/ jueves 17 de junio de 2021

Crónica del poder │ Tello defiende la imagen gubernamental

En serio, desde la clase política y los zacatecanos se considera que Alejandro Tello ya no debe soportar y menos sufrir la humillante indiferencia e indecoroso regateo que a sus propuestas sobre recursos presupuestales, le responde el presidente Andrés Manuel López Obrador. Está bien que al cerrar su quinquenio el 12 de septiembre se retire de la política, en la que nunca estuvo, y decida retomar su trabajo profesional en la iniciativa privada, de donde salió y a la que pertenece, de manera que evite más desgaste a su gobierno, que la gente caracteriza como honesto, transparente, austero y muy institucional, opinión que más le debe importar.

Viene al caso, porque allá en la tierra más hermosa, en Jerez, el gobernador otra vez anunció que el sábado próximo de nuevo solicitará al Presidente más apoyo para incrementar las fuerzas de seguridad, para encarar con más efectividad la creciente violencia en algunas regiones del estado; que también le recordará aquel añejo pendiente de mil millones de pesos para los estados, que para el caso de Zacatecas la parte correspondiente será destinada a carreteras. En serio, será muy penoso que otra vez le digan que "lo vamos a ver", porque lo más seguro es que esos compromisos no se cumplan en la última etapa del gobierno tellista. ¿Porqué?

Porque los respaldos ya estarán etiquetados a David Monreal y comenzarán a fluir hasta septiembre para que de inmediato sea enfrentada y atemperada la emergencia social que el gobernador electo contempla. Esa es la realidad en este sistema de la cuarta transformación, porque así lo expone el propio Jefe de la Nación, ya no es como antes, ahora "primero los pobres", que no es lo mismo que primero los estados jodidos y menos si son priistas, conservadores y neoliberales. Aunque claro, Tello Cristerna busca dejar asentado que cumple con la responsabilidad de exigir al gobierno federal, que cumpla con la equidad federalista.

Esta es la realidad que sobresalta del análisis sobre las perspectivas futuras del privilegio o distinción que Zacatecas recibirá a través de David Monreal. De hecho, ya es notable que el poder presidencial ya más responderá a las gestiones del gobernador electo. Está más claro que el mayor desafío que ahora enfrenta Alejandro Tello, es consolidar una entrega recepción efectivamente suave, lo que ha de significar que sea creíble, convincente, finanzas sanas, honestidad administrativa y puntualidad en todas las acciones programáticas, sin desconocer que son probables los cuestionamientos y denuncias que más pronto que inmediatamente sobrevendrán tras la transición gubernamental, como ya suceden los resolutivos del Tribunal de Justicia Electoral que le acusan del violar el principio de imparcialidad en las elecciones, porque aquí también se ha repetido hasta el cansancio que "no serán tapadera de nadie."

Es previsible, que no obstante el diálogo entre el gobernador vigente y el gobernador electo que hoy inician, será respetuoso e institucional, las relaciones políticas serán complejas y van a trascender conflictivas. Son éstos los riesgo de la transición gubernamental y más cuando se trata de una nueva alternancia, otras vez como en el 98, del priísmo al monrealismo, la vigorosa fuerza política del Morena, que hay que decirlo, con Ricardo Monreal se van a ver muchas batallas y de van a escribir muchas páginas de historia política nacional. A verlo vamos.

En serio, desde la clase política y los zacatecanos se considera que Alejandro Tello ya no debe soportar y menos sufrir la humillante indiferencia e indecoroso regateo que a sus propuestas sobre recursos presupuestales, le responde el presidente Andrés Manuel López Obrador. Está bien que al cerrar su quinquenio el 12 de septiembre se retire de la política, en la que nunca estuvo, y decida retomar su trabajo profesional en la iniciativa privada, de donde salió y a la que pertenece, de manera que evite más desgaste a su gobierno, que la gente caracteriza como honesto, transparente, austero y muy institucional, opinión que más le debe importar.

Viene al caso, porque allá en la tierra más hermosa, en Jerez, el gobernador otra vez anunció que el sábado próximo de nuevo solicitará al Presidente más apoyo para incrementar las fuerzas de seguridad, para encarar con más efectividad la creciente violencia en algunas regiones del estado; que también le recordará aquel añejo pendiente de mil millones de pesos para los estados, que para el caso de Zacatecas la parte correspondiente será destinada a carreteras. En serio, será muy penoso que otra vez le digan que "lo vamos a ver", porque lo más seguro es que esos compromisos no se cumplan en la última etapa del gobierno tellista. ¿Porqué?

Porque los respaldos ya estarán etiquetados a David Monreal y comenzarán a fluir hasta septiembre para que de inmediato sea enfrentada y atemperada la emergencia social que el gobernador electo contempla. Esa es la realidad en este sistema de la cuarta transformación, porque así lo expone el propio Jefe de la Nación, ya no es como antes, ahora "primero los pobres", que no es lo mismo que primero los estados jodidos y menos si son priistas, conservadores y neoliberales. Aunque claro, Tello Cristerna busca dejar asentado que cumple con la responsabilidad de exigir al gobierno federal, que cumpla con la equidad federalista.

Esta es la realidad que sobresalta del análisis sobre las perspectivas futuras del privilegio o distinción que Zacatecas recibirá a través de David Monreal. De hecho, ya es notable que el poder presidencial ya más responderá a las gestiones del gobernador electo. Está más claro que el mayor desafío que ahora enfrenta Alejandro Tello, es consolidar una entrega recepción efectivamente suave, lo que ha de significar que sea creíble, convincente, finanzas sanas, honestidad administrativa y puntualidad en todas las acciones programáticas, sin desconocer que son probables los cuestionamientos y denuncias que más pronto que inmediatamente sobrevendrán tras la transición gubernamental, como ya suceden los resolutivos del Tribunal de Justicia Electoral que le acusan del violar el principio de imparcialidad en las elecciones, porque aquí también se ha repetido hasta el cansancio que "no serán tapadera de nadie."

Es previsible, que no obstante el diálogo entre el gobernador vigente y el gobernador electo que hoy inician, será respetuoso e institucional, las relaciones políticas serán complejas y van a trascender conflictivas. Son éstos los riesgo de la transición gubernamental y más cuando se trata de una nueva alternancia, otras vez como en el 98, del priísmo al monrealismo, la vigorosa fuerza política del Morena, que hay que decirlo, con Ricardo Monreal se van a ver muchas batallas y de van a escribir muchas páginas de historia política nacional. A verlo vamos.