/ lunes 26 de abril de 2021

Crónica del poder │ Lucha de poder a poder

Obvio que a Ricardo Monreal le preocupa Zacatecas y más le atañe el rumbo que su hermano David Monreal lleva en su campaña por la recuperación del estado y arrancarlo de las manos del PRI y sus aliados. El Senador, experto e inteligente operador político del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la Cuarta Transformación, advierte terreno movedizo en los últimos días y siente la urgencia de recomponer el entramado de su partido y la coalición a través de fortalecer los pilares y desatar el nudo que se atraviesa consecuencia del estigma maligno que se ha construido en torno de su candidato a gobernador.

Por eso se explica la sorpresiva irrupción en la jornada electoral de David Monreal en Noria de Ángeles para seguramente sancionar la renovación de la élite direccional de campaña y retomar el ascenso en la competencia hasta disipar las tensiones internas y externas de la lucha propias de una batalla donde hay mandos y comandos fallidos que a la hora y en los momentos críticos no reaccionan oportunamente ni con eficacia para revertir los daños causados por errores o torpezas involuntarias o deliberadas que provocan jaloneos de incertidumbre, confusión e inseguridad y ponen en riesgo la estrategia triunfalista que se han trazados en esta tercera oportunidad por alcanzar el poder político desde Palacio de Gobierno, en la Legislatura y los Ayuntamientos.

Es significativo que David el sábado haya decidido restaurar vitalidad electoral en su tierra natal Fresnillo y desde ahí relanzar el reto y desafío a las fuerzas adversarias, sobre todo de la candidata de la coalición Va por Zacatecas, la senadora con licencia Claudia Anaya Mota, que ha remontado, acortado distancia e incluso emparejado en la contienda y que ha sabido valorar condiciones más favorables que esos errores le abren, concentra potencialidades de la diversidad social y de la pluralidad política e ideológica, adhesiones que ya le hacen marcar una tendencia de crecimiento y equilibrado fuerzas para propiciar mejores escenarios en el debate de las propuestas e ideas con el monrealismo, los morenistas, lopezobradoristas y sus aliados.

De pronto y como resultado de esa vulnerabilidad que la coalición Juntos Haremos Historia ha exhibido, el comportamiento de los dirigentes nacionales y locales de los Partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, se ha modificado y han afianzado credibilidad y aumentado confianza en su candidata y han fortalecido mecanismos para extender presencia más movilizada, organizada y coordinada en distritos y municipios, y lo que antes era complicada negociación de intereses, ahora alentados por estos notables avances ante el retroceso opositor, se advierte que ya incorporan a cuadros rezagados o que se mostraban marginados y constituyen un consenso superior capaz del más vigoroso impulso a Claudia Anaya, que más sorprende con su vitalidad y pasión.

Lo cierto es, que las lecciones de los excesos de violencia verbal en Pinos y del juego de manos en Juchipila, de cara a los comicios que se acercan aceleradamente, David Monreal debe borrar los errores que le obstaculizan, hacer cambios en la estructura de campaña, recuperar confianza con extrema sensibilidad, con realismo moderar la sobrecarga de expectativas, luchar con más pasión, y cancelar las costumbres maximalistas de gente ya añejada en los vicios de prepotencia.

Obvio que a Ricardo Monreal le preocupa Zacatecas y más le atañe el rumbo que su hermano David Monreal lleva en su campaña por la recuperación del estado y arrancarlo de las manos del PRI y sus aliados. El Senador, experto e inteligente operador político del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la Cuarta Transformación, advierte terreno movedizo en los últimos días y siente la urgencia de recomponer el entramado de su partido y la coalición a través de fortalecer los pilares y desatar el nudo que se atraviesa consecuencia del estigma maligno que se ha construido en torno de su candidato a gobernador.

Por eso se explica la sorpresiva irrupción en la jornada electoral de David Monreal en Noria de Ángeles para seguramente sancionar la renovación de la élite direccional de campaña y retomar el ascenso en la competencia hasta disipar las tensiones internas y externas de la lucha propias de una batalla donde hay mandos y comandos fallidos que a la hora y en los momentos críticos no reaccionan oportunamente ni con eficacia para revertir los daños causados por errores o torpezas involuntarias o deliberadas que provocan jaloneos de incertidumbre, confusión e inseguridad y ponen en riesgo la estrategia triunfalista que se han trazados en esta tercera oportunidad por alcanzar el poder político desde Palacio de Gobierno, en la Legislatura y los Ayuntamientos.

Es significativo que David el sábado haya decidido restaurar vitalidad electoral en su tierra natal Fresnillo y desde ahí relanzar el reto y desafío a las fuerzas adversarias, sobre todo de la candidata de la coalición Va por Zacatecas, la senadora con licencia Claudia Anaya Mota, que ha remontado, acortado distancia e incluso emparejado en la contienda y que ha sabido valorar condiciones más favorables que esos errores le abren, concentra potencialidades de la diversidad social y de la pluralidad política e ideológica, adhesiones que ya le hacen marcar una tendencia de crecimiento y equilibrado fuerzas para propiciar mejores escenarios en el debate de las propuestas e ideas con el monrealismo, los morenistas, lopezobradoristas y sus aliados.

De pronto y como resultado de esa vulnerabilidad que la coalición Juntos Haremos Historia ha exhibido, el comportamiento de los dirigentes nacionales y locales de los Partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, se ha modificado y han afianzado credibilidad y aumentado confianza en su candidata y han fortalecido mecanismos para extender presencia más movilizada, organizada y coordinada en distritos y municipios, y lo que antes era complicada negociación de intereses, ahora alentados por estos notables avances ante el retroceso opositor, se advierte que ya incorporan a cuadros rezagados o que se mostraban marginados y constituyen un consenso superior capaz del más vigoroso impulso a Claudia Anaya, que más sorprende con su vitalidad y pasión.

Lo cierto es, que las lecciones de los excesos de violencia verbal en Pinos y del juego de manos en Juchipila, de cara a los comicios que se acercan aceleradamente, David Monreal debe borrar los errores que le obstaculizan, hacer cambios en la estructura de campaña, recuperar confianza con extrema sensibilidad, con realismo moderar la sobrecarga de expectativas, luchar con más pasión, y cancelar las costumbres maximalistas de gente ya añejada en los vicios de prepotencia.