/ lunes 11 de enero de 2021

Crónica del poder │ Los Municipios, clave de la victoria

En el nuevo contexto preelectoral, es claro que no hay modificación al modelo o sistema de selección de los candidatos a diputados y presidentes municipales, persiste lo tradicional sobre las aspiraciones de transformación que el régimen morenista promueve. Para empezar, hay que señalar que en Morena hay un comportamiento excluyente de la importante fuerza que representan los adversarios del monrealismo, lo que hace mantener las tensiones y alejar las posibilidades de una real conciliación y reunificación ante la batalla electoral del 6 de junio.

Si enfocamos al corredor electoral Fresnillo-Zacatecas-Guadalupe, hay que resaltar que solo Saúl Monreal se afianza con poderío electoral capaz, no solo de garantizar la victoria en el Mineral, sino de sumar votos a su hermano David hacia la gubernatura y a los candidatos a las diputaciones federal y locales, ahí no hay dudas sobre el refrendo del poder municipal a Morena; en Zacatecas Capital, la joya de la corona de Ulises Mejía se tambalea, pues todavía no encuentra la puerta de salida hacia una firme candidatura de reelección y más tiende a una variante, que puede ser la diputación local por la vía plurinominal, si es que los Monreal lo permiten y acuerdan; y en el caso de Julio César Chávez, hay vientos a su favor, aunque no soplan con suficiente fuerza, porque el alcalde mete dudas con sus desplantes de arrogancia y simulación.

En el caso del PRI y sus aliados, las definiciones no acaban de proyectarse, prevalece una ideologización que denosta a los diferentes, sobre todo con el PAN. Sin embargo, Enrique Flores Mendoza construye fórmulas "con lo que hay" y tiene que compartir los equilibrios entre lo que ya estaba escrito con Adolfo Bonilla y lo que ahora tiene que sostener en el interés de la candidata a gobernadora, Claudia Anaya, lo que obliga a un reacomodo que garantice la unidad y el ensamble con los aliados del PRD y PAN, lo que está logrando a través de una interacción que solo tiene el gran objetivo de cohesionar y potenciar las fórmulas para abatir a las fuerzas del morenismo monrealista.

Así por ejemplo, en Guadalupe que Enrique Flores bien conoce, de las cartas que muestra, solo el liderazgo real y fuerte de Oswaldo Ávila puede consolidar la estructura priista, sumar a los panistas e integrar a perredistas para ascender y superar la cuchareada encuesta del alcalde que intenta la reelección; otro caso que puede apuntalar al sureste es Loreto, donde la experiencia política y honestidad gubernamental de Octavio Monreal Martínez ( nada que ver con el monrealismo fresnillense ), puede salir avante y recuperar al municipio en manos del petista José Luis Figueroa Rangel, "El Cepillo". Igual escenario de competencia se atisba en Tepechitlán, allá por el Cañón de Tlaltenango, donde el joven Leobardo Casanova Luna de una nueva generación de políticos, asciende notablemente en las preferencias de la población.

La estrategia más competitiva

Y que será contundente para una victoria electoral del PRI y sus aliados PAN y PRD, la coalición Va por Zacatecas, son los municipios, desde el corredor electoral Fresnillo-Zacatecas- Guadalupe, hasta los cañones de Juchipila y Tlaltenango, el sureste de Pinos y Loreto, el noroeste de Río Grande a Sombrerete y la zona semidesértica de Mazapil y Concepción del Oro. Como en la selección de los candidatos a diputados, los partidos de esta coalición resienten el grave problema de ausencia de valores con representatividad hacia las alcaldías y solo se busca asegurar que actúen en la línea de congruencia con el nuevo y vigoroso liderazgo de Claudia Anaya. Así de sencillo.


En el nuevo contexto preelectoral, es claro que no hay modificación al modelo o sistema de selección de los candidatos a diputados y presidentes municipales, persiste lo tradicional sobre las aspiraciones de transformación que el régimen morenista promueve. Para empezar, hay que señalar que en Morena hay un comportamiento excluyente de la importante fuerza que representan los adversarios del monrealismo, lo que hace mantener las tensiones y alejar las posibilidades de una real conciliación y reunificación ante la batalla electoral del 6 de junio.

Si enfocamos al corredor electoral Fresnillo-Zacatecas-Guadalupe, hay que resaltar que solo Saúl Monreal se afianza con poderío electoral capaz, no solo de garantizar la victoria en el Mineral, sino de sumar votos a su hermano David hacia la gubernatura y a los candidatos a las diputaciones federal y locales, ahí no hay dudas sobre el refrendo del poder municipal a Morena; en Zacatecas Capital, la joya de la corona de Ulises Mejía se tambalea, pues todavía no encuentra la puerta de salida hacia una firme candidatura de reelección y más tiende a una variante, que puede ser la diputación local por la vía plurinominal, si es que los Monreal lo permiten y acuerdan; y en el caso de Julio César Chávez, hay vientos a su favor, aunque no soplan con suficiente fuerza, porque el alcalde mete dudas con sus desplantes de arrogancia y simulación.

En el caso del PRI y sus aliados, las definiciones no acaban de proyectarse, prevalece una ideologización que denosta a los diferentes, sobre todo con el PAN. Sin embargo, Enrique Flores Mendoza construye fórmulas "con lo que hay" y tiene que compartir los equilibrios entre lo que ya estaba escrito con Adolfo Bonilla y lo que ahora tiene que sostener en el interés de la candidata a gobernadora, Claudia Anaya, lo que obliga a un reacomodo que garantice la unidad y el ensamble con los aliados del PRD y PAN, lo que está logrando a través de una interacción que solo tiene el gran objetivo de cohesionar y potenciar las fórmulas para abatir a las fuerzas del morenismo monrealista.

Así por ejemplo, en Guadalupe que Enrique Flores bien conoce, de las cartas que muestra, solo el liderazgo real y fuerte de Oswaldo Ávila puede consolidar la estructura priista, sumar a los panistas e integrar a perredistas para ascender y superar la cuchareada encuesta del alcalde que intenta la reelección; otro caso que puede apuntalar al sureste es Loreto, donde la experiencia política y honestidad gubernamental de Octavio Monreal Martínez ( nada que ver con el monrealismo fresnillense ), puede salir avante y recuperar al municipio en manos del petista José Luis Figueroa Rangel, "El Cepillo". Igual escenario de competencia se atisba en Tepechitlán, allá por el Cañón de Tlaltenango, donde el joven Leobardo Casanova Luna de una nueva generación de políticos, asciende notablemente en las preferencias de la población.

La estrategia más competitiva

Y que será contundente para una victoria electoral del PRI y sus aliados PAN y PRD, la coalición Va por Zacatecas, son los municipios, desde el corredor electoral Fresnillo-Zacatecas- Guadalupe, hasta los cañones de Juchipila y Tlaltenango, el sureste de Pinos y Loreto, el noroeste de Río Grande a Sombrerete y la zona semidesértica de Mazapil y Concepción del Oro. Como en la selección de los candidatos a diputados, los partidos de esta coalición resienten el grave problema de ausencia de valores con representatividad hacia las alcaldías y solo se busca asegurar que actúen en la línea de congruencia con el nuevo y vigoroso liderazgo de Claudia Anaya. Así de sencillo.