Sin duda alguna, aún metido a fondo en su batalla por la democratización de su partido Morena y cada día más adentrado en el adelantado proceso de sucesión del 2024. al senador Ricardo Monreal le preocupa de sobremanera el rumbo que la violencia toma sobre Zacatecas, e igualmente el alcalde Saúl Monreal, considera que la dosis de violencia sobre Fresnillo, Zacatecas Capital y otros focos ardientes, es excesiva en demasía y con reafirmación de fraternidad y en familia, que siempre han mostrado integración y solidaridad internas, ambos reiteran el absoluto respaldo al hermano gobernador David Monreal.
Sin dejar de voltear al acontecer del estado, Ricardo Monreal insiste en atajar la erosión que a diario sufre el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena No niega la cruz de su parroquia, reafirma su lealtad al residente Andrés Manuel López Obrador, pero es el aspirante presidencial morenista que se mueve con entera libertad y total autonomía del poder presidencial y de las torpezas direccionales y estratégicas de la Presidencia del Partido, por ello su batalla lo distingue de los también precandidato Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrardo y avanza mejor conquistando reconocimiento y convencimiento de la militancia, aliados y la gente.
El ex gobernador zacatecano está decidido a construir la democracia en su partido a través del diálogo y la conciliación, no con escisiones, ni confrontación y radicalismo. El político líder morenista en el Senado de la República, advierte que los cambios que han de reproducirse desde la Cuarta Transformación, responden a una ciudadanía que con madurez reclama salidas racionales a los conflictos y divisiones internas, a fin de rechazar las versiones que apuntan a una fractura en Morena y poder cruzar el umbral levantado con la sinrazón de los odios y rencores.
El fin de semana anterior, además de las terribles imágenes que se instalaron sobre la Plaza de Armas de Zacatecas, resaltó la formidable cobertura informativa en torno de Ricardo Monreal, revistas y periódicos nacionales como Proceso y Reforma, le abrieron espacios a sus opiniones, siempre analíticas, sesudas, polémicas que hacen de su quehacer político un verdadero debate de las ideas y propuestas efectivamente innovadoras y transformadoras. Sin atender las acometidas que en su contra le vienen desde liderazgos sumisos e incondicionales, se olvida de las querellas inútiles y estériles, y perfila expectativas democráticas para el partido del presidente, busca contener o anular los siniestros efectos que tendrán la imposición y la promoción de la división y rompimientos o fracturas internas.
Ricardo Monreal no tiene empacho ni anda con restricciones verbales o merodeos para una y otra vez señalar que ha sido un error adelantar la sucesión presidencial, como así la decidió López Obrador, a quien reconoce como un demócrata y a quien ha acompañado por más de 24 años en la lucha política. Está muy claro que los escenarios de confrontación y división se multiplican en Morena, como así ocurre en los procesos electorales de Aguascalientes, Oaxaca, Tamaulipas, Durango, Hidalgo y Quintana Roo, donde las amañadas encuestas del dirigente Mario Delgado, solo han generado conflictos, incertidumbre y riesgos de un descalabro electoral. Frente a esos escenarios que exhiben endeble a su partido, Ricardo Monreal está en la ruta de la democratización y las libertades políticas.
