/ martes 28 de septiembre de 2021

Crónica del poder │ Monreal, en Plataforma de lanzamiento

En el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, se ha registrado un viraje político que sin lugar a dudas ha derivado desde Palacio Nacional y es Mario Delgado, el dirigente nacional del partido en el poder, quien ha tenido que cumplir la consigna, que quizá lo hizo a regañadientes, pero ya admitió y aceptó que su partido tiene varias cartas rumbo a la elección presidencial de 2024, incluido el líder del partido Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila. O sea, que en esa batalla electoral interna Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, ya no son el par solitario sino que está adentro y con toda su fuerza el exgobernador zacatecano.

Está muy claro que hubo reflexión y racionalidad en la discusión cupular y deciden incorporar el nombre de Ricardo Monreal, porque temen que se pueda ir por otro rumbo y por otros partidos políticos para construir una poderosa oposición. Por lo pronto y con mucha autoridad moral y política, en San Luis Potosí y en el marco de la toma de posesión de Ricardo Gallardo como Gobernador potosino, al ser entrevistado por los medios de comunicación nacionales y locales, Ricardo Monreal fue contundente al manifestar que "sería el mejor y más auténtico continuador de la Cuarta Transformación; estoy listo para buscar la candidatura presidencial, preparado para profundizar el cambio y la transición política iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador."

Así, no con lealtad ciega, sino con absoluta convicción, el senador zacatecano reafirmó estar en plenitud y lucidez, de inteligencia y experiencia. Ahí mismo, al nuevo gobernador de San Luis Potosí le llamó a gobernar bien y con actitud conciliadora, a gobernar con orientación hacia la política social del Presidente y con ecuanimidad. David Monreal, el gobernador de Zacatecas, invitado al acontecimiento, escuchaba atento las acertadas expresiones de su hermano, metido ya en la batalla por la candidatura presidencial.

Sin duda, este episodio político ha sido otro gran golpe que a Monreal le abre cauces de participación y promoción cuidadosa e inteligente, una estrategia bien meditada y mejor ejecutada hacia todos los horizontes y rincones del país, donde ya tiene estructura organizacional y cuadros operadores. El éxito ascendente que pueda alcanzar lo serán las reformas legislativas que López Obrador ha lanzado, entre ellas la electoral y económica para recuperar el más sólido crecimiento en medio de las transformaciones que a través de la lucha contra la corrupción, avanzan y se consolidan. Son muchas y diversas las expresiones que se han sumado a las aspiraciones monrealistas, una vigorosa pluralidad dispuesta a combatir la impunidad y al mismo tiempo apuntalar condiciones para la formal candidatura presidencial.

Imposible negar el evidente crecimiento de la imagen política de Ricardo Monreal, como difícil será ignorarlo y marcar indiferencia al seno de su partido. La razón política es clara, se trata de un cuadro y figura lopezobradorista que garantiza la continuidad del régimen de la Cuarta Transformación y aunque no se le puede colocar en el primer lugar y mucho menos en el último, si está en toda su intensidad y con toda la voluntad política, dispuesto a conquistar a diario espacios de fortaleza en la edificación de los consensos a través de la negociación y conciliación, hasta superar intentos de imposición más espectaculares que los realistas que solo se dan con el apoyo de las bases militantes y de los ciudadanos ya convencidos del cambio y las transformaciones que desde el poder presidencial se van a enraizar irreversibles.

En el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, se ha registrado un viraje político que sin lugar a dudas ha derivado desde Palacio Nacional y es Mario Delgado, el dirigente nacional del partido en el poder, quien ha tenido que cumplir la consigna, que quizá lo hizo a regañadientes, pero ya admitió y aceptó que su partido tiene varias cartas rumbo a la elección presidencial de 2024, incluido el líder del partido Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila. O sea, que en esa batalla electoral interna Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, ya no son el par solitario sino que está adentro y con toda su fuerza el exgobernador zacatecano.

Está muy claro que hubo reflexión y racionalidad en la discusión cupular y deciden incorporar el nombre de Ricardo Monreal, porque temen que se pueda ir por otro rumbo y por otros partidos políticos para construir una poderosa oposición. Por lo pronto y con mucha autoridad moral y política, en San Luis Potosí y en el marco de la toma de posesión de Ricardo Gallardo como Gobernador potosino, al ser entrevistado por los medios de comunicación nacionales y locales, Ricardo Monreal fue contundente al manifestar que "sería el mejor y más auténtico continuador de la Cuarta Transformación; estoy listo para buscar la candidatura presidencial, preparado para profundizar el cambio y la transición política iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador."

Así, no con lealtad ciega, sino con absoluta convicción, el senador zacatecano reafirmó estar en plenitud y lucidez, de inteligencia y experiencia. Ahí mismo, al nuevo gobernador de San Luis Potosí le llamó a gobernar bien y con actitud conciliadora, a gobernar con orientación hacia la política social del Presidente y con ecuanimidad. David Monreal, el gobernador de Zacatecas, invitado al acontecimiento, escuchaba atento las acertadas expresiones de su hermano, metido ya en la batalla por la candidatura presidencial.

Sin duda, este episodio político ha sido otro gran golpe que a Monreal le abre cauces de participación y promoción cuidadosa e inteligente, una estrategia bien meditada y mejor ejecutada hacia todos los horizontes y rincones del país, donde ya tiene estructura organizacional y cuadros operadores. El éxito ascendente que pueda alcanzar lo serán las reformas legislativas que López Obrador ha lanzado, entre ellas la electoral y económica para recuperar el más sólido crecimiento en medio de las transformaciones que a través de la lucha contra la corrupción, avanzan y se consolidan. Son muchas y diversas las expresiones que se han sumado a las aspiraciones monrealistas, una vigorosa pluralidad dispuesta a combatir la impunidad y al mismo tiempo apuntalar condiciones para la formal candidatura presidencial.

Imposible negar el evidente crecimiento de la imagen política de Ricardo Monreal, como difícil será ignorarlo y marcar indiferencia al seno de su partido. La razón política es clara, se trata de un cuadro y figura lopezobradorista que garantiza la continuidad del régimen de la Cuarta Transformación y aunque no se le puede colocar en el primer lugar y mucho menos en el último, si está en toda su intensidad y con toda la voluntad política, dispuesto a conquistar a diario espacios de fortaleza en la edificación de los consensos a través de la negociación y conciliación, hasta superar intentos de imposición más espectaculares que los realistas que solo se dan con el apoyo de las bases militantes y de los ciudadanos ya convencidos del cambio y las transformaciones que desde el poder presidencial se van a enraizar irreversibles.