/ martes 24 de mayo de 2022

Crónica del poder │ Vinculación de gobiernos, sociedad y empresarios

En Zacatecas, ni la sociedad ni los gobiernos deben subestimar o manifestar indiferencia ante las otras malas noticias, las económicas, que como la violencia e inseguridad dejan marcas negativas que inquietan a la ciudadanía y alarman al estado. Al mismo tiempo que se conocen estudios y análisis sobre el comportamiento de la economía en el estado, también se presentan informes acerca de la percepción, el malestar de la gente, las alertas en los sectores productivos y sobre todo, las carencias, las expresiones de pobreza extrema, el encarecimiento, la especulación, la desigualdad y la ausencia de oportunidades de empleos.

Preocupa a la gente que organizaciones empresariales como la Coparmex Zacatecas, que lidera Antonio Sánchez González, de plano pinta un escenario catastrófico, adversidades como la inseguridad, la inflación y el impacto de la pandemia, han sido una peligrosa combinación que provoca la desaceleración económica, prácticamente el estancamiento o la parálisis, efectos que se exhiben con problemas severos para la creación de empleos, las bajas en la inversión pública y privada, situaciones que no invitan al conformismo, sino que la misma institución patronal reitera plena voluntad de colaboración para la atención urgente de las afectaciones económicas y se declaran abiertos a la implementación conjunta de políticas que reviertan esas malas noticias económicas, malos indicadores para el crecimiento.

Es muy sano el optimismo del Secretario de Finanzas, Don Ricardo Olivares Sánchez, al señalar que "estamos cerca de la estabilidad financiera" factor importante que genera confianza y estimula la iniciativa empresarial y las inversiones, porque muestra cómo han llegado a las arcas recursos de los excedentes petroleros, que el actual gobierno no se ha endeudado y se es responsable en el manejo del gasto, se recauda correctamente y se obtienen positivas gestiones. Condiciones así motivan opciones que tienden a la competitividad y ofrecen cambios ante los llamados, reclamos y exigencias de las comunidades, para hacer una transición menos difícil.

No se pueden ignorar las versiones del índice de Paz en México 2022, un estudio elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, que resalta a Zacatecas como el estado donde la violencia ha tenido el mayor impacto económico de todo el país y cómo el miedo a la delincuencia crea cambios en la inversión y el consumo, así como déficit en la productividad y pérdida de ingresos. Esto se ha constatado, con los efectos demoledores que los últimos acontecimientos sangrientos han provocado en la sociedad, como el asesinato de policías y el imperdonable y condenable sacrificio del niño de 3 años en Fresnillo, claramente comprobable que entre los fresnillenses se ha extendido el temor ante las peores condiciones de violencia e inseguridad, repercusiones que trascienden a todos los horizontes y rincones del estado.

Nadie en su sano juicio y menos los gobiernos federal, estatal y municipales, pueden negar esa realidad que es terrible, dolorosa y estridente, porque no obstante los esfuerzos que se hacen, ya no se pueden desmarcar del compromiso de encarar la emergencia social y las crisis económicas con tan solo asegurar que son resultados de administraciones pasadas, esta es la realidad hoy y éstos son los gobiernos de hoy que han de cumplir a la sociedad y los gobernados, Por eso la urgencia de establecer vinculación, coordinación, congruencia, consecuencia y un verdadero ensamble con los sectores productivos con animosidad y colaboracionismo.

En Zacatecas, ni la sociedad ni los gobiernos deben subestimar o manifestar indiferencia ante las otras malas noticias, las económicas, que como la violencia e inseguridad dejan marcas negativas que inquietan a la ciudadanía y alarman al estado. Al mismo tiempo que se conocen estudios y análisis sobre el comportamiento de la economía en el estado, también se presentan informes acerca de la percepción, el malestar de la gente, las alertas en los sectores productivos y sobre todo, las carencias, las expresiones de pobreza extrema, el encarecimiento, la especulación, la desigualdad y la ausencia de oportunidades de empleos.

Preocupa a la gente que organizaciones empresariales como la Coparmex Zacatecas, que lidera Antonio Sánchez González, de plano pinta un escenario catastrófico, adversidades como la inseguridad, la inflación y el impacto de la pandemia, han sido una peligrosa combinación que provoca la desaceleración económica, prácticamente el estancamiento o la parálisis, efectos que se exhiben con problemas severos para la creación de empleos, las bajas en la inversión pública y privada, situaciones que no invitan al conformismo, sino que la misma institución patronal reitera plena voluntad de colaboración para la atención urgente de las afectaciones económicas y se declaran abiertos a la implementación conjunta de políticas que reviertan esas malas noticias económicas, malos indicadores para el crecimiento.

Es muy sano el optimismo del Secretario de Finanzas, Don Ricardo Olivares Sánchez, al señalar que "estamos cerca de la estabilidad financiera" factor importante que genera confianza y estimula la iniciativa empresarial y las inversiones, porque muestra cómo han llegado a las arcas recursos de los excedentes petroleros, que el actual gobierno no se ha endeudado y se es responsable en el manejo del gasto, se recauda correctamente y se obtienen positivas gestiones. Condiciones así motivan opciones que tienden a la competitividad y ofrecen cambios ante los llamados, reclamos y exigencias de las comunidades, para hacer una transición menos difícil.

No se pueden ignorar las versiones del índice de Paz en México 2022, un estudio elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, que resalta a Zacatecas como el estado donde la violencia ha tenido el mayor impacto económico de todo el país y cómo el miedo a la delincuencia crea cambios en la inversión y el consumo, así como déficit en la productividad y pérdida de ingresos. Esto se ha constatado, con los efectos demoledores que los últimos acontecimientos sangrientos han provocado en la sociedad, como el asesinato de policías y el imperdonable y condenable sacrificio del niño de 3 años en Fresnillo, claramente comprobable que entre los fresnillenses se ha extendido el temor ante las peores condiciones de violencia e inseguridad, repercusiones que trascienden a todos los horizontes y rincones del estado.

Nadie en su sano juicio y menos los gobiernos federal, estatal y municipales, pueden negar esa realidad que es terrible, dolorosa y estridente, porque no obstante los esfuerzos que se hacen, ya no se pueden desmarcar del compromiso de encarar la emergencia social y las crisis económicas con tan solo asegurar que son resultados de administraciones pasadas, esta es la realidad hoy y éstos son los gobiernos de hoy que han de cumplir a la sociedad y los gobernados, Por eso la urgencia de establecer vinculación, coordinación, congruencia, consecuencia y un verdadero ensamble con los sectores productivos con animosidad y colaboracionismo.