/ miércoles 14 de abril de 2021

Crónica del poder │ Repudian el salvajismo de Félix Salgado

Haiga sido como haiga sido, como dijo aquel, que a Félix Salgado Macedonio ayer le hayan devuelto su candidatura o se la hayan negado en el Instituto Nacional Electoral, el episodio guerrerense inevitablemente trasciende con efectos negativos hacia todos los horizontes y rincones del país y Zacatecas no es la excepción, habrá daños colaterales ocasionados por ese energúmeno de la clase política más arcaica enquistada en el Morena y la Cuarta Transformación.

Las primeras en cobrar factura serán las mujeres y aquí ellas son conscientes de su férrea manifestación de solidaridad a los movimiento femeniles que contra la violencia sexual actúan en el estado de Guerrero, motivadas por las presuntas violaciones que el aspirante a gobernador ha perpetrado sobre 5 o 6 damas que elevaron sendas denuncias ante las fiscalías y que están materialmente atoradas o contenidas por la impunidad que ostenta el viejo político poseído ya de tremendo desprestigio social.

Lo que no tiene nombre, bueno sí, son chantajes, intimidación y amenazas las que Félix Salgado profiere a la institución electoral, particularmente a sus consejeros electorales, hasta se atreve a llamar a sus seguidores a buscar los domicilios de los consejeros para ir a encararlos, y hay que decirlo, solo en una cabeza enferma de poder y de locura política, desquiciado de prepotencia, cabe la sentencia del ¡Si no me dan la candidatura, no habrá elección en Guerrero! "A güevo" y porque siente el apoyo presidencial y el empuje de su dirigente de partido Mario Delgado, insiste en la ilegalidad de su candidatura. El aspirante a gobernar Guerrero es "genio y figura" un salvaje de la política, un ejemplar del más rancio primitivismo.

Lo cierto es y ha sido, que en el escenario del conflicto estallado por el propio Félix Salgado y atizado por Mario Delgado, el Instituto Nacional Electoral y sus consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, ni han estado en jaque ni amedrentados, solo se han ajustado estricta y puntualmente a la ley. Ningún ápice han cedido frente a la pretensión hegemónica, absurda e irracional de un movimiento revestido de violencia verbal y de un conservadurismo a ultranza que está de plano en contradicción de los cambios y transformaciones democráticas. Este conflicto exhibe la privilegiada concentración defensiva de las inconformidades de Salgado Macedonio, como aquí nunca las hubo por las manifestaciones y demandas de legalidad y contra la imposición que expresaron auténticos y fieles obradoristas como Luis Medina Lizalde, José Narro Céspedes y Ulises Mejía Haro, hoy excluidos y hasta humillados.

También hay que verlo, se advierte que las baladronadas y comportamientos altaneros y sin razón de Félix Salgado, no preocupan al máximo líder de Morena, que no es el inepto Mario Delgado, pero sí reitera que no se busca someter a la autoridad electoral, pero sí manifiesta un basta de simulación, más nunca dice basta de amenazas en contra de las instituciones electorales y sus consejeros y señala que éstas autoridades electorales se han sometido a intereses de grupos políticos y económicos. Y está bien que lo diga, es su contrarréplica, pero la gente entiende que si el INE aplica estrictamente la ley, no es simulación, es realismo jurídico, justicia electoral en favor de los ciudadanos que repudian esas actitudes salvajes, primitivas y degradantes. Por todo esto, habrá daños colaterales en Zacatecas.

Haiga sido como haiga sido, como dijo aquel, que a Félix Salgado Macedonio ayer le hayan devuelto su candidatura o se la hayan negado en el Instituto Nacional Electoral, el episodio guerrerense inevitablemente trasciende con efectos negativos hacia todos los horizontes y rincones del país y Zacatecas no es la excepción, habrá daños colaterales ocasionados por ese energúmeno de la clase política más arcaica enquistada en el Morena y la Cuarta Transformación.

Las primeras en cobrar factura serán las mujeres y aquí ellas son conscientes de su férrea manifestación de solidaridad a los movimiento femeniles que contra la violencia sexual actúan en el estado de Guerrero, motivadas por las presuntas violaciones que el aspirante a gobernador ha perpetrado sobre 5 o 6 damas que elevaron sendas denuncias ante las fiscalías y que están materialmente atoradas o contenidas por la impunidad que ostenta el viejo político poseído ya de tremendo desprestigio social.

Lo que no tiene nombre, bueno sí, son chantajes, intimidación y amenazas las que Félix Salgado profiere a la institución electoral, particularmente a sus consejeros electorales, hasta se atreve a llamar a sus seguidores a buscar los domicilios de los consejeros para ir a encararlos, y hay que decirlo, solo en una cabeza enferma de poder y de locura política, desquiciado de prepotencia, cabe la sentencia del ¡Si no me dan la candidatura, no habrá elección en Guerrero! "A güevo" y porque siente el apoyo presidencial y el empuje de su dirigente de partido Mario Delgado, insiste en la ilegalidad de su candidatura. El aspirante a gobernar Guerrero es "genio y figura" un salvaje de la política, un ejemplar del más rancio primitivismo.

Lo cierto es y ha sido, que en el escenario del conflicto estallado por el propio Félix Salgado y atizado por Mario Delgado, el Instituto Nacional Electoral y sus consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, ni han estado en jaque ni amedrentados, solo se han ajustado estricta y puntualmente a la ley. Ningún ápice han cedido frente a la pretensión hegemónica, absurda e irracional de un movimiento revestido de violencia verbal y de un conservadurismo a ultranza que está de plano en contradicción de los cambios y transformaciones democráticas. Este conflicto exhibe la privilegiada concentración defensiva de las inconformidades de Salgado Macedonio, como aquí nunca las hubo por las manifestaciones y demandas de legalidad y contra la imposición que expresaron auténticos y fieles obradoristas como Luis Medina Lizalde, José Narro Céspedes y Ulises Mejía Haro, hoy excluidos y hasta humillados.

También hay que verlo, se advierte que las baladronadas y comportamientos altaneros y sin razón de Félix Salgado, no preocupan al máximo líder de Morena, que no es el inepto Mario Delgado, pero sí reitera que no se busca someter a la autoridad electoral, pero sí manifiesta un basta de simulación, más nunca dice basta de amenazas en contra de las instituciones electorales y sus consejeros y señala que éstas autoridades electorales se han sometido a intereses de grupos políticos y económicos. Y está bien que lo diga, es su contrarréplica, pero la gente entiende que si el INE aplica estrictamente la ley, no es simulación, es realismo jurídico, justicia electoral en favor de los ciudadanos que repudian esas actitudes salvajes, primitivas y degradantes. Por todo esto, habrá daños colaterales en Zacatecas.