Se debe gobernar con emoción y pasión
A dos semanas del momento constitucional del primero de diciembre, nos parece observar que los mexicanos pueden estar preparados para acceder a esa cuarta transformación que se abrirá, y que lo harán como valiosos participantes, con madures, entereza y la más formidable responsabilidad. Es más, reconocen y aprecian que ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR se muestra emocionado con la al fin y maravillosa oportunidad de alcanzar la Presidencia de la República; sabe la gente que se ha de gobernar con emoción y pasión y esa desde todos los horizontes del país, esa gente atisba que a ejercerá el poder, para cambiar y transformar la terrible realidad que hoy se vive.
Otra vez lo constatamos el lunes anterior, cuando en sencilla celebración de su cumpleaños allá en la Ciudad Blanca de Mérida, Yucatán, el Presidente Electo sublimó el discurso y exalto esas virtudes: "yo ya no me pertenezco, estoy al servicio de la Nación; tengo que cumplirle al pueblo de México, mi amo es el pueblo de México, es mi responsabilidad no fallarle y no le voy a fallar."
Más que expresiones populistas, la gente las considera emotivas, como una entrega absoluta a la pasión de gobernar, y de gobernar bien. Hoy por ejemplo, todos los sectores de la sociedad, grupos políticos y económicos, las fuerzas del Ejército, las Policías Federales y las corporaciones de los estados y municipios, los gobernadores y alcaldes, estarán más que atentos, comprometidos a sumarse a la nueva y vigorosa estrategia de seguridad que LÓPEZ OBRADOR dará a conocer a la Nación. El hombre de Tabasco sabe que esa es la mayor urgencia y el máximo reclamo de los mexicanos, alcanzar óptimas condiciones de paz y tranquilidad para trabajar y producir.
Por todo ello, en serio que no hacen falta las engañifas de las consignas, el dar o no dar líneas desde el Ejecutivo; son innecesarias las consultas populares sobre objetivos que ya son decisiones tomadas con anticipación y como compromisos de campaña. No más simulación ni mentiras, los mexicanos urgen gobiernos que actúen con autenticidad, lealtad y fidelidad a los principios y valores.
Impotencias e impotentes:
SAÚL MONREAL empieza a descollar y lo hace con la transparencia, como un principio y objetivo fundamental para recuperar la confianza de los fresnillenses. ANTONIO DE LA TORRE DUEÑAS, el presidente del IZAI ratificó esa cualidad al Ayuntamiento del Mineral.
OMAR CARRERA PÉREZ tiende a configurarse como un diputado fallido; su estridencia, alharacas y fácil verborrea no van a contribuir a extender aquí la cuarta transformación, y mucho menos llegar a la Presidencia Municipal de Fresnillo. Se ve chaparro.
JOSÉ NARRO CÉSPEDES insiste en su proceder electorero y ya impulsa una consulta popular para decidir sobre la Presa de San Andrés o Milpillas. Con burda imitación populista, busca arrebatar la gestión al gobernador ALEJANDRO TELLO.
RICARDO MONREAL está más que alebrestado y más decidido a legislar sobre las comisiones bancarias. El Senado no acepta ni regaños ni manotazos de nadie, dice el zacatecano y, parece la mera verdad.
