/ jueves 6 de agosto de 2020

Crónica del poder │ Ya no hay tiempo para esperar más

Es innegable que en los actuales momentos Zacatecas sufre un serial crítico, desde la pandemia, la crisis económica hasta la inseguridad, que impiden una más efectiva orientación de recursos a las exigencias de los sectores productivo, comercial y de grupos vulnerables. Hay presiones sociales que se tornan conflictos como parte y resultado de una lógica perniciosa producida y reproducida por esos flagelos, y que lamentablemente, a la carencia de presupuestos se suma la ausencia y abandono del gobierno federal.

Una vez más y como reiteración que adquiere niveles desesperantes de imploración, Alejandro Tello expone la realidad crítica que se traduce en penuria presupuestal, hay agotamiento de los recursos financieros del estado, ya no hay de donde cortar o disponer para responder a las justas demandas de la gente. Y, otra vez, el gobernante tiene que establecer con veracidad y realismo, que "la cuarta transformación dejó solo a Zacatecas", cuando el apoyo del gobierno de México es necesario y vital para el rescate económico; y vuelve a solicitar al gobierno federal la ministración de mil millones de pesos prometidos por la federación a los estados, para aminorar los efectos negativos de la pandemia. Es en serio, el grito de Tello no son "ruido, bulla ni alboroto electorero”.

Es muy cierto que Alejandro Tello y su secretario de Finanzas, Jorge Miranda, han tomado medidas dramáticas para apuntalar las finanzas, y hasta el momento, con visión, anticipación y ejerciendo lo poco que se tiene, con inteligencia han evitado el colapso. No se han despedido a trabajadores del gobierno, pero se han reducido gastos hasta la extrema austeridad. Han hecho lo justo, lo más aconsejable y razonable para evitar el peor de los desastres; pero el sangrado de las finanzas sigue incontenible, ya es una emergencia que, si el gobierno federal quiere y demuestra voluntad y más responsabilidad federalista, esa urgencia la puede contener y remediar.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene que voltear a ver a Zacatecas y palpar esa cruda realidad; la salud de las finanzas públicas, más que deterioradas es crónica y al punto del desastre, la salud del pueblo está minada, enrarecida y se precipita hacia una creciente mortandad por el virus maldito; la seguridad pública es insana, tiende a putrefacta, ya ni entubada respira; todo este colectivo de infortunios son una decadencia que se hunde hacia el barbarismo en medio de la inestabilidad e incertidumbre. A algunos este panorama les puede parecer incierta tragedia, pero solo hay que ver la desesperación de los comerciantes, los constructores, los servicios turísticos, que resienten la cancelación de programas y el finiquito de fideicomisos para reorientar esos recursos al combate del virus.

Siete mil empleos perdidos

Para Zacatecas son una catástrofe, el autoempleo también está afectado, ya no hay dineros para los incentivos a los grupos vulnerables, ni para apoyar a comerciantes y pequeñas empresas, y para acabarla de fregar, hay que ver a diario cómo se extienden y multiplican los contagios; y frente a ésta situación pauperizante, la gente cuestiona, qué hacen por Zacatecas y sus gentes los notables paisanos al lado del Presidente? Ricardo Monreal, Rocío Nahle, Alfonso Ramírez, David Monreal, Rigoberto Sandoval, Geovanna Bañuelos, Soledad Luévano, Alfredo Femat, voces con liderazgo que bien conocen esta realidad y que al parecer no se atreven a dignificar su representación y alzar la voz. Si quieren pueden, no por Alejandro Tello, si no por Zacatecas y los zacatecanos. Con eso.

Es innegable que en los actuales momentos Zacatecas sufre un serial crítico, desde la pandemia, la crisis económica hasta la inseguridad, que impiden una más efectiva orientación de recursos a las exigencias de los sectores productivo, comercial y de grupos vulnerables. Hay presiones sociales que se tornan conflictos como parte y resultado de una lógica perniciosa producida y reproducida por esos flagelos, y que lamentablemente, a la carencia de presupuestos se suma la ausencia y abandono del gobierno federal.

Una vez más y como reiteración que adquiere niveles desesperantes de imploración, Alejandro Tello expone la realidad crítica que se traduce en penuria presupuestal, hay agotamiento de los recursos financieros del estado, ya no hay de donde cortar o disponer para responder a las justas demandas de la gente. Y, otra vez, el gobernante tiene que establecer con veracidad y realismo, que "la cuarta transformación dejó solo a Zacatecas", cuando el apoyo del gobierno de México es necesario y vital para el rescate económico; y vuelve a solicitar al gobierno federal la ministración de mil millones de pesos prometidos por la federación a los estados, para aminorar los efectos negativos de la pandemia. Es en serio, el grito de Tello no son "ruido, bulla ni alboroto electorero”.

Es muy cierto que Alejandro Tello y su secretario de Finanzas, Jorge Miranda, han tomado medidas dramáticas para apuntalar las finanzas, y hasta el momento, con visión, anticipación y ejerciendo lo poco que se tiene, con inteligencia han evitado el colapso. No se han despedido a trabajadores del gobierno, pero se han reducido gastos hasta la extrema austeridad. Han hecho lo justo, lo más aconsejable y razonable para evitar el peor de los desastres; pero el sangrado de las finanzas sigue incontenible, ya es una emergencia que, si el gobierno federal quiere y demuestra voluntad y más responsabilidad federalista, esa urgencia la puede contener y remediar.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene que voltear a ver a Zacatecas y palpar esa cruda realidad; la salud de las finanzas públicas, más que deterioradas es crónica y al punto del desastre, la salud del pueblo está minada, enrarecida y se precipita hacia una creciente mortandad por el virus maldito; la seguridad pública es insana, tiende a putrefacta, ya ni entubada respira; todo este colectivo de infortunios son una decadencia que se hunde hacia el barbarismo en medio de la inestabilidad e incertidumbre. A algunos este panorama les puede parecer incierta tragedia, pero solo hay que ver la desesperación de los comerciantes, los constructores, los servicios turísticos, que resienten la cancelación de programas y el finiquito de fideicomisos para reorientar esos recursos al combate del virus.

Siete mil empleos perdidos

Para Zacatecas son una catástrofe, el autoempleo también está afectado, ya no hay dineros para los incentivos a los grupos vulnerables, ni para apoyar a comerciantes y pequeñas empresas, y para acabarla de fregar, hay que ver a diario cómo se extienden y multiplican los contagios; y frente a ésta situación pauperizante, la gente cuestiona, qué hacen por Zacatecas y sus gentes los notables paisanos al lado del Presidente? Ricardo Monreal, Rocío Nahle, Alfonso Ramírez, David Monreal, Rigoberto Sandoval, Geovanna Bañuelos, Soledad Luévano, Alfredo Femat, voces con liderazgo que bien conocen esta realidad y que al parecer no se atreven a dignificar su representación y alzar la voz. Si quieren pueden, no por Alejandro Tello, si no por Zacatecas y los zacatecanos. Con eso.