Sin desconocer la realidad de la emergencia social que David Monreal a diario nos describe y más ilustra con un estado de Zacatecas en quiebra, que significa no tener dinero ni para la nómina y carecer de recursos presupuestales para impulsar las estrategias de los 100 días y de perdido sacar bien en condiciones de normalidad el 2021, hay la convergencia de fuerzas políticas, que desde sus diferencias ideológicas, coinciden en respaldar los esfuerzos de gestión del gobernador del estado.
En éstos momentos cruciales por la crisis económica, las adhesiones al régimen de la Cuarta Transformación y al nuevo gobierno estatal, son lo de menos, porque lo que más importa es que significativamente y con positivos efectos, la solidaridad, responsabilidad y compromiso de los legisladores, sean senadores, diputados federales y diputados locales, manifiesten sus dichos con hechos y que no solo sean pronunciamientos mediáticos y que sus lealtades sean orientadas en favor de las zacatecanas y zacatecanos, particularmente de los que menos tienen, los desposeídos, desempleados, pensionados y jubilados que hoy reclaman respuestas.
A la comunión social hay que verla sin filiaciones o militancias, sino como simples vecinos, ciudadanos que son simples mortales de clase media, de pobres, de empresarios, comerciantes, campesinos, ganaderos, servidores públicos, que requieren de los respaldos de las políticas sociales y de los impulsos económicos generadores de empleos y de riqueza. Éstos no son tiempos de clientelas electorales, los votos están todavía muy lejos, hasta el 2024 y lo que urge es satisfacer las demandas sociales, lo que se alcanza no sólo con voluntad política, sino con estrategias viables, posibles, reales, con presupuestos, inversiones y claro, pago puntual de salarios y prestaciones a los maestros y trabajadores.
La gente ya quiere captar que tiene un buen gobierno que sabe conducir las políticas económicas y financieras, que sabe asumir responsabilidades en medio de las más severas crisis; la población reconoce que en el pasado hubo enormes errores que han de ser superados y porque ahora haya constancia de que las cosas se hagan bien. Que se tengan bien asidas las riendas del poder y que los enlaces que se han tendido hacia el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, tengan resultados eficaces y efectivos en beneficio de la población.
En ese puente comunicacional e institucional están los legisladores, senadores y diputados. Acertado que los morenistas, petistas y verdes, Soledad Luévano, Alfredo Femat, Carlos Puente, Marco Flores, Magdalena Núñez Monreal y Benelly Hernández se reunieron ayer en la Ciudad de México para manifestar su fuerza en favor de Zacatecas y en torno del gobernador David Monreal; razonable y de mucho compromiso la fidelidad de los legisladores de oposición Claudia Anaya Mota, Miguel Ángel Varela, Noemí Berenice Luna, Fuensanta Guerrero, Carolina Dávila y Miguel Torres; y que por la tercera vía se sumen Amalia García Medina y Jorge Álvarez Máynez, cada quien por su lado y desde sus diferencias, pero en plena convergencia de fuerzas por el interés superior de Zacatecas. Está bien que actúen con responsabilidad y compromiso con sus representados, pero será mejor que un día lo hagan en verdadera Unidad.
