/ jueves 12 de mayo de 2022

Crónica del poder │ Rechazo al indignante trato a los trabajadores

El escepticismo de la sociedad y los ciudadanos ante los gobiernos, puede ser resultado de versiones malignas o inventivas sociales desde los resentimientos hasta de la ofensiva política opositora o como dice el Presidente López Obrador, son narrativas inventadas por los adversarios y la prensa "conservadora", pero en todo caso, debe haber, además del análisis previo y previsor, una reacción fundamentada en la veracidad, o sea, información confiable y verificable que consolide la imagen institucional y cuya credibilidad detenga, eclipse o desvanezca las pretensiones de deterioro o desprestigio.

Frente a los hechos y dichos de gobierno, siempre habrá la extensión de mantos de dudas y sospechas, por eso la necesaria y contundente expresión con datos reales que no se presten a la especulación o malévola interpretación, donde sobran las mentadas de madre y berrinches. Vienen al caso los comentarios por el discurso donde David Monreal aludió a los políticos que se han vuelto muy mentirosos, razonamiento ante el cual coincidió nuestro Director Gerardo de Ávila, además de tacharlos de ineficientes e ineficaces, salvo honrosas excepciones, pero ¡conozco a más de dos!, remató el columnista de la Cuenta Regresiva. Coinciden en la veracidad y repudio a los corruptos.

La semana anterior observamos y escuchamos una entrevista que compañeros parroquianos hicieron al doctor Ricardo Humberto Hernández León, el Coordinador General Jurídico del Gobierno Estatal. El adelgazamiento de la estructura gubernamental fue el tema central, que la mayor de las veces derivó en el tratamiento sobre los derechos laborales y humanos de los trabajadores al servicio del estado, funcionarios o servidores públicos estatales. Con énfasis y testimonios, el entrevistado resaltó el trabajo de su equipo jurídico, que con responsabilidad y sensibilidad ha encarado la reducción de esa obesidad del aparato gubernamental que ha tenido un costo excesivo y porque ha significado la duplicación de funciones de varias áreas gubernamentales.

El abogado del estado, reconocido como médico cirujano y experto en Derecho Electoral, estableció los criterios acerca del proceso de retiro voluntario que lleva ya 420 acuerdos firmados de mutuo consentimiento, habiendo establecido el privilegio del diálogo, actuado con sensibilidad, trato humano y respetuoso. Se impuso la sabiduría para resolver con reconocimiento a los perfiles profesionales, experiencia, honestidad y eficiencia en el servicio público. La consigna fue así, sin hostilidad, siempre acordes a los propósitos de renovación moral y con ética en la función pública. Los resultados son alentadores hacia la austeridad y honestidad en la administración.

Sin embargo y a propósito de las versiones malignas que se expanden para desvirtuar este proceso de reestructuración a través del adelgazamiento administrativo, hay trabajadores y servidores públicos que han detectado prácticas despóticas, humillantes, deshumanizadas e insensibles que atentan contra la dignidad de las personas, y que no caben en un buen gobierno, las que deben ser revertidas con el diálogo y los acuerdos favorables a los trabajadores, con el buen trato del equipo capaz, sensible y ético de la Coordinación Jurídica, porque es inaceptable que con esas prácticas abusivas contradicen la esencia humana y la óptima sensibilidad política para resolver sobre los derechos laborales que han de ser respetados.

El escepticismo de la sociedad y los ciudadanos ante los gobiernos, puede ser resultado de versiones malignas o inventivas sociales desde los resentimientos hasta de la ofensiva política opositora o como dice el Presidente López Obrador, son narrativas inventadas por los adversarios y la prensa "conservadora", pero en todo caso, debe haber, además del análisis previo y previsor, una reacción fundamentada en la veracidad, o sea, información confiable y verificable que consolide la imagen institucional y cuya credibilidad detenga, eclipse o desvanezca las pretensiones de deterioro o desprestigio.

Frente a los hechos y dichos de gobierno, siempre habrá la extensión de mantos de dudas y sospechas, por eso la necesaria y contundente expresión con datos reales que no se presten a la especulación o malévola interpretación, donde sobran las mentadas de madre y berrinches. Vienen al caso los comentarios por el discurso donde David Monreal aludió a los políticos que se han vuelto muy mentirosos, razonamiento ante el cual coincidió nuestro Director Gerardo de Ávila, además de tacharlos de ineficientes e ineficaces, salvo honrosas excepciones, pero ¡conozco a más de dos!, remató el columnista de la Cuenta Regresiva. Coinciden en la veracidad y repudio a los corruptos.

La semana anterior observamos y escuchamos una entrevista que compañeros parroquianos hicieron al doctor Ricardo Humberto Hernández León, el Coordinador General Jurídico del Gobierno Estatal. El adelgazamiento de la estructura gubernamental fue el tema central, que la mayor de las veces derivó en el tratamiento sobre los derechos laborales y humanos de los trabajadores al servicio del estado, funcionarios o servidores públicos estatales. Con énfasis y testimonios, el entrevistado resaltó el trabajo de su equipo jurídico, que con responsabilidad y sensibilidad ha encarado la reducción de esa obesidad del aparato gubernamental que ha tenido un costo excesivo y porque ha significado la duplicación de funciones de varias áreas gubernamentales.

El abogado del estado, reconocido como médico cirujano y experto en Derecho Electoral, estableció los criterios acerca del proceso de retiro voluntario que lleva ya 420 acuerdos firmados de mutuo consentimiento, habiendo establecido el privilegio del diálogo, actuado con sensibilidad, trato humano y respetuoso. Se impuso la sabiduría para resolver con reconocimiento a los perfiles profesionales, experiencia, honestidad y eficiencia en el servicio público. La consigna fue así, sin hostilidad, siempre acordes a los propósitos de renovación moral y con ética en la función pública. Los resultados son alentadores hacia la austeridad y honestidad en la administración.

Sin embargo y a propósito de las versiones malignas que se expanden para desvirtuar este proceso de reestructuración a través del adelgazamiento administrativo, hay trabajadores y servidores públicos que han detectado prácticas despóticas, humillantes, deshumanizadas e insensibles que atentan contra la dignidad de las personas, y que no caben en un buen gobierno, las que deben ser revertidas con el diálogo y los acuerdos favorables a los trabajadores, con el buen trato del equipo capaz, sensible y ético de la Coordinación Jurídica, porque es inaceptable que con esas prácticas abusivas contradicen la esencia humana y la óptima sensibilidad política para resolver sobre los derechos laborales que han de ser respetados.