/ viernes 17 de septiembre de 2021

Crónica del poder │ Reacomodos y ajustes partidistas

A partir de la elección del 6 de junio se registra una sucesión de reacomodos políticos que necesariamente impactarán hacia el 2024 y el proceso de revocación de mandato que habrá de celebrarse en marzo de 2022, será una escala que más abrirá horizontes a la tolerancia y convivencia ideológica entre las fuerzas políticas del país, y Zacatecas no escapa a esos escenarios donde ciertamente, las viejas formas de hacer política quedan sepultadas y rebasadas. Se advierte que gobernantes, políticos y sus partidos abandonan la simulación y se abren para liberar sus expresiones y voluntades para mejor encarar las crisis que agobian al estado y que lo mantienen estancado en medio de la creciente violencia, la flagrante desigualdad, la multiplicación de la pobreza y las tragedias de la pandemia.

Llena de optimismo a la sociedad que todas las fuerzas políticas coinciden en afrontar los retos de un desarrollo integral e integrador, que los cambios y transformaciones que el nuevo gobierno de David Monreal impulsará, lleguen a todos los horizontes y rincones del estado, porque se trata de una batalla de todos, de un esfuerzo unido y de una hazaña colectiva. En este sentido, es de celebrar que en el seno de la Legislatura vibren la tolerancia y el respeto en la pluralidad, armonía que traduce fortaleza.

Así por ejemplo, no sorprende ni extraña que el maestro Enrique Laviada Cicerol, electo por la vía de Morena haya transitado al Partido Movimiento Ciudadano y que se integre como fracción a la diputación del Partido de la Revolución Democrática. Ninguna arista de traición asoma en esa decisión de un político y legislador progresista, es más bien una manifestación de apertura democrática para hacer más fáciles las rutas hacia los consensos y acuerdos por Zacatecas, una convergencia estratégica que además visiona acrecentar las potencialidades del partido naranja sobre los horizontes municipales y regionales, que por su congruencia y compromiso con el estado, pueden alcanzar conquistas políticas de poder, como las innegables realidades que florecen, maduran y se consolidan como gubernaturas en Jalisco, con Enrique Alfaro, en Nuevo León con Samuel García y en Campeche con Eliseo Fernández, crecimientos naranjas que avanzan desde el norte, el sureste, occidente y que buscan anidar en el centro, justamente en Zacatecas, hacia la extensión de más gobiernos estatales y municipales para esa causa de izquierda.

No en balde a esta creciente fuerza política naranja, además de Laviada han sumado y enlazado lealtades, figuras políticas tan prestigiadas como Amalia García Medina, Jorge Álvarez Máynez y Ana María Romo Fonseca y personajes tan destacados como Felipe Álvarez y Cuauhtémoc Calderón, que irrumpen activistas apasionados por servir y engrandecer a Zacatecas. Valiosos cuadros que frente a la emergencia social aportarán iniciativas para más pronto alcanzar vigorosa reestructuración económica y presupuestaria en el marco de un federalismo más justo y equitativo.

Otros movimientos que nada tienen de sospechosos pero sí estratégicos, son la elección de la diputada Gaby Basurto, como la inteligente coordinadora del grupo parlamentario del PRI en el Congreso, y la incorporación de la reelecta Gaby Pinedo para hacer poderoso y creativo dueto legislativo con Georgia Fernanda Miranda, del Partido Verde Ecologista de México, de cuyas acciones se esperan eficacia y grandes resultados en favor de sus representados y de Zacatecas.


A partir de la elección del 6 de junio se registra una sucesión de reacomodos políticos que necesariamente impactarán hacia el 2024 y el proceso de revocación de mandato que habrá de celebrarse en marzo de 2022, será una escala que más abrirá horizontes a la tolerancia y convivencia ideológica entre las fuerzas políticas del país, y Zacatecas no escapa a esos escenarios donde ciertamente, las viejas formas de hacer política quedan sepultadas y rebasadas. Se advierte que gobernantes, políticos y sus partidos abandonan la simulación y se abren para liberar sus expresiones y voluntades para mejor encarar las crisis que agobian al estado y que lo mantienen estancado en medio de la creciente violencia, la flagrante desigualdad, la multiplicación de la pobreza y las tragedias de la pandemia.

Llena de optimismo a la sociedad que todas las fuerzas políticas coinciden en afrontar los retos de un desarrollo integral e integrador, que los cambios y transformaciones que el nuevo gobierno de David Monreal impulsará, lleguen a todos los horizontes y rincones del estado, porque se trata de una batalla de todos, de un esfuerzo unido y de una hazaña colectiva. En este sentido, es de celebrar que en el seno de la Legislatura vibren la tolerancia y el respeto en la pluralidad, armonía que traduce fortaleza.

Así por ejemplo, no sorprende ni extraña que el maestro Enrique Laviada Cicerol, electo por la vía de Morena haya transitado al Partido Movimiento Ciudadano y que se integre como fracción a la diputación del Partido de la Revolución Democrática. Ninguna arista de traición asoma en esa decisión de un político y legislador progresista, es más bien una manifestación de apertura democrática para hacer más fáciles las rutas hacia los consensos y acuerdos por Zacatecas, una convergencia estratégica que además visiona acrecentar las potencialidades del partido naranja sobre los horizontes municipales y regionales, que por su congruencia y compromiso con el estado, pueden alcanzar conquistas políticas de poder, como las innegables realidades que florecen, maduran y se consolidan como gubernaturas en Jalisco, con Enrique Alfaro, en Nuevo León con Samuel García y en Campeche con Eliseo Fernández, crecimientos naranjas que avanzan desde el norte, el sureste, occidente y que buscan anidar en el centro, justamente en Zacatecas, hacia la extensión de más gobiernos estatales y municipales para esa causa de izquierda.

No en balde a esta creciente fuerza política naranja, además de Laviada han sumado y enlazado lealtades, figuras políticas tan prestigiadas como Amalia García Medina, Jorge Álvarez Máynez y Ana María Romo Fonseca y personajes tan destacados como Felipe Álvarez y Cuauhtémoc Calderón, que irrumpen activistas apasionados por servir y engrandecer a Zacatecas. Valiosos cuadros que frente a la emergencia social aportarán iniciativas para más pronto alcanzar vigorosa reestructuración económica y presupuestaria en el marco de un federalismo más justo y equitativo.

Otros movimientos que nada tienen de sospechosos pero sí estratégicos, son la elección de la diputada Gaby Basurto, como la inteligente coordinadora del grupo parlamentario del PRI en el Congreso, y la incorporación de la reelecta Gaby Pinedo para hacer poderoso y creativo dueto legislativo con Georgia Fernanda Miranda, del Partido Verde Ecologista de México, de cuyas acciones se esperan eficacia y grandes resultados en favor de sus representados y de Zacatecas.