, entre los estados más golpeados por la criminalidad, las tragedias sangrientas, el persistente luto y el ambiente de miedos y de terror.

Es inevitable que la gente tenga que convivir en los episodios político electorales que son verdaderos espectáculos sin seriedad, con mucha irresponsabilidad, simulación e hipocresía entre los actores, sean partidos o aspirantes. Esas turbulencias políticas que por ahora se concentran sobre Coahuila y el Estado de México, que el próximo año tendrán elección de gobernador, nos recuerdan aquel grito espontáneo y calientito del Frente Popular, ¡ somos un chingo y seremos más !, consigna que cada una de las corcholatas presidenciales, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y el rebelde con causa Ricardo Moneal, que a diario intentan y tratan de cumplir hasta consolidar ascensos estadísticos en las encuestas.

La competencia electoral ya es intensa y con pasión elevada y, por faltar todavía mucho tiempo para los tiempos formales de la batalla, no se descartan sorpresas e impactos impresionantes. Así por ejemplo, el desplante morenista de la exclusión para sacar a Monreal de la jugada, el domingo pareció terminar, porque seguramente que le pensaron, reflexionaron, analizaron y razonaron, que más conveniente es mantener dentro del show al Senador zacatecano, hasta donde se pueda y para ganarle tiempo sobre el inminente rompimiento, porque nunca será una indignante corcholata y porque estará en la boleta electoral 2024, a como dé lugar, con Morena o por Morena, por eso, llamó a abandonar la simulación y la hipocresía, así como la exclusión, dogmatismos y sectarismos, a evitar ventajas ilegales.

El domingo pasado en Coahuila, a Ricardo Monreal ya se le vió en el estrado de la llamada Asamblea por la Unidad y Movilidad para que siga la Transformación y en las fotos al lado del dirigente Mario Delgado, las corcholatas Claudia y Adán Augusto y frente a ellos y ante miles de coahuilenses, exigió reglas claras, porque dijo, "en democracia soy un rebelde con causa", lo que provocó que morenistas y no, le ovacionaron como Presidente, las huestes del senador Armando Guadiana, aliado del fresnillense, operó las manifestaciones de apoyo, y no cesó en pedir la unidad, no la exclusión, el piso parejo para todos los aspirantes.

En este ambiente de calenturas electorales desde el desierto de Coahuila, el Senador José Narro Céspedes, descartó a Ricardo Monreal de la contienda presidencial y como siempre y como buen tamaulipeco nunca zacatecano, se pronunció por las corcholatas presidenciales; igual proceder exhibió el Senador por el estado de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, le dio la espalda a Monreal y se sumó a favor de la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, actitud que ha sido interpretada como esperada, porque el senador zacatecano no necesita de amigos o aliados de esa calaña. Y desde Guadalajara, Jalisco, al seno del Movimiento Ciudadano que lidera Dante Delgado Rannauro, el gobernador Enrique Alfaro afirmó que su partido y él, están listos para el 2024. A verlos vamos.