/ martes 5 de octubre de 2021

Crónica del poder │ Monreal advierte rupturas en Morena

Si desde acá observamos el acontecer político nacional, en el centro de las grandes decisiones ahora ubicado en la cuarta transformación, tendremos que admitir que el arcaico dedazo, ahora "dedito", ni se ha ido y más se fortalece y se descara, y aquella consigna de que "el pueblo pone y el pueblo quita" es otra simulación, porque las bases de los partidos, los militantes de ciega lealtad, el pueblo bueno y sabio, sólo son expresiones populistas y más demagógicas. Lejos, muy lejos está la democracia plena que desde el poder se presume.

Ahora mismo, los senadores zacatecanos Soledad Luévano, Geovanna Bañuelos, Claudia Anaya y José Narro, si no están sorprendidos si está impresionados por el pavoroso ascenso de los pronunciamientos electorales de su colega el exgobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, quien desde su posición de liderazgo legislativo por Morena en el Senado de la República y empujado por los corcholatazos anticipados del presidente López Obrador en favor de sus preferencias al 2024, con certeza política ha dicho que "habrá ruptura en Morena si se impone candidato presidencial." Lo advierte con tiempo y a tiempo, porque posiblemente lo piensen y reflexionen en el Palacio Nacional, una forma de aplicar ese otro dicho ¡tengan para que aprendan!

El excesivo empoderamiento presidencial ha llevado a esos escenarios que ya son tirantes entre los grupos de poder al seno de Morena, más que las tensiones que ya son normales con los partidos de oposición o los adversarios del nuevo régimen y que ilustran una muy riesgosa polarización, choca con las todavía latentes y legítimas manifestaciones democráticas de actores políticos como Ricardo Monreal, Cuauhtémoc Cárdenas, Dante Delgado Rannauro, Luis Donaldo Colosio Riojas, Enrique Alfaro, Germán Martínez, Antonio Tenorio, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Emilio Álvarez Icaza, Amalia García Medina, Arturo Saldívar Lelo de Larrea, Juan Ramón de la Fuente, José Narro Robles, entre otros muchos mexicanos y mexicanas que mantienen firme su vocación democrática y estarán decididos a defender la democracia y proteger los derechos políticos ante las tendencias autoritarias y antidemocráticas.

En este sentido, el senador Ricardo Monreal se ha visto obligado y más presionado a establecer que como aspirante a la candidatura presidencial, desea y busca la democracia interna en su partido Morena, su posición es de piso parejo, que llegado el momento y tras la convocatoria, la selección de candidatos sea transparente, pareja, sin imposición. Que la gente decida con entereza y responsabilidad ciudadana. Por eso es que asegura que "a la buena" ganará la candidatura y luego la Presidencia, " porque estoy preparado para eso."

La observación que hacemos para que en el escenario estatal, David Monreal y su equipo y cuadros políticos actúen con óptima sensibilidad, con ejercicio gubernamental eficaz, es más que certera y más cuando Jorge Miranda en Zacatecas, Saúl Monreal en Fresnillo y Julio César Chávez en Guadalupe, la tercia más poderosa del municipalismo, han entendido que deben gobernar enlazados a los liderazgos de López Obrador y de Ricardo Monreal, para a toda costa impedir rompimientos y ensanchar los cauces de la Cuarta Transformación.

Si desde acá observamos el acontecer político nacional, en el centro de las grandes decisiones ahora ubicado en la cuarta transformación, tendremos que admitir que el arcaico dedazo, ahora "dedito", ni se ha ido y más se fortalece y se descara, y aquella consigna de que "el pueblo pone y el pueblo quita" es otra simulación, porque las bases de los partidos, los militantes de ciega lealtad, el pueblo bueno y sabio, sólo son expresiones populistas y más demagógicas. Lejos, muy lejos está la democracia plena que desde el poder se presume.

Ahora mismo, los senadores zacatecanos Soledad Luévano, Geovanna Bañuelos, Claudia Anaya y José Narro, si no están sorprendidos si está impresionados por el pavoroso ascenso de los pronunciamientos electorales de su colega el exgobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, quien desde su posición de liderazgo legislativo por Morena en el Senado de la República y empujado por los corcholatazos anticipados del presidente López Obrador en favor de sus preferencias al 2024, con certeza política ha dicho que "habrá ruptura en Morena si se impone candidato presidencial." Lo advierte con tiempo y a tiempo, porque posiblemente lo piensen y reflexionen en el Palacio Nacional, una forma de aplicar ese otro dicho ¡tengan para que aprendan!

El excesivo empoderamiento presidencial ha llevado a esos escenarios que ya son tirantes entre los grupos de poder al seno de Morena, más que las tensiones que ya son normales con los partidos de oposición o los adversarios del nuevo régimen y que ilustran una muy riesgosa polarización, choca con las todavía latentes y legítimas manifestaciones democráticas de actores políticos como Ricardo Monreal, Cuauhtémoc Cárdenas, Dante Delgado Rannauro, Luis Donaldo Colosio Riojas, Enrique Alfaro, Germán Martínez, Antonio Tenorio, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Emilio Álvarez Icaza, Amalia García Medina, Arturo Saldívar Lelo de Larrea, Juan Ramón de la Fuente, José Narro Robles, entre otros muchos mexicanos y mexicanas que mantienen firme su vocación democrática y estarán decididos a defender la democracia y proteger los derechos políticos ante las tendencias autoritarias y antidemocráticas.

En este sentido, el senador Ricardo Monreal se ha visto obligado y más presionado a establecer que como aspirante a la candidatura presidencial, desea y busca la democracia interna en su partido Morena, su posición es de piso parejo, que llegado el momento y tras la convocatoria, la selección de candidatos sea transparente, pareja, sin imposición. Que la gente decida con entereza y responsabilidad ciudadana. Por eso es que asegura que "a la buena" ganará la candidatura y luego la Presidencia, " porque estoy preparado para eso."

La observación que hacemos para que en el escenario estatal, David Monreal y su equipo y cuadros políticos actúen con óptima sensibilidad, con ejercicio gubernamental eficaz, es más que certera y más cuando Jorge Miranda en Zacatecas, Saúl Monreal en Fresnillo y Julio César Chávez en Guadalupe, la tercia más poderosa del municipalismo, han entendido que deben gobernar enlazados a los liderazgos de López Obrador y de Ricardo Monreal, para a toda costa impedir rompimientos y ensanchar los cauces de la Cuarta Transformación.