/ martes 28 de junio de 2022

Crónica del poder │ Triángulo zacateco, pilar del crecimiento

Frente al convulsionado escenario que Zacatecas presenta por la violencia e inseguridad, hay por fortuna una fuerza de compulsión que desde los municipios tiende a marcar un rumbo más prometedor hacia la recuperación de mejores condiciones de normalidad y en esa tendencia sobreviene la estratégica conjunción gubernamental en Fresnillo, Zacatecas Capital y Guadalupe, es decir, la zona metropolitana o conurbada y el llamado corredor electoral, que también aparece como el triángulo zacateco.

Hay un rasgo coincidente de intenso trabajo, capacidad organizacional y efectiva operación política con permanente acercamiento a la gente, con la sociedad en los barrios, colonias y comunidades, y de ello son actores los respectivos alcaldes Saúl Monreal Ávila, Jorge Miranda Castro y Julio César Chávez Padilla, que con sus ayuntamientos movilizados reflejan vocación de servicio en favor de los gobernados y se advierte la más amplia labor para consolidar crecimiento económico en cada municipio, de manera que se alcancen prontos objetivos de bienestar para las familias y sus comunidades.

Los tres presidentes municipales son de hecho pilares fundamentales de la nueva gobernanza y se manifiestan dispuestos a fortalecer las acciones de los gobiernos federal y estatal, son actores en efectiva coordinación operativa y real comunicación política, una sintonía que primero sin quererlo y ahora encauzados por su ejercicio de gobierno, aportan la más formidable revitalización de la imagen institucional, porque ha sido sensible la recuperación de confianza social y la restauración de credibilidad, un gradualismo en ascenso que además de reconstruir tejido social, en las zonas rurales y urbanas acercan recursos para proyectos productivos y con atención a los más pobres o necesitados, lo que significa un verdadero combate contra la pobreza y la desigualdad.

En Zacatecas Capital, Miranda Castro optimiza recursos para la iluminación de toda la zona urbana, colonias y barrios, hasta el centro histórico; impulsa con fuerza la campaña de limpieza; logra contener la multiplicación irregular de antros y no otorgar más permisos; estableció acuerdos con los comerciantes y servidores turísticos; las 24 horas se mantienen jornadas de supervisión y vigilancia policiaca, con énfasis en el centro a donde los delincuentes intentan operar. Saúl Monreal ha hecho del Mineral, un poderoso espacio abierto a la cultura, el deporte y la recreación, acaba de presentar a la famosa Guelaguetza que trajo desde Oaxaca, ha recuperado el ágora; promueve con éxito el deporte multitudinario y espectacular, fútbol, con funciones de box y lucha libre con figuras nacionales e internacionales; brillantes conciertos artístico, y su mayor preocupación, la seguridad y violencia, que a paso lento pero firme, reduce y supera las malignas y negativas percepciones.

En el Pueblo Mágico de Guadalupe, Chávez Padilla está empeñado en regularizar fraccionamientos y colonias, condición indispensable para hacer llegar los servicios públicos; acaba de anunciar el Festival Cultural y Artístico de Julio, del 23 al 30 del mes, al que suma interesantes talleres de textil, fotografía, grabado, alebrijes y wixárika. Hay pues, un movimiento cultural que está siendo operado y manejado como fundamental instrumento en la recuperación de espacios públicos y la reconstrucción del tejido social, estratégico programa desde los tres municipios más importantes del estado y que hacen posible otra cara de la nueva gobernanza.

Frente al convulsionado escenario que Zacatecas presenta por la violencia e inseguridad, hay por fortuna una fuerza de compulsión que desde los municipios tiende a marcar un rumbo más prometedor hacia la recuperación de mejores condiciones de normalidad y en esa tendencia sobreviene la estratégica conjunción gubernamental en Fresnillo, Zacatecas Capital y Guadalupe, es decir, la zona metropolitana o conurbada y el llamado corredor electoral, que también aparece como el triángulo zacateco.

Hay un rasgo coincidente de intenso trabajo, capacidad organizacional y efectiva operación política con permanente acercamiento a la gente, con la sociedad en los barrios, colonias y comunidades, y de ello son actores los respectivos alcaldes Saúl Monreal Ávila, Jorge Miranda Castro y Julio César Chávez Padilla, que con sus ayuntamientos movilizados reflejan vocación de servicio en favor de los gobernados y se advierte la más amplia labor para consolidar crecimiento económico en cada municipio, de manera que se alcancen prontos objetivos de bienestar para las familias y sus comunidades.

Los tres presidentes municipales son de hecho pilares fundamentales de la nueva gobernanza y se manifiestan dispuestos a fortalecer las acciones de los gobiernos federal y estatal, son actores en efectiva coordinación operativa y real comunicación política, una sintonía que primero sin quererlo y ahora encauzados por su ejercicio de gobierno, aportan la más formidable revitalización de la imagen institucional, porque ha sido sensible la recuperación de confianza social y la restauración de credibilidad, un gradualismo en ascenso que además de reconstruir tejido social, en las zonas rurales y urbanas acercan recursos para proyectos productivos y con atención a los más pobres o necesitados, lo que significa un verdadero combate contra la pobreza y la desigualdad.

En Zacatecas Capital, Miranda Castro optimiza recursos para la iluminación de toda la zona urbana, colonias y barrios, hasta el centro histórico; impulsa con fuerza la campaña de limpieza; logra contener la multiplicación irregular de antros y no otorgar más permisos; estableció acuerdos con los comerciantes y servidores turísticos; las 24 horas se mantienen jornadas de supervisión y vigilancia policiaca, con énfasis en el centro a donde los delincuentes intentan operar. Saúl Monreal ha hecho del Mineral, un poderoso espacio abierto a la cultura, el deporte y la recreación, acaba de presentar a la famosa Guelaguetza que trajo desde Oaxaca, ha recuperado el ágora; promueve con éxito el deporte multitudinario y espectacular, fútbol, con funciones de box y lucha libre con figuras nacionales e internacionales; brillantes conciertos artístico, y su mayor preocupación, la seguridad y violencia, que a paso lento pero firme, reduce y supera las malignas y negativas percepciones.

En el Pueblo Mágico de Guadalupe, Chávez Padilla está empeñado en regularizar fraccionamientos y colonias, condición indispensable para hacer llegar los servicios públicos; acaba de anunciar el Festival Cultural y Artístico de Julio, del 23 al 30 del mes, al que suma interesantes talleres de textil, fotografía, grabado, alebrijes y wixárika. Hay pues, un movimiento cultural que está siendo operado y manejado como fundamental instrumento en la recuperación de espacios públicos y la reconstrucción del tejido social, estratégico programa desde los tres municipios más importantes del estado y que hacen posible otra cara de la nueva gobernanza.