/ martes 1 de diciembre de 2020

Crónica del poder │ Primer tercio de la Cuarta Transformación

Justamente hoy hace dos años Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia de la República, tras la avasallante e histórica victoria electoral, y es hora que lo vemos metido en la lucha por conservar el poder, se muestra preocupado sobre los avances opositores y desde Baja California lanzó desafíos que rompen su compromiso de no intervenir o interferir en el proceso electoral.

Las fuerzas progresistas vencerán al partido conservador en 2021, innegable opinión electoral. Los conservadores se reagrupan para regresar al régimen de corrupción y recuperar el manejo faccioso del presupuesto, se ve que la alianza PAN-PRI le inquieta. Pero, se van a respetar las expresiones y el derecho a disentir, pero "vamos a defender la transformación que México necesita y no vamos a permitir fácilmente que haya retroceso, no queremos que regrese el régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios;" y adelantó que su movimiento (Morena) ganará las elecciones del 6 de junio y la revocación de mandato en 2022. Otra versión electoral.

El Presidente hace más que evidente el liderazgo en su partido, porque como dice el verde Manuel Velasco, "Morena vale cero sin López Obrador", lo que más se confirma con el desbarajuste y divisiones internas en los estados, en la disputa por las candidaturas a gobernador y diputados federales, de manera que si antes, como al Presidente le encanta hablar y criticar todo lo anterior o sexenios pasados, se decía que "había que salvar al PRD de los perredistas", hoy aplica en Morena, hay que salvar al Morena de los morenistas, y en eso el hombre parece concentrado sin mucho éxito, porque las turbulencias arrecian y para no ir tan lejos, hay que verlas aquí, en cómo se las gastan para aniquilarse, Luis Medina, Ulises Mejía y José Narro contra David Monreal y de éste contra los tres, también aspirantes a la candidatura a gobernador.

Y esas batallas fraternales están en todos los horizontes para poner en riesgo el proyecto presidencial de la Cuarta Transformación, y otra opinión que ilustra extremas diferencias internas es Porfirio Muñoz Ledo, quien afirma que Morena en el poder "es un partido de podredumbre y corrupción;" hace lo contrario a lo que dicta la guía ética que difunde el presidente López Obrador. Así de sencillo, así están las cosas y los asuntos del partido del presidente, en el clímax de las contiendas internas, de las que van a salir quebrados y más lastimados, al menos que el líder máximo se ponga más enérgico y contundente con llamado al avenimiento, conciliación o sobrevendrá la reducción de los espacios de poder o una derrota ante "los partidos de la corrupción y los privilegios".

Por lo pronto, para Zacatecas

Han sido dos años de castigo presupuestal y este último del quinquenio de Alejandro Tello, pinta igual porque no hay expectativas claras de respaldo del gobierno federal. Sin embargo y sin duda, algo ha cambiado en el país, pero no es la transformación que a todos los mexicanos les fue ofrecida, la gente está entre la confianza y las dudas y, aunque la credibilidad en el presidente se mantiene estable, es innegable que ha perdido imagen, impotente ante la pandemia, la economía e inseguridad, sufre gradual deterioro. No le preocupa que empresarios y economistas lo reprueben por estos dos años de gobierno, y sí le preocupa que el pueblo bueno y sabio deje de confiar en él.


Justamente hoy hace dos años Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia de la República, tras la avasallante e histórica victoria electoral, y es hora que lo vemos metido en la lucha por conservar el poder, se muestra preocupado sobre los avances opositores y desde Baja California lanzó desafíos que rompen su compromiso de no intervenir o interferir en el proceso electoral.

Las fuerzas progresistas vencerán al partido conservador en 2021, innegable opinión electoral. Los conservadores se reagrupan para regresar al régimen de corrupción y recuperar el manejo faccioso del presupuesto, se ve que la alianza PAN-PRI le inquieta. Pero, se van a respetar las expresiones y el derecho a disentir, pero "vamos a defender la transformación que México necesita y no vamos a permitir fácilmente que haya retroceso, no queremos que regrese el régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios;" y adelantó que su movimiento (Morena) ganará las elecciones del 6 de junio y la revocación de mandato en 2022. Otra versión electoral.

El Presidente hace más que evidente el liderazgo en su partido, porque como dice el verde Manuel Velasco, "Morena vale cero sin López Obrador", lo que más se confirma con el desbarajuste y divisiones internas en los estados, en la disputa por las candidaturas a gobernador y diputados federales, de manera que si antes, como al Presidente le encanta hablar y criticar todo lo anterior o sexenios pasados, se decía que "había que salvar al PRD de los perredistas", hoy aplica en Morena, hay que salvar al Morena de los morenistas, y en eso el hombre parece concentrado sin mucho éxito, porque las turbulencias arrecian y para no ir tan lejos, hay que verlas aquí, en cómo se las gastan para aniquilarse, Luis Medina, Ulises Mejía y José Narro contra David Monreal y de éste contra los tres, también aspirantes a la candidatura a gobernador.

Y esas batallas fraternales están en todos los horizontes para poner en riesgo el proyecto presidencial de la Cuarta Transformación, y otra opinión que ilustra extremas diferencias internas es Porfirio Muñoz Ledo, quien afirma que Morena en el poder "es un partido de podredumbre y corrupción;" hace lo contrario a lo que dicta la guía ética que difunde el presidente López Obrador. Así de sencillo, así están las cosas y los asuntos del partido del presidente, en el clímax de las contiendas internas, de las que van a salir quebrados y más lastimados, al menos que el líder máximo se ponga más enérgico y contundente con llamado al avenimiento, conciliación o sobrevendrá la reducción de los espacios de poder o una derrota ante "los partidos de la corrupción y los privilegios".

Por lo pronto, para Zacatecas

Han sido dos años de castigo presupuestal y este último del quinquenio de Alejandro Tello, pinta igual porque no hay expectativas claras de respaldo del gobierno federal. Sin embargo y sin duda, algo ha cambiado en el país, pero no es la transformación que a todos los mexicanos les fue ofrecida, la gente está entre la confianza y las dudas y, aunque la credibilidad en el presidente se mantiene estable, es innegable que ha perdido imagen, impotente ante la pandemia, la economía e inseguridad, sufre gradual deterioro. No le preocupa que empresarios y economistas lo reprueben por estos dos años de gobierno, y sí le preocupa que el pueblo bueno y sabio deje de confiar en él.